Globalización: ¿República o monarquía?

Vivir sin conciencia en la nube informática

 
Qué recurrente viene siendo en los últimos años parcializar las luchas y atomizar las movilizaciones.

Desde que en 2007 empezó a vislumbrarse todo el problema de la crisis creada por la voracidad del capitalismo financiero y especulador, las manifestaciones, movilizaciones y protestas han sido numerosas y reiteradas en el tiempo. Unas iban contra los recortes salariales, otras contra la privatización de los servicios públicos, estos se quedaban sin Ley de dependencia, aquellas sufrían los rigores de los despidos, otros se quedaban en la calle desahuciados por no poder pagar las hipotecas, unas tenían que mendigar y buscar en contenedores de basura por haberse quedado sin ayudas, aquellos no podían pagar las tasas universitarias por la elevación de los precios, estas tenían que trabajar sin contrato y sin cobrar lo que les correspondía, aquellos...

Mientras esto ocurría los cabezas “pensantes” del país, políticos y políticas electos y electas, iban teniendo ocurrencias, unas propias y otras impuestas, que eran recogidas en formas de modificaciones de la Constitución, reformas de leyes, decretos ley, nuevas leyes, etc., a cada una de ellas más restrictiva que la anterior con los derechos fundamentales del pueblo, de ese pueblo compuesto por ciudadanos y ciudadanas, de trabajadores y trabajadoras, de gente, de personas, en definitiva de seres humanos que sienten y padecen, que si no trabajan no pueden ganar dinero, que si no ganan dinero no pueden comer, no pueden estudiar, no pueden pagarse las curas médicas, no pueden comprar medicamentos.

Esas ocurrencias de los políticos tenían como único objetivo asegurar el dinero, los beneficios, las empresas, las propiedades, las acciones y la vida ostentosa de los que habían estado especulando, de los que se han llevado el dinero a los paraísos fiscales, de las que han deslocalizado sus empresas para irse a lugares donde se aprovechan de la miseria de las personas, de los que se dedican a explotar los recursos naturales que son de todos en beneficio propio, de los que se aprovechan de los servicios públicos (que habíamos pagado entre todos) para explotarlos y llevarse los beneficios sin arriesgar ni un euro, de las....

Para evitar que las personas, que los desposeídos, que los asalariados, que los auto-explotados (autónomos), pensemos, reflexionemos y luchemos contra todo este sistema podrido en el que nos ha tocado vivir, nos lanzan alternativas que nublan nuestras mentes y no nos sacarán nunca del problema: nos dicen que luchemos por la independencia nacional catalana, como si así se acabara con la explotación que ejercen los especuladores y los capitalistas sobre todos nosotros; nos dicen que luchemos por la República donde no haya reyes hereditarios y podamos elegir a aquellos que nos gobiernen; nos proponen que elijamos a los dirigentes de Europa para que después sean vetados por los diferentes presidentes de los Estados que forman parte de la Europa de los mercaderes, según el interés de las grandes corporaciones que controlan la economía de la Zona Euro.

Y nosotros, como borregos sin conciencia, como esclavos sin libertad, vamos y les hacemos caso; salimos y nos desgañitamos porque la tierra en la que vivimos sea independiente de un Estado más grande; nos manifestamos contra la monarquía y en favor de la República porque el rey, su hijo y los demás son los culpables de la actual situación de crisis, de las leyes retrogradas aprobadas por los políticos e impulsadas por presidentes del Gobierno que si estuviéramos en una república serían jefes del Estado (como el rey ahora) y por eso no serían menos culpables de las leyes injustas y contra las personas que aprueban o que les mandan aprobar; nos ofuscamos buscando nuevos partidos a los que votar para que no cambie nada, para que el sistema representativo, apoyado por el capitalismo mundial, sea el que nos saque de la situación en la que nos han metido ¿de verdad creemos que los mismos que nos han metido en la trampa y nos han dejado en la boca del lobo, ahora vendrán a salvarnos? Eso es de ingenuos, no podemos esperar que utilizando las armas cedidas por el enemigo (las elecciones, las representaciones indirectas, los parlamentos, etc.) seremos capaces de cambiar algo. Los capitalistas serían imbéciles si nos dejasen sus armas, si estas pudiesen acabar con su situación privilegiada.

Cuando un ejército dejaba las armas en manos de los pueblos que asediaba, era por dos motivos:

1.- Porque se las trucaban y se las dejaban defectuosas para que el daño y la muerte se les provocase a quienes las habían encontrado.

2.- Porque habían salido en desbandada al ser derrotados por los propios medios que tenían los asediados.

Creo que en estos momentos hemos perdido la perspectiva histórica y no somos capaces de darnos cuenta de que el capitalismo, cuando ha querido salvarse, siempre ha creado problemas nuevos que desviaran la atención de la población y no les culpara a ellos de la crisis, de la guerra, del esclavismo, de la explotación, de la muerte de personas, de la destrucción, del caos.

Es como si viviéramos en la nube informática, las cortinas de humo creadas nos están impidiendo ver el fuego que nos arrasará a todos.


Abramos las ventanas, ventilemos el mundo

No podemos seguir obviando que la economía capitalista se basa en la existencia de explotados (los trabajadores) y los explotadores (empresarios, accionistas, emprendedores). Los segundos son los propietarios de los medios de producción y los gestionan de forma intelectual; y los primeros son los que carecen de esos medios de producción y para obtener lo necesario para sobrevivir tienen que vender la fuerza de su trabajo (intelectual o manual) a los primeros.

El análisis marxista de la economía capitalista nos habla de la lucha de clases entre explotados y explotadores y que esa tensión generada por la lucha entre clases llevará a la destrucción del capitalismo y la aparición de la economía comunista.

El problema del marxismo no es su análisis de la economía capitalista pero si su forma de lucha contra el capitalismo y sus forma de desarrollar la sociedad comunista, veamos:

1.- Los marxistas se dividieron entre los que pretendían intervenir en las instituciones políticas del capitalismo para intentar destruirlas desde dentro, los primeros en planteárselo fueron los partidos socialistas que, con el paso de los años se convertirán en socialdemócratas y con la aparición de la famosa teoría de la tercera vía entre neoliberalismo y socialismo acabaran siendo socialliberales aceptando la destrucción del control de los Gobiernos y los Estados sobre la economía.

2.- Otros marxistas se plantearon la vía revolucionaria de la toma del poder, imponiendo la dictadura del proletariado que tendría que dar origen a la verdadera sociedad comunista. Aquí podemos encontrar a los partidos comunistas que desglosaremos en dos grupos:

2.1.- Los que fueron capaces de hacer la revolución e implantar la famosa dictadura del proletariado que después de varias décadas de experiencia autoritaria, tanto en lo económico como en los social, acabaron desintegrándose y aceptando el capitalismo depredador que impulsaba el nuevo neoliberalismo imperante a través de su arma de globalización mundial de la economía. Ejemplos de este desastre para la humanidad son la antigua URSS, donde Rusia y muchos otros países salidos de ella han acabado siendo nidos de mafias capitalistas que abrazan el neoliberalismo como lo mejor para el afianzamiento de sus intereses. No olvidemos a China que sin haber abandonado la política de dictadura del proletariado se ha convertido en un Estado donde la instalación de empresas capitalistas multinacionales, está permitiendo la explotación de los trabajadores que obtienen unos salarios de miseria, en unas condiciones de trabajo inhumanas y todo ello permitido y auspiciado por el Partido Comunista Chino.

2.2.- Los que no fueron capaces de convertirse en una fuerza revolucionaria que acabase con el capitalismo, ni pudieron implantar nunca esa dictadura del proletariado. Con el paso de los años estos partidos comunistas, para poder participar en las instituciones capitalistas, abrazando los mismos planteamientos de los primeros partidos socialistas de infiltrarse en el sistema para acabar con él desde dentro, crearon unas teorías conocidas como eurocomunistas y que no dejaban de ser una socialdemocracia radical que servía como recoveco para aquellos que habían salido desengañados de los partidos socialistas.

En definitiva todos ellos han destruido las ideas de Marx o, como muchos creemos, han demostrado que la toma del poder y el autoritarismo no pueden servir para liberar a los explotados de los explotadores.

Llegados a este punto podemos afirmar que cualquier partido, cualquier coalición, cualquier plataforma, cualquier movimiento social que pretenda cambiar o destruir el capitalismo utilizando las instituciones creadas por este, acabará siendo devorado, engullido, asimilado o destruido por el capitalismo, es una primera conclusión que nos demuestra la experiencia histórica.

No debemos dejarnos engañar por encantadores de serpientes que con el eslogan de poderosas, pretendan utilizar las mismas instituciones capitalistas que ya hicieran, con anterioridad, las diferentes tendencias del marxismo. Participar en las instituciones creadas por un sistema corrupto y depredador como el capitalista es empezar a corromperse, asentarse en las instituciones es colaborar con un sistema de explotación del hombre por el hombre, donde los explotadores capitalistas seguirán explotando a los trabajadores, siendo estos meros instrumentos para conseguir la acumulación de la riqueza por parte de los primeros. No podemos caer víctimas de cánticos de sirena intelectual por los que se nos dice que la participación democrática en círculos de estructura vertical nos permitirá decidir e imponer la voluntad de los de abajo a los de arriba, y menos cuando se piensa que los más preparados, los que han tenido la oportunidad o la decisión de ser universitarios, de tener una carrera o varias, son los destinados a gestionar lo que debería ser autogestionado por el conjunto de la población.

Algunos, en las últimas semanas, han quedado obnubilados por el resultado electoral en las Europeas de Podemos, pero no se han preguntado cómo un grupo, partido, coalición o plataforma pueda ser auspiciada por los medios de comunicación social capitalistas, dándoles horas y horas de discurso en sus medios si todo ello no está controlado y les sirve a los señores del sistema para impedir una verdadera explosión social que haga temblar las estructuras del sistema capitalista. Siempre que el capitalismo ha auspiciado, ha fomentado o ha dado cobertura a un partido, movimiento, plataforma o coalición ha sido porque la tiene controlada o le sirve de contención ante fuerzas o movimientos realmente revolucionarios que les puedan impedir seguir manteniéndose como sistema económico o político. De todas formas me gustaría estar equivocado.

Debemos entender que la lucha no es por una república, por una mayor participación en los sistemas democráticos del capitalismo, por la creación de nuevos Estados independientes, por hacer referendos, por acabar con la monarquía, por quitar del poder al PP o al PSOE, por desbancar a la Merkel, por hacer una Unión Europea más democrática, etc.

La lucha debe ser contra los explotadores, contra los que defienden el sistema económico capitalista, basado en el neoliberalismo, la globalización económica para el libre comercio y la libre explotación de las personas y la naturaleza, lo demás son cortinas de humo que deben ser desalojadas de nuestro entorno para que podamos ver el fuego que nos está intentando destruir.


Apaguemos el fuego y recuperemos la dignidad

El mayor de los males que tiene la humanidad es el poder, mientras exista el poder, existirán los poderosos y mientras existan los poderosos siempre habrá una parte de la población que explotará y dominará a la otra.

El objetivo de la humanidad tiene que ser acabar con el poder sea este económico, político o religioso, ya que una sociedad que acepte el poder nunca podrá ser libre para decidir sobre su presente y su futuro.

Mientras nos sigamos entreteniendo en sustituir un poder por otro y en crear nuevos órganos de poder no estaremos apagando el fuego destructor del capitalismo porque el poder, aunque esté cedido a gobiernos, parlamentos, monarcas, presidentes, partidos o sindicatos, sigue estando en manos de los que tienen el dinero que controla todo lo demás.

Quien tiene el dinero, y por tanto el poder, son los capitalistas (empresarios, especuladores y financieros) y ellos controlan a los parlamentos, gobiernos, monarcas, presidentes, partidos o sindicatos que colaboran en el mantenimiento del sistema que les genera los recursos (salarios, subvenciones, negocios, etc.) que les permiten mantener su estatus y sus estructuras. Pensar lo contrario es querer mantener el poder de los que tienen el dinero, de los que sólo pretenden vivir a costa de la explotación de otros seres humanos.

Todo esto se hace más evidente desde la aceptación de la propuesta neoliberal de globalización económica. En un mundo donde la economía se globaliza dejando que las empresas (grandes empresas que tienen la capacidad de hacerlo) se puedan deslocalizar (trasladarse de unas zonas a otras sin ningún tipo de cortapisa), son estas empresas las que acaban marcando las políticas económicas, sociales y públicas de todos los países que han aceptado esta economía globalizada.

Para que todo esto fuese posible tuvo que haber una aceptación, por parte de los Gobiernos, de esta globalización económica, por lo tanto las formas de gobierno que la aceptaron fueron cómplices necesarias para que se produjese. Entre estas formas de gobierno tenemos tanto repúblicas como monarquías parlamentarias.

La demostración de todo esto lo estamos viviendo, en nuestras propias carnes, desde el inicio de la famosa crisis imperante. Nos hemos hecho expertos en oír hablar de la Troika.

Pero ¿qué quiere decir troika? Según el diccionario de la RAE: troica o troika (del ruso troĭka, der. de troe, trío). 1.- f. En Rusia, trineo tirado por tres caballos. 2.- f. En la antigua Unión Soviética, equipo político dirigente, formado por el presidente de la República, el jefe de Gobierno y el secretario general del Partido Comunista. 3.- f. Especialmente en el ámbito político, equipo dirigente o con labores de representación integrado por tres miembros.

Estas son las definiciones que tenemos y de ellas podemos sacar unas conclusiones que nos demuestran más a las claras la utilización del capitalismo de cualquier recurso, aunque estuviera creado por sus peores enemigos. Algo que era habitual en la URSS, esta sirviendo al capitalismo para crear organismos de control, descontrolado.

Si la troika, según la RAE, se identifica, sobre todo, con el control y el poder político; en la actual globalización económica la Troika se identifica con el poder económico, así podemos ver definiciones de diferentes Troikas:

1.- Troika Financiera: En el marco de la crisis europea, la Troika engloba a tres instituciones: la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI)

2.- Troika Mundial: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, hay algunos autores que incluyen junto con estas tres a las agencias de rating.

Las obsesiones de la Troika son los sueldos, las horas laborales y los gastos sociales, preservando sólo los intereses de los más adinerados.

Los intereses de los acreedores privados, bancos y otras instituciones financieras también se ven favorecidos al pasar la deuda a manos públicas. De esta forma, ésta se consolida, crece a niveles insostenibles y requiere medidas de austeridad y reformas económicas extremas.

Si vemos quiénes forman parte de las troikas podremos descubrir que son los mismos que están velando o vigilando que el neoliberalismo se imponga en todo el mundo, que la globalización económica permita que las grandes corporaciones multinacionales, sean estas industriales o financieras, controlen a través de la Troika a los gobiernos nacionales o regionales que, en su día, permitieron que la globalización económica dejase de ser un deseo neoliberal y pasase a ser una realidad del neoliberalismo en el mundo. Si no perdemos de vista esto entenderemos perfectamente que la democracia capitalista está en manos no de las personas que votan o que participan en el sistema, sino de estas troikas financieras y mundiales que cumplen los deseos de esas grandes corporaciones industriales, comerciales y financieras.

Desde esta visión podemos ver y entender que los gobiernos, sean estos de un país republicano o monárquico, no tienen poder de decisión ya que han aceptado el juego y han perdido, aunque hayan conseguido grandes prebendas económicas y puestos en consejos de administración de esas corporaciones. Pero el problema es que los verdaderos perdedores somos todos los trabajadores asalariados, los trabajadores autónomos, los pequeños industriales, los comerciantes ya que su única salida será plegarse a los deseos de las grandes corporaciones transmitidas por las respectivas troikas que imponen las políticas sociales y económicas que deben regir en una sociedad de economía globalizada y regida por los principios del neoliberalismo.

De ahí que veamos cómo cuando las grandes empresas industriales, financieras o comerciales, entren en crisis, los gobiernos tienen que salir a su rescate, inyectando dinero público y endeudándose. Esa deuda es considerada negativa por las troikas e imponen recortar el gasto público en servicios sociales, en salarios y en servicios públicos, para controlar la deuda, deuda que es financiada por los bancos a un interés muy alto, porque las instituciones que forman parte de la Troika, dan dinero a los bancos para que se lo presten a los Estados a un interés muy superior al que se lo han dejado, cuando se nos decía que ese dinero entregado a bajo coste a los bancos era para revitalizar la economía y facilitar préstamos a la gente. Todo mentira, lo que se hizo es recapitalizar a los bancos con dinero público y, posteriormente, dejar que los bancos hiciesen negocio con el dinero de todos los ciudadanos de Europa.

En definitiva, cuando el poder político no existe o está en manos del poder económico, se hacen innecesarios los gobiernos y las instituciones de los Estados ya que estos han dejado de existir para ser simples mercados donde campan los grandes mercaderes mundiales. Ante esta situación pensar en cambiar de un sistema político de monarquía constitucional a una república o declararse independiente de un país más grande, o presentarse a las elecciones para cambiar las cosas desde dentro, no es más que desviar la atención y no atajar el fuego.

El fuego es el capitalismo y la única forma que tenemos para no acabar abrasados por él es destruirlo, para destruirlo no lo vamos a poder hacer desde dentro, ya que el control de los medios represivos y coercitivos están en manos de los que les pagan. Debemos saber que los ejércitos y la policía se plantean en el capitalismo como defensores del orden establecido y de la propiedad privada, si el orden está establecido por las troikas y las propiedades son de las grandes corporaciones financieras, industriales y comerciales ¿a quién defenderán la policía y los ejércitos?

Como siempre defenderán a los propietarios, a los explotadores y masacrarán a los explotados, a los trabajadores, después se escudarán en órdenes recibidas y en que ellos están cumpliendo con su trabajo y defienden el pan de sus familias.

Con todo esto quiero decir que si un partido, un gobierno, un sindicato o quien sea se sale del camino marcado y quiere romper con esa globalización que nos controla, será puesto en vereda de la forma que sea aunque, para ello, tengan que acabar con la falsa democracia que tenemos e imponer una dictadura militar o un Estado totalitario que reconduzca la situación.

Por lo tanto nuestra única solución es la organización popular, que no se deje embaucar por los sistemas introducidos y fomentados por el capitalismo (sus elecciones), que cree unas experiencias de lucha solidaria y de formas de vida basadas en el apoyo mutuo, donde la autogestión desplace a la dirección en la gestión, donde la organización horizontal desbanque a cualquier tipo de verticalismo y que preparen el terreno a una nueva sociedad donde cada uno aporte según su capacidad y a cada uno se le ofrezca según su necesidad, entendiendo necesidad no la acumulación sino lo necesario para vivir con dignidad y sin penurias de ningún tipo.

Definitivamente es necesario que nos demos cuenta que no estaremos derrotados si somos capaces de seguir en lucha, sin plegarnos a los deseos de troikas y corporaciones globalizadoras y neoliberales, mientras nos mantengamos así podremos ser capaces de apagar el fuego capitalista, seguiremos siendo el agua que apaga sus llamas, dejemos de utilizar acelerantes del fuego que, en este caso, son las elecciones, las luchas parciales (sólo lucho por lo que me afecta o me gusta), las luchas de división (nacionalismos, formas de gobierno) y unámonos todos los explotados contra la explotación y los explotadores, o sea, contra el capitalismo, su globalización económica y la destrucción programada del planeta o de un gran número de sus habitantes.

Todo el mundo se suele mover, se suele manifestar como amante de su patria y de su familia y, posiblemente es tan lógico que lo tendremos que aceptar pero sin olvidar que ambas cosas son una unidad, pero teniendo claro siempre que: Mi patria y mi casa es el mundo y mi familia la humanidad.

Si somos capaces de hacer calar eso en la mente de los seres humanos estaremos unidos contra el capitalismo depredador que quiere, únicamente, acumular fortuna a costa del planeta (nuestra casa), de su patria (nuestro mundo) y vendiendo a su familia (la humanidad) y conseguiremos ser libres de forma integral, sin poderes que nos exploten y nos esclavicen.

Empecemos, practiquemos, ejemplifiquemos... por la anarquía.


Manuel Vicent


Publicado en el número 314 del periódico anarquista Tierra y libertad (septiembre de 2014)