Yo también estoy en contra del aborto
Yo también estoy en contra del aborto
Parto de la premisa que no puedo practicar un aborto porque no tengo los conocimientos para ello, pero lo haría porque estoy a favor de la vida digna para todas las personas.
Parto de la realidad que no se me puede practicar un aborto porque soy hombre y, de momento, no puedo tener la sensación de saber qué significa incubar una nueva vida en mí cuerpo.
Son cosas de la naturaleza imperfecta que tenemos los humanos, esos seres perfectos hechos a la imagen de un dios que nadie conoce, si fuésemos hermafroditas igual entenderíamos algo sobre este tema, al igual que tendríamos menos problemas para entender la naturaleza de aquellos a los que discriminamos por ser homosexuales o lesbianas. Si fuéramos hermafroditas no tendríamos esos problemas mentales que nos genera no entender o no querer entender a las personas que tienen otras inclinaciones sexuales que no sean las marcadas por la moral puritana religiosa o sectaria de sociedades que no aceptan la libertad individual.
No, no me gusta el aborto como tampoco me gusta que a las personas se les deje sin medios de subsistencia; como tampoco entiendo como se puede desalojar a las personas de sus casa por problemas económicos y se les obligue a vivir en los coches, en las calles o debajo de un puente; como tampoco entiendo como a las personas se las deja morir de hambre en el mundo mientras sobra la riqueza para que todos puedan vivir dignamente; como tampoco entiendo como habiendo superproducción alimentaria se destruyan los excedentes sin alimentar a toda la población mundial; como tampoco entiendo como en nombre de Dios se pueda hacer guerras; como tampoco entiendo como si Dios es uno hay tantas religiones o sectas diferentes que persiguen o denostan a los que no practican su dogma; como tampoco entiendo que no se garantice la vida digna de las personas mayores cuando dejan de ser productivas para el sistema económico o para la sociedad; como tampoco entiendo como se despide a las personas de sus trabajos generando una bolsa de millones de parados mientras se aumentan las horas de trabajo de los que no son despedidos; como tampoco entiendo que se estén bajando los salarios de los que trabajamos mientras se permite que las grandes corporaciones industriales y financieras aumentan sus ganancias todos los años; como tampoco entiendo que se reduzcan las ayudas a la dependencia y se les encamine hacia la muerte rápida; como tampoco entiendo como los curas hablen sobre sexualidad cuando su religión les impide practicarla; como tampoco entiendo que lo primero es pagar las deudas y después la vida de las personas; como tampoco entiendo como somos capaces de vivir en una sociedad que tiene tantas carencias y que las damos como necesarias o como el mal menor; como tampoco entiendo como nos creemos las mentiras de los políticos o si no nos las creemos sigamos sin darles con el zapato en la boca; como tampoco…
Una ley antinatural y antisocial
No estoy a favor del aborto y por lo tanto no estoy a favor de la nueva Ley de Gallardón
La Ley de Gallardón me parece antinatural y antisocial, porque atenta contra la libertad de las personas.
Es una ley antinatural porque no tiene en cuenta la libertad en la decisión de parir o no parir a las únicas que tienen capacidad de decidir, o sea a las personas que están embarazadas, o sea no tiene en cuenta a las mujeres que son las únicas que pueden concebir a un nuevo ser. Igual Gallardón es el único hombre que tiene la capacidad de sentir y saber lo que experimenta la mujer cuando decide parir un hijo o interrumpir un embarazo, como creo que no es así lo posible es que tenga un problema mental, mezcla de:
-Una moral machista por su condición de hombre, que le impide considerar a la mujer como una persona inteligente y con capacidad de raciocinio.
-Una moral religiosa por su condición de militante de una secta que considera a las mujeres como seres perversos, malévolos y astutos que fueron las causantes de la condenación humana impuesta por Dios a través del pecado original paradisíaco.
-Una moral antinatural dictada por la economía que condena a las mujeres como seres secundarios en la producción por ser responsables de la cría de hijos para que abastezcan el mercado de productores para el sistema aunque después sean dejados en paro y sin lo necesario para subsistir.
Suponiendo que los dirigentes del partido gobernante tienen estos problemas mentales no podemos esperar que entiendan que las mujeres son seres inteligentes, libres, y con una conciencia moral superior a la del hombre a la hora de defender la vida que engendran en su interior para alumbrarla después de muchas semanas de gestación.
No son capaces de entender que la mujer no quiera traer una nueva vida a un mundo en el que su hijo tenga que vivir de la caridad; lo tenga que hacer en un coche o debajo de un puente; lo tenga que hacer con deformación terribles que le causarán ser un marginado social ya que, esos mismos gobernantes, le han retirado las ayudas para poder tener una vida digna; lo tenga para que lo dé en adopción a una familia rica para que no tenga que sufrir los riesgos de un embarazo no deseado; lo tenga para que no pueda estudiar ni desarrollarse intelectualmente por no poder acceder a los estudios por problemas económicos al no tener acceso a las becas que han quitado; lo tenga para que sea carne de cañón trabajando por 300 euros al mes; lo tenga para sufrir por ver que no puede darle una vida digna; lo tenga para…
No se puede arrebatar el derecho al aborto cuando las desigualdades sociales solo hacen que incrementarse, cuando no se asegura la protección de las personas dependientes, cuando no se garantiza la vida digna de los seres humanos, cuando no se…
Derecho a la vida digna
El derecho a la vida no puede ser defendido por aquellos que les importa un carajo que la gente: se muera de hambre; se quede sin casa; se quede sin recursos durante su vejez; se quede sin ayudas sociales cuando es dependiente; se quede en paro cuando les interese a los poderes económicos; se vea obligado abandonar su lugar de nacimiento por los intereses económicos bastardos de las corporaciones multinacionales; se vean obligados a la emigración por no tener garantías de vida en su lugar de nacimiento; se vean mutilados por saltar vallas fronterizas guardadas con concertinas para evitar su acceso a una vida mejor; sea marginada por su condición sexual; sea perseguida por no ser practicante de la religión; sea perseguida por luchar contra la injusticia; sea perseguida por sublevarse contra la corrupción y el robo legal de las instituciones y de las grandes corporaciones; se quede sin trabajo y sin sustento para poder subsistir; se quede sin techo en el que poder cobijarse; se quede sin atención sanitaria por no poder pagarla; se quede sin atención por ser viejos y no poder satisfacer el precio de los medicamentos.
El aborto sería rechazable si se repartiese la riqueza; si se asegurase la vida digna para todas las personas sea cual sea su condición; si existiese una verdadera igualdad de oportunidades; si no hubiese nadie que quedase excluido por el hecho de quedarse embarazada; si no se coaccionase a la mujer con el paro si pretende tener hijos; si la maternidad estuviese apoyada con colegios infantiles gratuitos donde poder dejar a los hijos mientras desarrolla su actividad productiva; si se asegurase sus atención médica gratuita durante toda su infancia y el resto de su vida; si se le asegurase la educación integral durante todo su vida; si se garantizase una renta básica universal que le permitiese vivir dignamente; si se le asegurase una vivienda digna sin poder ser desahuciados; si se le garantizase que por su condición sexual no serían estigmatizados por los cuervos negros ni por el estado; si se les tratase como personas y no como mercancía o esclavos durante toda su vida; en definitiva si se garantizase una vida digna a cada persona del mundo y esa dignidad no estuviera condicionada al dinero que se tiene o se pueda tener.
Utopía versus realidad
Si esto que deseo es una utopía, también será una utopía que no haya abortos en el mundo.
Si esto que pido es una utopía es inmoral una ley antiaborto como la propuesta por Gallardón, defendida por Rajoy y bendecida por la Conferencia episcopal.
Si esto que pido es una utopía es inhumano obligar a tener hijos no deseados.
Si esto que pido es una utopía es un atentado a la inteligencia de la mujer obligarla a reflexionar para realizar una interrupción del embarazo.
Si alguien piensa que una mujer no reflexiona sobre ello, y no es una carga que tiene sobre su conciencia durante toda la vida, demuestra que es un gobernante sin sentimientos, sin escrúpulos y sin humanidad, o es un individuo educado en una cultura de la muerte como la generada por el fascismo franquista que les ha hecho ver los asesinatos del régimen como algo inevitable y necesario para la pureza de la raza, en definitiva no entienden que la mujer reflexione sobre su decisión a interrumpir el embarazo porque ellos nunca han reflexionado sobre el genocidio que se cometió en España durante 40 años de dictadura, todavía no han sido capaces de denunciarlo ni de perseguir a los asesinos y torturadores. ¿Qué se puede esperar de seres tan perversos?
Si esto que pido es una utopia, es un crimen contra la humanidad querer que se traigan niños al mundo para ser arrebatados a sus madres y que los disfruten los ricos del mundo, o tener hijos para que sean carne de cañón de la economía mundial que no mira por el bienestar de la humanidad sino por el bienestar de unos pocos elegidos.
Si esto que pido es una utopía es por que no hemos aprendido que el mundo no es un valle de lágrimas como proclaman las religiones genocidas, por que el mundo no puede ser para el regocijo de unos pocos mientras los demás, con cadenas o sin cadenas, somos esclavos de la maldición divina de vivir para el trabajo, en vez de trabajar para poder vivir, por que no hemos aprendido que el mundo es nuestra patria y nuestra familia la humanidad, el día que entendamos esto no legislaremos contra el aborto porque habremos abortado la injusticia del mundo.
Si hay libertad para vivir, si hay libertad sexual es una aberración que se castre a las mujeres en su capacidad de saber cuando deben ser madres y cuando no.
Seguro que si los hombres pariésemos habríamos instituido el aborto como una ley divina y habría estado escrita en todos los libros sagrados del mundo.
La Ley antiaborto es la demostración de que en España todavía siguen en las conciencias los tribunales de la “Santa” Inquisición que condenaban a las mujeres acusándolas de brujas, porque quienes juzgaban no entendían la naturaleza de la mujer por ser hombres que se guiaban por un dogma religioso creado por hombres, hoy se siguen haciendo leyes al antojo de hombres que se guían por el mismo dogma.
Ante todo esto cabe preguntarse que harán los médicos, ¿practicarán la objeción de conciencia a la nueva ley como presión ante su incongruencia? Me gustaría saber si constituyen en una gran marea de defensores de la libertad de las mujeres a poder decidir sobre sus cuerpos y sus vidas o se convertirán en meros espectadores que favorecerán, con su silencio que una ley castrante se implante sin más.
Si las mujeres son las que paren son ellas quienes tendrán la última palabra, lo contrario es dejarles como personas de segunda categoría, que no tienen la misma libertad que el resto de individuos (los hombres) ya que si estos pueden decidir sobre como vivir su vida, las mujeres deben tener el mismo derecho.
Grupo Libertad
Publicado en el número 308 del periódico anarquista Tierra y libertad (marzo de 2014)