Los días 11 y 12 de noviembre de 2005 se ha celebrado en el Teatro Gentile de Fabriano (Italia) el congreso internacional de estudios “Luigi Fabbri. Vita e idee di un intellecttuale anarchico e antifascista (Fabriano 1877 – Montevideo 1935)”. El encuentro ha constituido el momento culminante de un proyecto más amplio, diseñado en 2003 con el fin de recordar la figura y la obra del anarquista italiano con ocasión del setenta y cinco aniversario de su muerte. Tal proyecto –promovido por el municipio de Fabriano (Fabbri nació en esta población del interior de Las Marcas) en colaboración con la Biblioteca Franco Serantini de Pisa y con el Instituto Regional para la Historia del Movimiento de Liberación de Las Marcas– se acompañó de otras dos iniciativas. En primer lugar la inauguración de una lápida en recuerdo de Luce Fabbri, colocada en una de las calles de Fabriano, cerca de la que la ciudad quiso dedicar en los años 50 a su padre, Luigi. En segundo lugar la publicación del volumen de Luigi Fabbri Epistolario. Ai corrispondenti italiani ed esteri (1900-1935) (edición de R. Giulianelli, ediciones BFS, 528 páginas). Presentado la víspera del Congreso, este libro recoge 357 cartas enviadas por Fabbri a los principales exponentes del anarquismo en las primeras décadas del siglo XX (J. Guillaume, E. Malatesta, A. Berkman, A. Borghi, D. Abad de Santillán, S. Flechin, M. Steimer, U. Fedeli, L. Bertoni, M. Nettlau, R. Schiavina, etc.), así como a figuras destacadas de la cultura y de la política europea ajenas al movimiento libertario (R. Michels, M. Nacht, A. Ghisleri, C. Rosselli, etc.).

El Congreso, del que se publicarán próximamente las actas, ha contado con la participación de algunos de los principales especialistas en historia del anarquismo tanto de Italia como del resto del mundo. El objetivo de los organizadores fue profundizar en el conocimiento de una de las figuras más polifacéticas del panorama libertario y antifascista italiano. Andando el tiempo se consolidó la imagen –solo en parte verdadera- del fiel colaborador de Malatesta, excelente propagandista y organizador de periódicos, grupos y actos públicos, pero escasamente original en el ámbito de la pura especulación. Sin embargo, alguna de sus intuiciones, particularmente las referidas al bolchevismo y al fascismo, lo colocan en la vanguardia de los pensadores de su época, y no solamente entre los anarquistas. Su misma acción política, sin duda influida por la cercanía espiritual hacia quien él consideró siempre como su mejor amigo y maestro, no aparece como seguidismo ciego de las instancias reivindicadas por Malatesta, de quien Fabbri supo también distanciarse en algunos aspectos nada irrelevantes (por ejemplo en la utilización de la “violencia política”).

El Congreso ha servido también para redefinir los perfiles de este pensador, y lo ha hecho a través de once ponencias, cada una de ellas centrada en un aspecto particular de su actividad como militante libertario. A Giampietro Berti le ha correspondido la tarea de proporcionar las primeras coordenadas generales para situar correctamente a Luigi Fabbri en la historia del movimiento anarquista mundial. Roberto Giulianelli, en cambio, se ha centrado en sus años juveniles, los de su formación cultural y política, mientras que Giorgio Mangini ha afrontado el interesante tema de las relaciones entre Fabbri y el republicanismo, centrándose particularmente en la ligazón que el anarquista fabrianés trabó con Arcangelo Ghisleri. Santi Fedele –autor del texto sobre Fabbri inserto en el reciente Dizionario biografico degli anarchici italiani– ha tratado una de las cuestiones más estimulantes, la opinión expresada por el propio Fabbri sobre la Revolución de Octubre y el consiguiente nacimiento de la URSS.

La segunda jornada se abrió con la ponencia de Maurizio Antonioli sobre la fascinación que durante cierto período a inicios del siglo XX, ejerció el sindicalismo sobre el anarquista italiano. Alessandro Luparini ha reflexionado sobre la postura asumida por éste sobre la Primera Guerra Mundial y los efectos, humanos más que políticos, producidos en él con el comienzo del conflicto. Su más relevante y larga aventura editorial –nos referimos evidentemente a la revista Il Pensiero, publicada entre 1903 y 1911- ha sido el objeto de la intervención de Massimo Ortalli, al que han seguido las contribuciones más técnicas, aunque fundamentales en el ámbito de la investigación historiográfica, de Giampiero Landi y Fiorenza Tarozzi sobre el “Fondo Fabbri” existente en la Biblioteca dell´Archiginnasio de Bolonia, y de Kees Rodenburg sobre el archivo personal del propio Fabbri, hoy custodiado por el Internationaal Instituut voor Sociale Geschiedenis de Ámsterdam. Marco Palla y Gaetano Manfredonia han concluido la travesía ilustrando sendos pasajes decisivos en la vida y en la actividad política del libertario fabrianés: su valoración del fascismo en los años en que todavía no se había convertido en el “régimen” de Italia (Palla) y el exilio en Francia, causado por su rechazo a prestar juramento al gobierno de Mussolini (Manfredonia).

Es dificil hablar de Luigi Fabbri sin hacerlo también de Luce, que fue su afectuosa biógrafa, pero sobre todo quien compartió con él la experiencia de la emigración y una fe política que para ambos se reveló extraordinariamente fecunda. No es de extrañar, pues, que en el programa se hayan incluido tres ponencias (Margareth Rago, Lorenzo Pezzica, Paolo Finzi) dedicadas a la figura de Luce. El Congreso –completado con sendas comunicaciones de Stefano Gatti y Francesco Spedaletti sobre el tiempo que pasó Luigi Fabbri en su ciudad natal- ha contado con la participación de un público muy numeroso, entre el que destacaba la presencia de muchos estudiantes.

Esta recensión fue publicada por primera vez en Germinal. Revista de Estudios Libertarios núm.1 (abril de 2006)

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