Dossier sobre el Encuentro LA EDUCACIÓN POPULAR y nosotros/as que la queremos tanto, del 10 de mayo 2003 en la Escuela Popular de La Prospe

 

UN POCO DE HISTORIA...
La idea de organizar este Encuentro surgió, como cualquier cosa que valga la pena, en la barra de un bar. Entre caña y caña, gentes de la editorial sevillana Atrapasueños (que estaban de visita por Madrid) y gentes de la Escuela Popular de La Prospe, intercambiábamos impresiones e ideas sobre un libro en el que ambas habíamos colaborado. “La propuesta de la educación popular”, aunque en ese momento aún no estaba terminado, reunía 4 textos de diferentes proyectos de educación popular, de Buenos Aires (Agrupación “La Dignidad Rebelde”), Sevilla (Aula de Educación de Adultas “El Pozo” del barrio de Coria del Río, y el Centro de Educación de personas adultas “Manolo Collado” del barrio Parque de Alcosa) y Madrid (un texto sobre nuestra experiencia en la Escuela Popular de personas adultas de Prosperidad, titulado “La educación popular y nosotr@s que la queremos tanto. El caso de La Prospe, una experiencia pedagógica y social viva”).
Al calor del encuentro (sin duda avivado por más de una caña), el diálogo derivó hacia el interés de hacer una buena presentación del libro en la propia Escuela de La Prospe, aprovechando lo cual se podía reunir a gente interesada en el tema. Hace algunos años que ha desaparecido prácticamente la coordinación entre las escuelas populares madrileñas, e incluso el contacto. El libro podía ser una buena excusa para volver a abrir un espacio de encuentro, que tanto se necesita. Antes de despedirse, quedaron trazadas algunas ideas (que viniera gente de Sevilla que habían colaborado también en el libro, invitar a escuelas populares y a otros centros o colectivos de cultura popular de Madrid para presentarnos y conocernos), y muchas ilusiones. La cosa quedó en el aire, pero se fue tejiendo a largo de los siguientes meses a través del correo electrónico, del teléfono y de alguna que otra nueva visita mutua.
Finalmente, tras varios aplazamientos, el Encuentro fue organizado por La Prospe para el sábado 10 de mayo de 2003, a partir de las 11h30 de la mañana, y hasta las 19h30. Pero en el último momento, una semana antes, supimos que el libro no iba a estar disponible, pues problemas con la imprenta posponían su parto definitivo a fechas posteriores. Y finalmente, las gentes de Sevilla prefirieron posponer su visita hasta la futura presentación del libro. Aún con todo, seguimos adelante con la idea de encontrarnos, y esto fue lo que parimos...
(Sigue una recolección de textos, transcripciones de grabaciones y de actas de debates)

(Texto escrito para su publicación en algunos medios de contrainformación interesados por el Encuentro, como el Periódico de Contrainformación Molotov, o la publicación Noticias Positivas)

¡Conspiración en las aulas!
Impresiones sobre el Encuentro LA EDUCACIÓN POPULAR y nosotros/as que la queremos tanto, del 10 de mayo 2003 en La Prospe.

La “excusa” para encontrarnos en la Escuela popular de La Prospe, iba a ser la presentación del libro “La propuesta de la educación popular”, de la editorial sevillana Atrapasueños. Los sueños atrapados en sus páginas son proyectos educativos de Buenos Aires, de Sevilla (escuelas de adult@s del Parque de Alcosa y de Coria del Río) y de Madrid (un texto escrito por y sobre la experiencia de La Prospe).
El libro no pudo estar, por retrasos en las rotativas, pero seguían vivas las ganas de encontrarse y debatir en torno a eso que queremos tanto. Asistieron gentes de numerosas escuelas populares y/o de adult@s de Madrid (Al Alba, Barrio del Pilar, La Cornisa, Oporto, Los Pinos de San Agustín, Pueblo de Vallecas), así como de otros colectivos y centros sociales (La Biblio, CNT sección enseñanza, Colectivo No Violencia y Educación), y otras personas, hasta llegar a la treintena de inspirad@s conspiradores/as.
Por la mañana fuimos presentándonos unos cuantos proyectos, abriendo ya algunas líneas de debate. Por la tarde nos centramos en torno a 4 temas de debate: ¿qué es la cultura popular?, Evolución de la educación popular, Diferencias con la educación institucional y La educación popular en su entorno local (el barrio).
Lo más interesante del encuentro fue vivir como lo que nos unía eran precisamente nuestras diferencias. Conocer, darse a conocer, aprender, abrirse y abrir, poner en común. Flotaba la experiencia de las escuelas, con décadas de actividad educativa (y “freiriana”) a sus espaldas, tan diferente al trabajo de colectivos sociales y sindicales en los márgenes del sistema educativo estatal, tan diferente a propuestas como la “alfabetización digital” (informática) o la “alfabetización en lectura crítica de los medios de comunicación”. Todo tan diferente y estimulante. El encuentro de la diferencia puede significar desencuentro, incomprensión, vacío, o al contrario, riqueza, creatividad, progreso. Ese sábado en La Prospe yo creo que respiramos sobre todo lo segundo, porque nos animaba eso que queremos tanto: hacer educación popular.
No era esta una reunión para llegar a conclusiones o respuestas, sino más bien para (re)conocernos y (re)plantear las preguntas, que no es poco. ¿Qué diferencia una escuela popular de un centro social okupado? ¿se puede hacer educación popular en un instituto público? ¿existen hoy en día barrios?, y si no, ¿habría que reinventarlos? ¿qué vigencia tiene hoy y aquí la pedagogía de la liberación de Freire? Ya sabemos tod@s leer y escribir, pero ¿qué nuevos analfabetismos funcionales están surgiendo? ¿cómo abordar la problemática inmigrante desde la educación popular?
Hace años que la educación popular madrileña quedó huérfana de estructuras y momentos de coordinación y coincidencia. Este encuentro no aspiraba a ser más que lo que su nombre indica, pero se respiraba (incluso se conspiraba) futuras colaboraciones, ilusionantes contaminaciones mutuas y colectivas. En el aire quedaron la posibilidad de y el relevo para organizar futuros re-encuentros. ¡Que no se lo lleve el viento! ¿La presentación del libro de Atrapasueños puede ser de nuevo una buena “excusa” (pero ahora de verdad) para que la educación popular vuelva a atraparnos junt@s a aquell@s que la queremos tanto?
Permanezcan a la escucha…
Salud y alegría.
Escuela Popular de Prosperidad
@:
prospe@nodo50.org
c/Luis Cabrera, 19 – 28002 Madrid.
tlf: 91 562 70 19

¡EL LIBRO YA HA SALIDO!
L@s interesad@s por “La propuesta de la educación popular”, podéis contactar con:
Editorial Atrapasueños (Sevilla): 954 760 443 –
atrapadas@terra.es

LAS PRESENTACIONES DE COLECTIVOS Y DE PROYECTOS:
Se invitó a 6 proyectos a presentarse, es decir, a contarnos su trayectoria y principios, así como a ir avanzando ideas en torno a las 4 cuestiones que propusimos desde La Prospe como vertebradoras del debate general del Encuentro, que eran:
¿Qué es la cultura popular?
Evolución de la educación popular
Diferencias con la educación institucional y
La educación popular en su entorno local (el barrio).
Se pedía a cada colectivo que su exposición no superara los 20 minutos.
Sigue la trascripción adaptada y resumida de las grabaciones de las presentaciones de proyectos de educación popular que se desarrollaron por la mañana de 12h a 15h.
Pablo, CNT Sección Enseñanza:
“Aunque soy de la CNT, soy muy disciplinado y muy obediente, y voy a intentar seguir la propuesta de debate hecha desde la escuela de La Prospe sobre: ¿qué es cultura popular? ¿cuál ha sido la evolución de la educación popular en estos últimos años? ¿cuáles son nuestras alternativas educativas? ¿y su vinculación con el barrio?
Lo primero que habría que definir es qué es cultura y qué es popular. Es mucho más fácil definir qué no es cultura, que dar una definición positiva. Para nosotros cultura no es sólo instrucción, no es sólo lo que se entiende por conocimientos académicos, aunque también los incluya. Cultura tampoco es sólo un aprendizaje memorístico de nombres, fechas, acontecimientos, etc., lo que se suele entender cuando se dice que alguien ‘tiene una cultura muy amplia’, pero también incluye esos conocimientos. La cultura tampoco es, como a veces se entiende desde el elitismo, un cierto gusto artístico, normalmente muy clásico y un tanto forzado, aunque este también forma parte de la cultura.
¿Qué entendemos entonces por cultura? Esta sería para nosotros la suma de habilidades y conocimientos que nos permite, por una parte, adaptarnos al medio en el que estamos, por otra parte disfrutar de él (algo que a menudo se olvida, el goce y el disfrute también forman parte de la cultura), y, lo que para nosotros es muy importante, también nos capacita para transformar ese medio en el que estamos. Muchas veces no se le da la suficiente importancia dentro de la cultura a ese espíritu crítico que permite, no solo adaptarnos al medio, sino sobre todo transformarlo. La cultura es por lo tanto una especie de fondo común para todos nosotros que va más allá de la instrucción o de la educación formal.
¿Qué es popular? Estaremos de acuerdo que ‘popular’ no significa ‘del Partido Popular’, como últimamente quieren darnos a entender. Pero es cierto que en muchas ocasiones lo popular se asocia inconscientemente con aspectos conservadores. Es gracioso ver cómo actualmente la TV muestra como cine popular por ejemplo el que nos ponen en el programa ‘Cine de barrio’. Se supone que las películas de este programas son taquilleras, y observamos que siempre son reaccionarias, machistas, un reflejo absolutamente ‘maravilloso’ de un franquismo light; se supone que eso es lo popular, lo que vende, lo que hay. Y otras muchas veces se califica como popular una imagen inmutable y tradicional de la cultura: los toros son ‘cultura’, y ‘cultura popular’, muy viva en todos los pueblos.
Bueno, pues claro, para nosotros popular no es eso, popular quiere decir del pueblo, algo que huye del elitismo, consciente o inconsciente. Para nosotros la cultura es popular si fomenta el desarrollo crítico y autónomo del individuo y de su clase social, como clase trabajadora. Eso es para nosotros cultura popular.
Históricamente, para la CNT desde su fundación en 1910, y para el movimiento libertario de antes y después, la educación y la cultura popular han sido fundamentales, han sido quizás un elemento que nos ha diferenciado y distinguido de otras corrientes políticas, sociales o ideológicas. De hecho, muchos interpretamos que si en España el anarquismo ha tenido una implantación y una pervivencia mucho mayor, se debe precisamente a esta vinculación con la cultura popular. Aquí en España la corriente anarquista no ha tenido nunca grandes ideólogos, ni grandes activistas, ni nada por el estilo, sino una dedicación fundamental a la cultura popular, a la cultura de barrio, materializada en una amplísima red de ateneos, grupos de teatro, grupos excursionistas, naturistas, esperantistas, etc. (hasta clubes de ajedrez). De manera que un trabajador que quisiese hacer cualquier tipo de actividad, que tuviese cualquier interés de tipo cultural, podía desarrollarlo en alguna organización vinculada al movimiento anarquista, a la clase trabajadora y a los sectores populares. Eso ha sido además lo que ha permitido la supervivencia de la CNT. En los momentos más duros de ilegalización y represión de los sindicatos y organizaciones políticas, donde se ha refugiado la clase trabajadora con sus ideas ha sido en esa amplísima red de todo tipo de grupos culturales.
¿Cuál ha sido la trayectoria de la educación y de la cultura popular? A principios del siglo pasado, la educación popular se entendía como una especie de sustitutivo de la educación reglada oficial, para cubrir las carencias educativas allí donde esta última no llegaba por cuestiones de edad u otras, porque los trabajadores tenían que empezar a ir al campo, a la mina, a la fábrica a los 7 u 8 años. Durante la posguerra y la represión, toda esta red educativa alternativa pasa a la clandestinidad, pero a partir de los 70 resurge en dos sentidos: como vía de capacitación para las clases populares, que fueron marginadas por el franquismo, pero también para transmitir conocimientos que estaban fuera del sistema, siendo a veces incluso refugio y ‘tapadera’ para actividades políticas y sociales. Toda una serie de conocimientos que se ocultaban a las clases populares eran difundidos desde estos centros de cultura popular: desde los métodos anticonceptivos hasta el teatro de Lorca.
Pero desde ese momento, sobre todo desde la llegada de los partidos políticos de izquierdas a los ayuntamiento, y del PSOE al gobierno, toda esa red e iniciativas, colectivos y personas, que surgían desde abajo y que se desarrollaban y alimentaban de forma autónoma y autogestionaria (cosa que para nosotros es fundamental), fueron absorbidas por el sistema. Los restos que quedan ahora de todo eso ya están viviendo básicamente de subvenciones: universidades populares, patronatos y toda una amalgama de centros municipales actuales. Y esa base que tenía originariamente la educación popular, esa vinculación con las clases populares, pues eran estas mismas las que organizaban y gestionaban sus propios centros, eso es lo que se ha perdido hoy en día. El poder, que nunca es bondadoso, ni nada por el estilo (nosotros nos somos ‘rousseaunianos’), ha convertido “la educación popular” de las universidades populares en cursos de ganchillo, y cosas así; una visión muy tradicional totalmente impensable en los 70. Muchos de esos conocimientos críticos y alternativos, propios de la educación popular en sus inicios, hoy en día han desaparecido.
Y ese deterioro de la educación popular puede actualmente agravarse. La vigente ley de educación está expulsando del sistema a muchísima gente, incapaz de alcanzar ni siquiera los objetivos educativos mínimos impuestos. El círculo se está cerrando cuando muchos centros de adultos dependientes del ministerio o consejerías de educación, vuelven a convertirse en meros sustitutivos de la instrucción que el Estado ya no cubre. Ya no va sólo gente mayor para sacarse el Graduado escolar, ahora se están llenando de chavales de fracaso escolar, de 19 ó 20 que han acabado la educación obligatoria sin lograr su título y que acuden a estos centros porque es más fácil conseguirlo ahí. Se está así degradando la educación formal y los centros de adultos, y lo que es más grave, se está sustituyendo la educación popular por mera instrucción de bajo nivel. Están así extinguiendo el concepto de autogestión de la cultura por los que la hacen y por los que la necesitan”.

Colectivo No-violencia y Educación
Marijose:

“Comenzaremos presentándonos. Nuestro colectivo surge en el 88, a partir de gente que trabajábamos en escuelas, y que veíamos que la educación formal no daba realmente cabida a otro tipo de cosas como las que acaba de comentar el compañero de la CNT. Así que decidimos organizarnos como colectivo y comenzar a trabajar temas de lo que llamábamos entonces “educación para la paz”, entendiendo esta como un medio para trabajar por una cultura diferente.
Partiendo de esto, comenzamos a tocar todo tipo de temáticas, desde educación para la solidaridad, a partir del 92 comenzamos a abordar la interculturalidad, etc. Los comienzos fueron bastante espontáneos, pues hacíamos un poco lo que se nos iba ocurriendo, sin vinculaciones con otros movimientos ni partidos, ni nada. Pero poco a poco nos fuimos acercando a los movimientos antimilitaristas, participando como activistas en campañas a favor de la insumisión, la objeción fiscal, etc. Dentro de esto fuimos enmarcando nuestra visión de la educación para la paz, no sólo como una iniciativa para acabar con los uniformes, los tanques y las guerras, sino más allá, en un sentido verdaderamente transformador, como una forma de dar poder a la gente de a pie, que seamos nosotros los que tomemos las decisiones en vez de los militares. Por ello pensamos que hay que pelear por la insumisión, como rechazo al militarismo, pero en paralelo hay que construir otro tipo de cultura, parecida a la descripción que nos ha dado el ponente anterior.
En los primeros años nuestro trabajo fue sobre todo de campo, es decir, de ir recogiendo cómo avanzar en la toma de decisiones asamblearias (que en la teoría está muy bien pero en la práctica supone bastante dificultades), cómo funcionar en grupo para repartir el poder de forma realmente horizontal, cómo afrontar los conflictos de manera diferente, cómo aprender a tomar decisiones responsabilizándose cada uno de la cuota de poder que le corresponde, cómo trabajar los liderazgos, etc. También nos hemos volcado mucho en apoyar espacios liberados de cualquier tipo, para que desaparezca esa sensación de aislamiento. En los últimos años nos hemos centrado sobre todo en dos temas, que consideramos fundamentales, y por ello transversales: conflicto y género.
Desde el 89 llevamos haciendo un boletín para hacer llegar información que normalmente no sale en los medios a personas que no tienen acceso a ella, porque se sientan aislados en su pueblo, en su escuela, etc. En algunos números hemos incluido recursos didácticos sobre lo que trabajábamos en el colectivo.
El colectivo también se plantea cómo un espacio de participación para muchas personas, pero no forzosamente un espacio para quedarse, y a lo largo de los años hemos fluctuado mucho, entre una quincena y un par de personas. La idea es que sirva para impulsar procesos de participación, de ahí que haya pasado mucha gente que ahora está en otros colectivos y movimientos. Ha hecho un poco de cantera.
En cuanto a nuestros ámbitos de intervención, hemos trabajado en los Institutos intentando abrir espacios diferentes allí mismo donde se encuentran los adolescentes, pues centros escolares serán lo que sea pero el caso es que es allí donde se encuentran los chavales y chavalas. Allí por ejemplo conocimos a Teresa, profesora de ética que nos brindó su clase para hacer cosas muy interesantes. También hemos colaborado con otras asociaciones para trabajar el asamblearismo, para evitar las incoherencias de quienes pretendemos construir otros mundos pero en el pequeño mundo de nuestros grupos seguimos funcionando igual. Y últimamente hemos trabajado sobre todo con grupos mujeres adultas, en aquellos espacios donde acostumbran a engancharse a talleres de bolillos y ganchillo, porque no tienen otra cosa que hacer, abriendo líneas de actuación que descubran otros temas más allá de los talleres, mucho más jugosos e interesantes.
Nunca hemos tenido problemas de acercarnos a cualquier espacio donde nos invitaran, nos hemos relacionado con todo tipo de gente, teniendo bien claro dónde queríamos llegar. Lo que hemos ido aprendiendo con esta gente lo hemos ido recogiendo en pequeños libros, muy sencillos, llenos de dinámicas y reflexiones no sesudas pero de la gente, que vendemos a precios muy bajos, aunque recomendamos que se fotocopien pues lo que queremos es que se difundan lo más posible.
¿Qué es educación popular? Ya se han dicho bastantes cosas, así que sólo quiero aportar dos conceptos que creo fundamentales: autonomía y proceso, que han sido siempre las claves de nuestro trabajo, pues siempre hemos pretendido que las personas puedan decidir en los procesos de toma de decisiones en aquello que les afecta, convirtiéndose en protagonistas; así de sencillo. Para ello cuidamos mucho los procesos, es decir, como ya he comentado, vamos donde están las personas; si hablamos de chavales, pues supone ir a los institutos, sumergirse en esa cultura generalizada y desde ahí abrir otros espacios, otros abanicos. Así es como aprendemos, y yo he aprendido mucho de los chavales de instituto, sencillamente porque tienen unos años y una situación propia, y yo tengo la mía, y cuando nos encontramos aprendemos mutuamente. Para nosotros eso es clave, porque eso es la educación popular, ese aprendizaje colectivo, avanzando en la misma dirección. Lo mismo nos ha ocurrido con los grupos de mujeres de barrio. Siempre mantenemos la idea de que cada cual vive las cosas desde donde está, desde lo que ha tenido oportunidad de aprender, y que desde ahí podemos rescatar espacios comunes que vayan creando otro tipo de cultura, de mayor justicia y de menor violencia.”
Teresa:
“Hacer educación popular no es tan fácil, principalmente porque a lo que estamos acostumbrados es a la educación tradicional, o formal. Nosotros entendemos ‘educación para la paz’ como algo idéntico a la ‘educación popular’, y lo podríamos resumir en tres palabras: participación, recreación y no-conformación (o crítica), que se oponen drásticamente a lo que se hace en la educación tradicional, que en vez de a participar nos enseña a recibir, en vez de a recrear, a repetir, y en vez promover la crítica, promueve el conformismo. Pero educación no formal no supone forzosamente educación popular, pues puede albergar relaciones verticales, en las que el educador actúa como ‘experto’ que presenta ya un programa cerrado, ya construido, en torno al cual debatir.
La educación popular presta pues especial atención a los procesos, y dentro de los mismos, al cambio continuo y a la horizontalidad en las relaciones. El educador popular no presenta programas cerrados, lo que no significa que esta educación carezca de estructuración. Significa que la educación popular parte de que toda persona tiene conocimientos previos desde los cuales partir, según su historia y su relación con los demás. Por lo tanto, cuidado: cualquier educación no formal no es forzosamente popular, aunque se dé en espacios populares.
La educación popular es pues un proceso continuo, que busca que las personas adquieran poder, pero no se queda en el nivel individual, sino que estos procesos siempre son en relación con otros, son colectivos. Busca pues no sólo un cambio individual sino sobre todo un cambio colectivo, y una toma de conciencia de clase.
Dar poder es un proceso que no consiste en ofrecer teorías, sino en capacitar para el cambio, en iniciar un proceso de descubrimiento muy enriquecedor. La teoría en la educación popular es eminentemente práctica, su base es la praxis, la acción. Tras la acción, su análisis y la reflexión consiguiente nos llevan a crear teorías, pero teorías que conducen a nuevas prácticas. Se trata pues de un proceso de acción-teorización continuo, pero partiendo siempre de la acción.
Como se trata de una metodología participativa, educador y alumnos son co-aprendices y co-generadores de teorías e ideas. Yo, que he dado clases en la enseñanza pública, he aprendido muchos de mis alumnos y ellos mucho de mi. Hay que aprender también a desaprender la educación formal.
En cuanto a evolución de la educación general, desde principios de los 90 que yo comencé a dar clases, pues sí he notado una evolución muy marcada entre niños y jóvenes. En aquella época conocí el Colectivo No Violencia y Educación, y comencé a llevar sus talleres a mis clases, y entonces lograba enganchar a todos los chavales. Los chicos han pasado de tener habilidades, y de creérselo, a, conforme nos hemos ido acercando al famoso 2000, a perder fe en sus posibilidades, y a perder espíritu crítico. Eso ha sido mi experiencia.”
“Las instituciones han ido absorbiendo a la educación popular, y a gente muy válida que ha sido así desactivada. Además, se está criminalizando también el asociacionismo, y la gente que nos dedicamos a la animación sociocultural cada vez tenemos menos margen. Por otro lado, mucha gente se está orientando a la asociaciones para sacarse un dinero, que tampoco digo que sea malo ganarse la vida, evidentemente, pero se está perdiendo la razón de ser del asociacionismo: transformar la realidad, que la gente tome poder, etc., y no encubrir empresas, o blanquear dinero, como cada vez es más frecuente.
Por eso en nuestro colectivo preferimos evitar profesionalizarnos, que cada uno trabaje en lo que sea, pero no estar en lo social para hacer dinero.”
Marijosé:
“A este respecto, se da incluso un fenómeno curioso: el mercantilismo ha llegado hasta tal extremo que hay mucha desconfianza y suspicacia hacia la gente que hace las cosas sin cobrar, pensando que eso ‘es cosa de sectas’, que todos buscamos algo, etc. Es algo que cada vez cabe menos en la mentalidad de la sociedad actual.
Una última cosa, y es que llevamos 7 años desarrollando una experiencia muy interesante: una Escuela de Verano que hacemos en el local de la Asociación Cornisa, el Centro Sociocultural Mariano Muñoz, a lo largo de 4 días de julio, invitando a gente de todo el Estado para poner cosas en común (mediante talleres), formarse y crear redes.”

Leo, Centro Social La Biblio
“La Biblio es una biblioteca autogestionada localizada en espacio okupados, al principio porque pensábamos que montar una biblioteca en un sitio okupado lo iba a hacer mucho más fuerte, y ahora por pura necesidad. Así que hemos ido fluctuando entre la idea de okupar para reivindicar la necesidad de espacios, y la de estabilizar mejor nuestro proyecto. Pero en cualquier caso, puesto que los locales en pleno centro resultan totalmente inaccesibles legalmente hablando, pues okupamos.
Nuestro proyecto lleva unos 7 u 8 años, y los 6 últimos en el barrio de Lavapiés. Sufrimos nuestra anterior desalojo (el 7) en enero, pero pudimos continuar las clases en un local que nos cedieron. Antes de este desalojo, estuvimos en negociaciones con la Empresa Municipal de la Vivienda, propietaria del local, durante 2 años, con un frente legal abierto para que nos cedieran otro local, pero a la vez, a raíz del último desalojo nos han enjuiciado a 22 personas acusadas de un montón de disparates, por los que nos piden 1 año y medio de cárcel. Las negociaciones con las instituciones ha sido una experiencia horrible, nos han dado por todas partes. Ahora ya íbamos a reabrir la nueva Biblio en un nuevo local, pero nos acaban de desalojar antes de hacerlo.
Con las instituciones hemos pasado de no querer ni verlas, a darnos cuenta que necesitamos un espacio estable ya, pues llevamos un montón de desalojos, trasladando continuamente todos los libros de un sitio a otro. Por otro lado, no nos atrevemos a dar las clases de español en un local okupado, necesitamos un sitio legal porque la mayor parte de nuestros alumnos son “sin papeles”, y no podemos exponerlos a riesgos adicionales.
Nuestra experiencia con la educación es bastante limitada, se reduce a clases de castellano para inmigrantes. No tenemos al respecto un planteamiento muy teórico, pues estas clases responden a una necesidad urgente en un barrio con un 80% de inmigrantes. No te planteas por qué dar clases, simplemente te tienes que entender con todos tus vecinos. Así, en el 99 empezamos con nuestras clases, y contactamos con la Escuela de La Prospe, con la gente que llevaba español para inmigrantes, para que nos echara un cable y nos formara un poco. Desde entonces el recorrido, aunque corto, ha sido muy intenso, y ha cambiado bastante nuestra actividad general en la propia biblioteca, pues desde que damos las clases el tipo de usuario ha cambiado bastante, no es ni el que teníamos al principio ni el más común en otros centros sociales. Hemos tenido que aprender mucho, porque no sólo es que casi todos nuestros alumnos y usuarios de la biblioteca sean inmigrantes, sino que además son en su mayoría ‘sin papeles’.
Así que nuestros planteamientos teóricos sobre la educación popular son muy limitados y se basan en la experiencia que vamos cogiendo. Si como planteabais el esquema de la educación popular es acción-teoría-acción, nosotros estaríamos todavía en la primera fase. Lo que sí tenemos es bastante base técnica, pues hemos desarrollado un método modular, que lo combinamos ahora con alfabetización digital (informática), pues pensamos que aprender español pero no aprender informática hoy en día es absurdo. Estas clases de informática las están dando unos chavales hackers del barrio, evitando siempre utilizar cualquier programa de Microsoft. Tenemos también una asesoría social (que no legal, pues a nivel legal no hay nada que hacer) que funciona bastante bien, está teniendo buena acogida. Estas son pues las tres patas de nuestro proyecto.
¿Qué educación queremos hacer nosotros? Queremos hacer algo más que enseñar simplemente español, pero tenemos que enseñar español, tenemos que ser eficaces. Tampoco nos gusta la caridad, pero a veces tienes que tirar de los recursos (caridad) del Estado. Tratamos de cualquier manera de ser lo más eficientes posibles, pero sin perder nunca de vista la idea de promover la dignidad, pues muchos de los inmigrantes que se acercan a las clases son la gente más deteriorada, los ‘sin papeles’, la gente más castigada. Así que tratamos de que aprendan español, pero también de que recuperen el orgullo de ser personas.
Actualmente no damos clases a occidentales, europeos o norteamericanos. Al principio venían muchos, pero decidimos que esta gente tiene muchos otros sitios donde ir a aprender, pero los inmigrantes sin derechos no tienen nada, por lo que reservamos La Biblio para ellos.
Como decía, carecemos de gran base teórica (aunque no técnica), entre otras cosas porque consideramos que no hace falta tenerla para dar clases de tu propio idioma. Mucha gente cree que hace falta mucha preparación para hacerlo, pero no es así. Hemos ido desarrollando nuestro propio método de enseñanza, cuando al principio ninguno de nosotros tenía ni idea al respecto (ninguno es profesor, ni filólogo, e incluso hablamos especialmente mal). Creemos que nuestra metodología es además ‘exportable’ a cualquier grupo.
Por otro lado, es curioso porque precisamente en un principio denominamos a nuestro centro ‘biblioteca popular’, pero luego le quitamos lo de ‘popular’ para evitar connotaciones, y porque no sabíamos muy bien a qué se refería este término, así que le pusimos ‘biblioteca social autogestionada’.”

Miguel. Escuela Popular de Oporto.
“Cuando en 1973 iniciamos el proyecto de la Escuela, un grupo inicial de 14 ó 15 personas, partíamos de la idea de que la cultura podía ser un camino de liberación para la clase trabajadora. Comenzamos a funcionar en unos locales que llamábamos ‘la guarida’, pues eran unos sótanos asolados por la humedad, que pertenecían a una parroquia del barrio de Oporto. Puesto que allí no podíamos dar clases, empezamos formando un grupo de ‘Promoción Social’ que nos reuníamos todos los sábados, y al final del año ya éramos cerca de 40 personas. Eran años difíciles, de mucho miedo, así que para disimular empezábamos cada reunión leyendo algún capítulo del Evangelio, por si nos pillaba la policía.
En el 75 nos dejaron utilizar (de 19h a 22h) parte de un colegio de monjas, de las Hijas de la Caridad, en el que llevamos desde entonces. Desde el comienzo estuvimos muy atentos a las necesidades reales que existían en el barrio, que en aquella época eran la alfabetización y los estudios más elementales. Hace unos años compramos un local cercano, un bajo donde tenemos la secretaría de la Escuela, una biblioteca de formación y que también usamos como lugar de reuniones.
Sí tuvimos claro desde el primer momento que queríamos una educación distinta a la institucional, intentando que fuera participativa, asamblearia, y en la medida de lo posible seguimos intentándolo. Fuimos reconocidos como centro EPA (Escuelas de Personas Adultas) y durante un época dábamos el graduado escolar, pero hace unos años que ya no ofrecemos este título. Ahora tenemos un grupo básico de alfabetización y neolectores (desde hace 5 años), un grupo de cultura, una serie de talleres muy numerosos, pero sobre todo estamos volcados (respondiendo también a las necesidades del barrio) en clases de español para inmigrantes. Tenemos gente de todas partes, la mayoría ‘sin papeles’, repartidos en 5 niveles. No sólo hay clases de idioma, sino que también intentamos ayudarles en toda una serie de situaciones que les resultan muy problemáticas: información, papeleo, trabajo, asistencia médica, y también, evidentemente, amistad y compañía.
Tenemos también una revista llamada ‘BIC’, que es la expresión libre de la gente que formamos la escuela. También hacemos tres veces al año jornadas culturales de tres días, donde intentamos que participe toda la escuela, tanto monitores como alumnos. Bueno, esta distinción entre monitores y alumnos es muy relativa pues en el fondo todos estamos aprendiendo y enseñando.
Algunas escuelas populares llevan tanto tiempo activas que ya ha pasado muchísima gente por ellas, y lo más positivo es que, aunque sea verdad que algunos de sus participantes hayan sido absorbidos por el sistema, otros, que ahora trabajan en institutos u otros centros educativos, pues guardan aún cierta herencia de su paso por la educación popular.”
Escuela Popular de Barrio del Pilar
“Quería empezar simplemente recordando un pasaje de un texto editado por la FEPAM (Federación de Escuelas Populares de Adultos de Madrid):
‘En tiempos de crisis la imaginación está por encima del conocimiento.
Las escuelas populares son organizaciones independientes de base para la educación de adultos y adultas, el aprendizaje colectivo y la transformación social.
Tienen carácter voluntario, independiente y autónomo. Apuestan por una pedagogía crítica y alternativa. La metodología es activa y participativa.
Junto con otras muchas iniciativas populares y ciudadanas, mantienen la creencia en que es necesario otro modelo de desarrollo para la construcción de un mundo justo, equilibrado y diferente.’
Por cierto, estamos echando de menos a la Federación. Nos hemos permitido el lujo de renunciar a una herramienta de trabajo. Así nos va… A mucha gente le viene muy bien que no estemos coordinados…
Nuestra escuela nació hace 25 años ocupando unos locales. Nace de cara al barrio, y de cara al barrio seguimos. Paso a leeros un breve texto que repartimos por el barrio y damos a la gente nueva: ‘Bienvenido a la Escuela de adultos de Barrio del Pilar. La escuela nació hace 25 años y con el objetivo de facilitar el acceso a una cultura básica a todas las personas del barrio. Así como ser un centro cultural que facilitase el encuentro y el debate de los problemas que preocupan al barrio y a la sociedad en general. En la escuela, desde su creación, todo el trabajo ha sido realizado de forma voluntaria. Nadie recibe remuneración económica alguna, y es más, la escuela se mantiene gracias a la aportación económica de todos sus miembros, alumnos y monitores y de todos los que participan. La aportación es de 3 euros al mes.
Nosotros pensamos, y manifestamos también, que tanto aprende el alumno como el monitor. La escuela se ha mantenido pues con el esfuerzo de todos los que por ella han pasado. No solo mediante cuotas, sino también en las tareas comunes de limpieza y mantenimiento, desarrollo y participación en las actividades.
La participación de todos en reuniones y asambleas es fundamental para la marcha de la escuela y para llevar a cabo una toma de decisiones colectiva.
La escuela es una entidad autónoma, ajena a cualquier partido político, sindicato o confesión religiosa. Las opiniones individuales son respetadas siempre, pero la opinión de la escuela sólo sale de su asamblea.
Existen actividades de la escuela que por sus características (fotografía, encuadernación, etc.) necesitan una aportación de sus miembros para cubrir los gastos de materiales.”
Eso es todo.
Nuestro mensaje de la Escuela de adultos del Barrio del Pilar es felicitar que estemos recuperando la coordinación, para llevar a la práctica algo tan bello como el apoyo mutuo. Una federación es una herramienta al alcance todos, que necesitamos recuperar y poner en práctica. Recordaré que la FEPAM funcionaba mediante reuniones a las que acudía un miembro de cada escuela, se acordaba un orden del día y se establecían acuerdos, se hablaba de la situación real de cada escuela, etc.. Y esta herramienta ha fallecido, y con ella la coordinación, así que cada uno hace una lucha individualista, cada cual por su cuenta. Ya hay pues un trabajo hecho al respecto, y aquí, en La Prospe (que era la sede de esta Federación) está el archivo de años de trabajo en coordinación, y habría que recuperarlo para que nos enriqueciéramos todos.
Tenemos que recuperar un mínimo de contacto, pues estamos atravesando momentos graves, es decir, estamos abajo del todo de la curva. Por lo menos nosotros, en el Barrio del Pilar, nos sentimos bastante abandonados y olvidados. Así que me gustaría apuntar, en nombre de mi escuela, la necesidad urgente de recuperar una federación, o coordinadora, o como se quiera llamar. Lo que no se puede estar es inmersos en la insolidaridad y en la indefensión, por no llevar a la práctica el apoyo mutuo. Recuerdo que en su día la federación resultó por ejemplo muy útil para defender a La Prospe en su lucha por su local.”

Eric. Escuela Popular de Prosperidad
“Bueno, muchos de los puntos que tenía pensado tocar sobre cultura y educación popular ya se han hablado más o menos. Así que paso sin más a presentar La Prospe.
La escuela ha cambiado ya 4 veces de local, lo que también da una idea del problema del espacio y de la estabilidad, que tal vez debatiremos esta tarde. Nuestra ventaja es que, aunque nos hayamos mudado muchas veces, por causas ajenas a nuestra voluntad, siempre hemos logrado mantenernos en el corazón del barrio.
La Prospe también nace en el 73, como la Escuela de Oporto, en este barrio de Prosperidad, que era por aquella época muy diferente. Era prácticamente la periferia de Madrid (hoy en día es prácticamente céntrico), con una composición social muy distinta a la de hoy: cerca de Alfonso XIII había un polígono industrial, hoy cerrado, por lo que habitaba en el barrio bastante clase obrera. Pero había también toda una zona del barrio de casas de gente adinerada, así que vino mucha gente del campo, principalmente mujeres jóvenes, para servir en ellas, y la mayoría no estaba alfabetizadas, así como tampoco lo estaban muchos obreros de las fábricas. Así que la escuela surgió pues respondiendo a la necesidad muy urgente de un barrio que estaba creciendo con inmigración rural. En el 73 un grupo de educadores contactó con un grupo de gente que quería sacarse el título de Graduado Escolar, y allí empezó toda la historia de La Prospe.
Al poco se comenzó también a impartir alfabetización, lo que nos llevó a indagar sobre el método de alfabetización de Paulo Freire, y lo adaptamos a la realidad de un barrio madrileño de los 70. Según avanzaban los años todo fue cambiando. A finales de los 80 surgieron nuevas necesidades, principalmente relacionadas con la inmigración y el español para inmigrantes. Hoy en día, por ejemplo, los cursos de español para inmigrantes supone la principal actividad de la escuela en cuanto a número de personas implicadas, y es un fenómeno que sigue creciendo. En cambio, los cursos de alfabetización y de conocimientos básicos se han reducido muchísimo. En el 97 surgieron también nuevas iniciativas de cómo revitalizar el tema de educación y cultura popular, hacia dónde dirigirnos ante los numerosos cambios de nuestro entorno. Así se plantearon lo que hemos llamado los Grupos de Aprendizaje Colectivo (GACs), que es pues una de las nuevas propuestas de la Escuela para actualizar la educación popular hoy en día. Luego detallaremos algo más sobre estos grupos.
En cuanto a organización la Escuela es autogestionaria y asamblearia. La Asamblea general mensual es el motor de la Escuela, pues es donde se toman todas las decisiones importantes. Es una asamblea abierta a todos, monitores, alumnos, participantes, socios, vecinos, y quien se quiera pasar por ahí. Se buscan las decisiones por consenso dialogado y revisable, evitando en la medida de lo posible llegar a votaciones (aunque a veces sea necesario). Entremedias, por cuestiones operativas y para aquellos puntos más técnicos, menos trascendentes y menos polémicos, todas las semanas hay una Coordinadora a la que acude un representante rotativo de cada grupo, que luego contará lo tratado a su grupo.
En el ámbito más pedagógico hasta hace poco teníamos una comisión o reunión pedagógica (para tratar todos los temas pedagógicos: programaciones, problemas, formación, etc.), una vez al mes con representantes rotativos de cada grupo. Pero el curso pasado decidimos sustituirla (pues cada vez era menos operativa) por tres jornadas pedagógicas anuales (una a comienzos, otra a mediados y la última para cerrar el curso) organizadas por grupos de gente cada vez diferente (comisiones abiertas, puntuales y también rotativas). Estamos pues experimentado esta nueva propuesta de organización pedagógica. Dentro de la lentitud característica de todo proceso asambleario, en la Escuela intentamos revisar continuamente nuestro funcionamiento y dinámicas, e ir experimentando nuevas líneas.
La última función organizativa la cubre las Comisiones, que también son abiertas, y se encargan de temas organizativos y de coordinación técnica. Estas comisiones no deciden ni hacen las cosas, sino que estudian, diseñan, coordinan y proponen a la Asamblea, que es la que decide, y luego es la Escuela la que asume poner en marcha las propuestas. Hay por ejemplo una comisión de limpieza del local, que no se encarga evidentemente de limpiarlo todo, sino de que siempre haya material de limpieza, y de confeccionar un calendario rotativo para que cada semana dos grupos de la Escuela se encarguen de limpiar. También hay comisión de tesorería, otra de burocracia (que es la que más quebraderos de cabeza da), y a comienzos de curso se forma siempre una comisión temporal de propaganda, que dura un par de meses, y se encarga de proponer y coordinar la campaña de difusión de comienzo de curso y de matriculación. Se intenta también que estas comisiones sean rotativas, aunque en algunas, al ser tan técnicas, la rotación suele ser más lenta, pues exigen cierto rodaje y especialización.
En cuanto a teoría pedagógica, los compañeros de CNT y de No violencia y educación ya han explicado bastante bien en qué consiste la educación popular, y los principios de la misma que también intentamos aplicar en La Prospe: aprendizaje en igualdad, aprendizaje para la acción, la dinámica de acción-reflexión-acción, etc. Esto se traduce, por ejemplo, en los grupos en los que todavía existe esa división monitor/alumno (español, alfabetización, algunos talleres), en reuniones conjuntas para confeccionar, entre todos y de forma dialogada, poniendo en común los intereses de cada uno, la programación del curso. Las evaluaciones también son horizontales y colectivas (auto-evaluación y co-evaluación).
Hasta hace unos pocos años todavía dábamos el título de Graduado Escolar, cosa que dejamos de hacer debido a los cambios introducidos en la penúltima reforma educativa. Este cambio en la Escuela removió debates y surgieron nuevas propuestas, como los GACs. Sus bases no son nuevas, sino que intentan avanzar en los principios de la educación popular: aprendizaje igualitario, se rompe definitivamente la división monitor/alumno, puesto que es gente que se reúne para estudiar, investigar y debatir en torno a ciertos temas. Tales temas no son por lo general propios de la educación formal, no son materias clásicas de estudio, aunque estén muy presentes en la realidad actual. Por ejemplo, hay y ha habido GACs de análisis crítico de los medios de comunicación, sobre el mundo laboral, sobre el género, la interculturalidad, sobre modelos energéticos, y más. Son temas que normalmente nadie sabe más que nadie, pues no han estado incluidos en nuestra educación formal, pues todos partimos un poco ‘de cero’. Los GACs también profundizan en el aprendizaje para la acción, que lo aprendido no se quede en acumular conocimientos, sino que conduzca a transformar la realidad. Así que estos grupos intentan organizar talleres, difundir material, ir sacando todo lo que van haciendo hacia fuera, hacia la Escuela, hacia el barrio, la ciudad, el mundo.”

Actas de los debates tejidos durante el Encuentro sobre la Educación Popular y nosotros-as que la queremos tanto:
Tras restaurarnos (máxima popular: con el estómago vacío no se puede pensar), hacia las 16h30’ pasadas comenzamos a debatir. Desde La Prospe propusimos la siguiente dinámica: en un primer momento, nos dividimos en 4 pequeños grupos de debate (de 7 u 8 personas cada uno, mezclando a gente de diferentes proyectos) y cada grupo se dedicó a abordar uno de los 4 puntos o cuestiones propuestas para las jornadas, que recordaremos fueron:
- ¿Qué es la cultura popular?
- Evolución de la educación popular.
- ¿En qué se diferencia la educación popular de la institucional?
- El centro de cultura popular en su entorno local (el barrio).

Para facilitar el debate, se entregó a cada grupo un folio con preguntas, cuestiones y sugerencias sobre cada tema (que incluimos en este dossier, antes de cada debate), no para ser respondidas una por una individual o colectivamente, sino como guía o provocación para generar debate.
Un portavoz iba apuntando en cada grupo las principales ideas del debate, y al cabo de 1 hora nos volvimos a reunir tod@s y l@s portavoces resumieron lo debatido en cada grupo. Se abrió entonces un debate general de todo el mundo en torno a estos 4 temas, y lo que saliera...

A.- DEBATES EN PEQUEÑOS GRUPOS:
Tema 1: ¿QUÉ ES LA CULTURA POPULAR?
El Temazo. Si en 30 años no hemos logrado resolverlo... ¿seremos capaces de hacerlo en 1 tarde? Tal vez no haya ninguna solución clara y universal, sino un debate que hay que reabrir constantemente. ¡Pues a ello!
Etimológicamente, “cultura popular” es “cultura del pueblo”. Vale. El fútbol, los toros, los culebrones, los Reality-shows, el “famoseo”y prensa rosa... ¿son populares? ¿tienen seguimiento y audiencia? ¿son cultura popular?
Entonces, “cultura popular” es...
... la cultura del Partido Popular (partido más votado),
... la cultura de la Tele (medio cultural más usado),
... lo masivo, lo folclórico, lo “cutre”,
... la cultura obrera (¿existe aún clase obrera? ¿y cultura obrera?),
... si no estás de acuerdo con las definiciones anteriores, apunta aquellos adjetivos con los que definirías “cultura popular”:

Grupo 1: ¿Qué es la Cultura Popular?
Era una pregunta complicada, difícil de abordar. Empezamos comentando que no era ni institucionalizada ni masificada (entendiendo por masivo, no simplemente mayoritario sino adocenado). Se confunde a menudo lo masivo con lo popular, y no es lo mismo. La cultura popular ciertamente no puede ser individual pero tampoco masificada, por que la masa no exige compromiso personal. No eres autónomo, no eres consecuente. Te dejas llevar.
No es cultura realmente popular cuando te dejas llevar, cuando no eres activo y no participas. Cuando no tienes capacidad para rechazar lo que no crees que sea bueno.
Cultura popular es la que sale de la gente y a la gente vuelve. Fomenta el intercambio y la comunicación. No es competitiva. Es todo lo que compartes, lo que sabes como persona y ayuda a formarte como tal, como ser que estás en el mundo y con el mundo, respirando, razonando, compartiendo.
Cultura Popular es lo que te permite, por un lado, conocer, disfrutar y adaptarte al medio en el que vives; pero, a la vez, te enseña a no resignarte, a criticar, a cuestionar e ir buscando herramientas para transformar (adaptar) el medio. Nos dice qué hay que cambiar personal y colectivamente, y que los medios son los que disponen el fin.
Hubo una cultura popular, obrera, que ha sido borrada, eliminada, como si nunca hubiera existido. Una cultura de reivindicaciones, de luchas, de solidaridad, de logros, de héroes y de hombres y mujeres asesinados impunemente. Incluso ha desaparecido una detalle tan simbólico como el de poner ciertos nombres a los hijos: Germinal, Aurora, etc.
Conclusiones expuestas:
Educación Popular será aquella que surja de la gente y a la gente vuelva.
Una educación que aporte herramientas para cambiar la sociedad, que sea transformadora.
Que fomente la actividad y la toma de conciencia frente a la sumisión y la pasividad.
Que te mueva a participar, a decidir sobre asuntos que te conciernen, a no aceptar jerarquías ni la delegación de tus obligaciones hacia las demás personas
Que te haga compartir e intercambiar tus conocimientos, tu alegría con la gente, en vez de competir.
Que no te haga creer que no puedes aprender nada de nadie, o que nada puedes enseñar a nadie.
Que sea plural y crítica.
Que sea potenciadora de redes.
Que fomente la comunicación.
Que tenga símbolos propios.
Que no sea masificada ni marginal.
Que dé más importancia a los procesos que a los fines.

Tema 2: ¿QUÉ DIFERENCIA LA EDUCACIÓN POPULAR DE LA EDUCACIÓN INSTITUCIONAL?
L@s protagonistas de la educación popular a menudo nos hemos separado (cuando no enfrentado a ella) de la educación institucional, oficial, formal (estatal o privada). Pero...
¿Se puede hacer educación popular en un centro estatal?
En la práctica cotidiana, ¿qué diferencia una escuela popular de un centro cultural, ocupacional, instituto o academia? (cita 5 grandes diferencias)
¿Cuáles son, a tu parecer, las principales diferencias en cuanto a:
organización del centro?
metodología pedagógica?
contenidos educativos?
Tanto Paulo Freire como los muros de París en el 68 ya reclamaban la desaparición de la distinción profesor-a/alumn@... ¿se ha logrado? ¿es posible? ¿es deseable? ¿por qué sí? ¿por qué no?
Grupo 2: ¿Qué diferencia la educación popular de la institucional?
En el grupo se ha debatido sobre todo sobre la posibilidad o interés de hacer cultura popular en centros institucionales, en institutos concretamente.
Un educador puede aplicar metodologías y técnicas de educación popular en su grupo de instituto. Pero la educación popular como realidad es un proceso para llegar a un cambio. No se puede esperar que un centro institucional haga realmente cultura popular.
Si por educación popular entendemos el ceder al alumno el protagonismo de su aprendizaje, esto incluye la organización no sólo de su programación y evaluación, sino de la gestión del propio centro educativo (decisiones sobre financiación, administración, etc.), lo cual es absolutamente impensable hoy por hoy en un instituto.
Tal vez se pueda generar en la clase microespacios de debate, de pensamiento crítico, pero siendo realistas, no se puede hacer educación popular integral desde dentro de una institución. La institución no puede trabajar en su propia contra. Tan sólo se pueden meter “chinitas” que tal vez molesten a la maquinaria.
En los institutos hay una gran desmotivación tanto del profesorado como del alumnado.
El principal obstáculo para hacer educación popular ahí son los propios colegas, los otros profesores. Y sin el apoyo del equipo educativo, es muy difícil hacer educación popular aisladamente. Los profesores a menudo son más cerrados que los alumnos. Porque la educación popular es un tipo de educación que exige mucho más trabajo, imaginación e implicación, es mucho más cómodo dictar apuntes.
En Secundaria la mayor parte de los profesores no quieren serlo, son licenciados que no han encontrado otro trabajo en su especialidad. No tiene nada que ver ser un educador popular que quiere implicarse en hacer cosas en el barrio, con ser un académico y un profesional de la educación, que ni siquiera quiere serlo.
Hoy en día lo que se espera de los educadores en los institutos es que aplaquen conflictos, que mantengan el orden. Hacer educación popular en un instituto depende sobre todo de la voluntad política de los profesores, pero estos carecen hoy tanto de motivación como de conciencia de clase.
El alumnado tampoco está motivado, y es en gran medida responsabilidad de los profesores el motivarlo. La escuela no es desde luego la única fuente de educación del alumno, ni siquiera la principal. La TV hoy en día educa más que la escuela, y contra esta tendrá que luchar cualquier profesor que quiera introducir una educación popular y crítica en su clase. Los chavales no suelen llegar “en blanco” ni abiertos a todo lo que les sugiera el profesor, para nada. Si por ejemplo la TV, su familia, los video-juegos, etc, les enseñan a ser pasivos y delegar, será complicado motivarles para que participen.
Es cierto que la educación institucional ha asimilado de forma aislada ciertas técnicas, herramientas y habilidades de la educación popular. Pero lo ha hecho, como toda estructura de poder, para reducir la conflictividad, “lavarse la cara” y perpetuarse. Esto no quita para que luchemos por que se establezcan políticas educativas más participativas, transformadoras y populares.
Y aún con todo lo dicho, el educador popular tiene que aprovechar todo tipo de coyuntura, espacio y momento para intentar hacer educación popular en el aula.
Hay incluso quien plantea que una Escuela Popular debe ser un laboratorio, un caldo de cultivo, orientado sobre todo a formar educadores populares que después lleven su práctica a cualquier ámbito cultural (institutos, centros culturales, programas ocupacionales, etc.).

Tema 3: LA EDUCACIÓN POPULAR Y SU ENTORNO LOCAL (EL BARRIO)
Un “clásico” de la educación popular es el de su integración con el entorno más próximo, es decir, El Barrio.
Escribe las 5 primeras palabras que te vengan a la cabeza cuando escuchas la palabra “barrio”.
La primera duda que puede surgir, entrado el siglo XXI y en una ciudad como Madrid, es sencillamente: ¿existen hoy los barrios?
O, más concretamente:
¿Conoces al-a vecin@ de enfrente? ¿coincides con él-ella más allá del ascensor o del andén del metro? ¿existen aún tender@s a la puerta de tu casa? ¿trabajas donde vives o vives donde trabajas? ¿en cuántos barrios vives (trabajo, ocio, estudios, familia, amig@s, dormitorio...)? Resumiendo: eso de El Barrio... ¿no será hoy en día poco más que un mito?
Si defines el barrio como uno de los principales espacios comunes de encuentro e intercambio, ¿cuál de estos nuevos espacios se parecen más (o menos) al barrio, y por qué?
El lugar de trabajo
La gran superficie comercial
La TV
Internet
¿Qué redes sociales quedan hoy en los barrios, en las cuales se puedan integrar los centros de cultura popular? y ¿qué puede aportar el barrio a un centro de cultura popular y viceversa?
Pero sobre todo, si el barrio ya no existiera... ¿habría que reinventarlo? ¿por qué? ¿cómo?
Grupo 3: El centro de cultura popular y su entorno local (el barrio)
¿Conoces al-a vecin@ de enfrente?¿coincides con él-ella más allá del ascensor o del andén del metro?
-No conocemos el barrio (Prosperidad), lo que conocemos son 4 calles, 4 bares, 4 sitios donde solemos reunirnos. Nos conoce más la gente que nosotros conocemos/ comprendemos a la gente.
¿Trabajas donde vives o vives donde trabajas?¿en cuantos barrios vives (trabajo, ocio, estudios, familia, amig@s, dormitorio...)?
-Hay que definir qué es el barrio: ¿el sitio donde vivo? ¿Mi entorno como ámbito posible de intervención social?.
-Ha cambiado la forma de participar de la gente, antes el barrio era una referencia para el ocio, la participación en su tejido asociativo, en la organización de sus fiestas, etc.
-Se aprende a participar en sitios de participación real, a participar se aprende aunque queme, como ocurre en las comunidades de vecinos.
-En el caso de La Prospe, mucha de la gente que participamos o militamos no vivimos en el barrio. Las escuelas, la gente, debe estar inserta y se debería vivir en el barrio en donde está la escuela/biblioteca/asociación/colectivo en el que se participa.
-Seguimos con un discurso que no es real. Hay que actuar/participar en el ámbito donde se realiza nuestra vida cotidiana, "Quiero participar en el sitio donde vivo": por ej. En mi comunidad de vecinos.
-Mi barrio es Vallecas: el barrio no tiene porque coincidir con la delimitación administrativa.
-De todo esto se desprende la importancia del diagnóstico de necesidades, de un análisis de la realidad socio-económica-cultural y política del barrio.
-Mientras que en los años 60-70 se nacía en el barrio con el cual te identificabas, en el presente creemos que el barrio se puede elegir.
-El barrio es una cosa física, 3-4 calles, pero el no vivir en el barrio no conlleva el no conocer los problemas de la gente.
Eso de El Barrio...¿no será hoy en día poco más que un mito?¿Existen hoy los barrios?
-Hay toda una política para destruir el tejido asociativo de los barrios, así como las nuevas políticas de diseño urbanístico que buscan romper la tradicional convivencia vecinal en los espacios públicos. Están destruyendo los barrios, ahora nacen como No Barrios o como Barrios Residenciales.
-Sin embargo, no debemos aferrarnos a una identidad de barrio.
¿Qué redes sociales quedan hoy en los barrios, en las cuales se puedan integrar los centros de cultura popular? Y ¿qué puede aportar el barrio a un centro de cultura popular y viceversa?
-¿Tiene sentido una Escuela Popular sin barrio, sin contexto?
-La evolución debe partir de la reflexión, del concepto de barrio. Generalmente mezclamos de forma equivocada cómo evolucionan los movimientos sociales y los barrios.
-Nos parece obvio que el concepto de barrio ha cambiado y que a raíz de las movilizaciones recientes del No a la Guerra contra Irak estamos en un buen momento para retomar la calle, para fortalecer la movilización social. Estamos viviendo un momento de recuperación de las ganas de expresarse de la gente, de decir lo que se piensa, y esto hay que aprovecharlo, ¿pero cómo?.
En este debate en torno a si las movilizaciones sociales y vecinales contra la Guerra en Irak habían provocado un momento muy interesante y positivo para la participación social hubo discrepancias, pues también se dijo que en esta reciente marea solidaria nos han utilizado los de siempre.
Si el barrio ya no existiera, ¿habría que reinventarlo? ¿por qué? ¿cómo?
-En la actualidad hay 4 ó 5 focos que son referencia en Madrid: Lavapiés, Adelfas-COVIJO (Centro Social Seco), la Comisión Juventud y Movimientos Sociales de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (en barrios de Estrella, Canillejas, Lucero,...), y La Prospe.
-Percibimos una revitalización en determinados barrios y una coordinación incipiente pero muy interesante de su tejido asociativo.
-El barrio se crea, se reinventa desde las necesidades de las personas que habitan en él.
-En el último año hay más ganas de participación en las actividades de La Prospe, ha habido una mayor respuesta porque la escuela se ha volcado más hacia el barrio y sus gentes.
-Frente al pesimismo, es sorprendente por ejemplo el cambio que se ha producido en los movimientos sociales de Lavapìés en tan pocos años, lo que nos hace ser medianamente optimistas.
-Sin embargo, no se puede transmitir la afinidad de nuestros movimientos sociales a la sociedad.
-No debemos ser tan autocríticos ni reflexionar tanto en temas como ¿qué es el barrio?.
-Hay que ir despacito, con vocación de seguir y superando prejuicios frente a los partidos políticos por ejemplo. No debemos angustiarnos con querer integrarnos en el barrio, ya que por el hecho de vivir y participar en él ya somos barrio y la aceptación e integración debe ser mutua. Se debe luchar, trabajar desde la propia identidad, definir primero el proyecto y la integración en el barrio se realizará en paralelo a su lenta pero necesaria evolución y redefinición en el tiempo. Desde este punto de vista se afirma que la integración se dará a medio plazo porque el proyecto, el colectivo, el centro social, la escuela o biblioteca popular pasarán a formar parte de la ecología urbana del barrio.
-Discrepante pero no opuesta a esta visión, se cree que esos mismos proyectos deben partir y buscar el dar respuesta a las necesidades y problemáticas del barrio en el que se insertan.
-En otras palabras, creemos que pueden darse distintas formas de lucha por/desde/con los barrios, distintas formas de relacionarse con las problemáticas de l@s vecin@s, todas ellas igual de válidas, dignas y necesarias.

Tema 4: EVOLUCIÓN DE LA EDUCACIÓN POPULAR
Para much@s de nosotr@s los 60/70 siguen siendo una referencia (aunque, cada vez más, de oídas) de un momento de eclosión de la educación popular, tanto en Latinoamérica como en España. Pero en estos 30 y tantos años ha pasado mucha agua bajo el puente...
¿En qué circunstancias surge la educación popular en España? ¿Y por qué surge básicamente como educación de adult@s?
¿Qué pinta Paulo Freire y su método de alfabetización (o Ferrer i Guardia, o Freinet, o Ivan Illich) en el Madrid del siglo XXI?
En la actualidad, ¿qué diferencia una escuela popular de:
1 centro cultural del Ayuntamiento?
1 ONG?
1 centro social okupado?
En los 70 los principales participantes de la educación popular eran adult@s analfabet@s o que querían el Graduado Escolar. ¿Quién se acerca hoy en día principalmente a un centro de cultura popular?
¿Puede convertirse internet en un instrumento de cultura y educación popular?
Grupo 4: Evolución de la educación popular.
¿Por qué surge la educación popular? Por necesidad de la gente de adquirir herramientas culturales básicas para andar por el mundo. También por la demanda de una cultura diferente.
Se toleró desde el Estado porque este todavía tenía muchos huecos educativos por cubrir.
Al principio se acercaban mayoritariamente mujeres a aprender, pues a los hombres les daba vergüenza admitir que aún tenía que aprender cosas.
Las EP siguen siendo importantes para la toma de conciencia crítica, como referencia histórica y lugar de intercambio generacional y de aprendizaje colectivo.
Pero las EP no son las únicas que hacen cultura popular. Estas surgen en un momento concreto que tenía necesidades muy concretas. Ha pasado mucho tiempo y las necesidades han cambiado, han surgido otros grupos con otra manera de entender las cosas.
¿La vigencia de Paulo Freire hoy en día? Sigue siendo importante, está vigente y al día. Porque se trata de no reproducir roles autoritarios, de que la gente sea protagonista de su propia educación, que las relaciones sean horizontales. Sigue siendo una alternativa a la “educación bancaria” (acumulación de conocimientos inconexos y estériles).
¿Diferencias de una EP con un centro cultural del ayuntamiento? Todo es diferente, desde las maneras de trabajar hasta los fines. La educación popular es un proceso de transformación. La educación institucionalizada conduce a un almacenamiento sin sentido de datos.
¿Diferencias de una EP con una ONG?
Las ONGs promueven la caridad y el voluntariado, las EP la militancia. Una escuela popular no es una ONG.
¿Diferencias de una EP con un centro social okupado?
Las actividades realizadas y los medios o formas son muy similares, pero en centro okupado posiblemente tenga como fin principal reclamar espacios. En las EP tal vez se dé mayor diversidad de gentes, menos homogeneidad.
¿Quién se acerca hoy en día a una EP?
Gente mayor buscando comunicación. Gente más joven buscando otro tipo de cultura. Mayoritariamente mujeres. Migrantes de todas las nacionalidades, pero sobre todo marroquíes. En las actividades puntuales, gente muy diversa.
¿Puede hacerse educación popular con Internet?
Puede ser un instrumento más para transmitir información y cultura, pero aún es muy excluyente.

B.- EL DEBATE GENERAL
Una vez acabada la puesta en común de lo debatido en los diferentes grupos, hacia las 18h comienza EL DEBATAZO:
-- La LOGSE parece ser una ley que permitiría intentar funcionar de otra manera, intentar introducir una educación más crítica en el sistema educativo geenral, ¿por qué los educadores actuales no parecen interesados en ello? Es decir, en los 70, con leyes más restrictivas, con menos medios, sin embargo las propuestas de educación popular estaban en boca de muchos educadores, pedagogos y profesores, ¿por qué hoy en día ya no es así? Casi nadie se acuerda ya de estas propuestas...
--No sé si interesa entrar en el debate sobre la educación en las instituciones, que lo veo ajeno; prefiero debatir sobre educación popular en otros ámbitos. La propia LOGSE hace la trampa. Son dos cosas separadas. Dentro de las instituciones las cosas funcionan siguiendo una determinada forma. Yo entiendo la educación popular como otra cosa.
--Yo estoy en los dos sitios y, siendo la misma en ambos lugares, trabajo de forma completamente distinta. Estoy de acuerdo en que no tienen nada que ver.
--Yo creo que sí tienen cosas en común. Todos pagamos la educación pública, debería ser nuestra. Creo que hay que luchar por que las propias instituciones vayan asimilando esos criterios educativos que creemos que son más positivos. Por otro lado, ¿un centro de cultura popular actual podría atender a toda la gente que va a uno institucional?
--Es que no pueden elegir. Hasta los 16 están obligados a ir a un centro institucional. ¡Ojalá pudieran venir a los centro populares! Y sí; sí tendrían cabida.
--Los principios de educación popular que hemos, más o menos, definido ahí están; no importa tanto quiénes los apliquen, sino que se apliquen. Me parece por ello importante luchar por que las instituciones los interioricen. Hay que hacer algo para que esto suceda.
--Si las instituciones hacen algo es para aplacar la tensión social que el mismo sistema genera. En las instituciones todo parte desde arriba, y la cultura popular debe partir desde abajo, desde nosotros. Sino no es cultura popular sino cultura institucionalizada, con otros métodos, más atractivos, pero con el mismo trasfondo.
--¿Por qué en los 60 y 70, cuando en principio era más difícil hacer educación popular (aquí seguíamos en dictadura), hubo una eclosión de pedagogía emancipadora, y ahora que parece que hay más medios y menos obstáculos para hacerla, está moribunda?
--Pero, ¿qué tipo de educación popular hacemos? ¿trabajamos realmente la participación? ¿qué otras cosas habría que hacer? ¿cómo las hacemos? ¿a quién nos dirigimos? Sobre esto abriría el debate.
--Hay una identificación entre educación popular y alfabetización de adultos que viene de los 70; pero hoy en día, esto, para los españoles al menos, ya lo cubre el Estado. Sin embargo, lo cierto es que somos “analfabetos” en muchos nuevos campos: el tema de género y mujer, los medios de comunicación, el mundo laboral, el fenómeno migratorio, el urbanismo y el barrio, etc.
--Deberíamos centrarnos en el estado actual de la educación popular. ¿Es igual a Alfabetización? ¿se está quedando en eso? Estamos viendo la educación popular como algo que se desarrolla dentro de un centro (escuela popular, centro social, ateneo, o como se le quiera llamar) y no es sólo eso: la cultura está en muchos otros lugares y se da de muchas otras maneras.
--El surgimiento de las escuelas populares fue una respuesta a una demanda. En su momento fue la alfabetización, ahora estamos ante otras cosas. No hay contenidos propios de la educación popular, sino medios o formas de hacerla. Hay otros colectivos que sin definirse como escuelas populares hacen cultura popular. Las instituciones, desde luego, no van a hacerla, porque la cultura popular es un medio para defenderse de la institucional. Pero la educación popular no es marginal. Yo, al menos, tengo claro que no voy a automarginarme.
--Yo, en cambio, creo que sí puedo aplicar los criterios y principios de educación popular desde cualquier cargo público.
--¿Que por qué en los 60-70 se hacía más educación popular que ahora? Las instituciones han absorbido muchas cosas (métodos, técnicas) de la educación popular, pero siguen imponiéndolas de arriba hacia abajo, en vez de dejar que se hagan de abajo hacia arriba, y la cultura que no se hace horizontalmente no es realmente popular. Hace 40 años existían unas redes de relaciones sociales que ahora no existen. Nos hemos encerrado en nuestras casas. Nadie piensa ya que su vecino le pueda aportar algo, y mucho menos enseñar algo. Así que encendemos la tele...
--Todos pensamos más o menos lo mismo sobre lo que es la cultura popular, y que se puede hacer en muchos sitios. La pregunta es: ¿hacia dónde vamos? Una de las grandes carencias es que no hemos sido capaces de hacer colectivamente un diagnóstico de todos los cambios que se han producido en las últimas décadas. Y así es difícil buscar una línea de trabajo. Han aparecido fenómenos nuevos en la sociedad: por ejemplo, en La Prospe hay un grupo de consumo relacionado con cooperativas agroecológicas, y me parece algo muy importante. Urbanitas de Madrid descubriendo qué aspecto tienen realmente las espinacas, cómo se plantan y crecen las lechugas, lo que cuesta recoger un kilo de olivas... Fenómenos nuevos que no hemos sabido integrar; formas nuevas de autogestionar cada vez más aspectos de nuestra vida. ¿Cómo podemos hacer para integrarlos en esta educación?
--¿Qué tipo de gente tenemos en las escuelas? ¿qué estrategias y qué ofertas somos capaces de dar para atraer a otro tipo de gente?
-- A veces creo que caemos en un discurso excesivamente asistencialista y paternalista, como si los que tuvieran que acercarse a una escuela popular son siempre “los otros” que tienen mucho que aprender. Yo no solo quiero enseñar, también quiero aprender en mi escuela popular. Ya casi todos, en el Madrid de hoy en día, tenemos las herramientas más básicas: leer, escribir, calcular. Pero en otros aspectos emergentes de la realidad, que ya se han mencionado antes (medios, género, consumo, etc.) todos somos bastante analfabetos, incluso los universitarios, por lo que partimos pues desde cierta “igualdad de ignorancia” desde la que plantear procesos de aprendizaje y enseñanza colectiva realmente igualitarios. Tenemos hoy la oportunidad de romper realmente con la clásica división: profesor (el que lo sabe todo) y alumnos (los que no saben nada).
--La educación popular es un proceso de aprendizaje para poder decidir sobre lo que me afecta. Como has dicho, tras años o hasta décadas con buena parte de nuestro tiempo dedicado a la educación institucional (desde la guardería hasta la universidad), aún somos “analfabetos” en muchos aspectos. Y así nos manipulan. Para dejar de serlo necesito herramientas. En los centros de cultura popular las buscamos y construimos nosotros mismos. Dentro de una institución es difícil hacer esto. Los primeros en poner pegas son los propios compañeros. La institución en realidad te da muchos medios a condición de que no hagas nada. La educación popular sirve para darte las herramientas para defenderte, para transformar la realidad, para cuestionar con tu práctica a las instituciones. Para mí, educarnos es defendernos de todo eso que impide ser como somos y queremos ser.
--El problema es que mucha gente no siente la necesidad de “neo-alfabetizarse” en las nuevas problemáticas que hemos mencionado, no hay esa sensación de urgencia ni de ignorancia, por eso falta motivación y falta gente. El método de Freire fue tan extraordinario y bien acogido, porque logró aunar la eficacia en cubrir una necesidad que se percibía como básica, como era la alfabetización, con procesos de aprendizaje críticos y emancipadores. El método Freire logró no sólo desarrollar aprendizaje crítico, sino que resultaba mucho más eficaz para alfabetizar que cualquier método educativo tradicional o institucional, lo que lo hizo especialmente atractivo y motivador.
--El principal aprendizaje que se imparte en los centros de cultura popular, que se percibe urgente hoy en día y que no está aún cubierto por el Estado es el español para inmigrantes. Pero el idioma es una barrera que no estamos logrando superar para que los inmigrantes asuman realmente su propio aprendizaje (que participen en asambleas, en la autoorganización, etc.). Mientras no logremos esto, seguiremos cayendo en el asistencialismo hacia ellos.
-- Cuando Freire propuso la alfabetización como vía para extender una educación popular y transformadora en Latinoamérica, se le podría haber criticado que la lecto-escritura era en realidad una herramienta de invasión cultural del poder occidental, para alienar y disolver la cultura indígena, que se basaba mucho más en las imágenes y en la oralidad. Sin embargo él logró dar la vuelta a esta herramienta del poder, y hacer de la alfabetización una herramienta de liberación. Tal vez eso es lo que deberíamos intentar hoy en día, es decir, no limitarnos al español para inmigrantes, o a la neoalfabetización en nuevas problemáticas (que aún están lejos de percibirse socialmente como tales), sino además incluir el aprendizaje crítico en las nuevas herramientas de primera necesidad. Se me ocurre, por ejemplo, que en este sentido puede ser muy interesante abordar desde la educación popular la “alfabetización digital” (informática), como hacen en La Biblio, y ver cómo se puede hacer de este instrumento de poder hoy cada vez percibido como más básico y urgente, una herramienta de liberación. Cómo darle la vuelta, como hizo Freire con la alfabetización en lecto-escritura.

C.- EVALUACIÓN DEL ENCUENTRO:
Hacia las 19h30 se acordó terminar el debate, y se realizó una rápida ronda de evaluación del Encuentro.
--Me ha parecido muy positivo conocer a otros grupos que están trabajando en cultura popular que no sean escuelas populares. E, incluso, a gente de otras escuelas populares que no nos conocíamos.
--Me ha parecido interesante. Tenía en el recuerdo las últimas reuniones de la FEPAM, y ver de nuevo a gente reunida para hablar sobre la educación popular me ha hecho mucha ilusión.
--Esta puede ser una buena forma de reiniciar el contacto.
--La FEPAM murió tras una larga agonía. Lo preocupante es que los colectivos y escuelas nunca hemos estado tan aislados como ahora. Los objetivos son más difíciles, tenemos menos medios y trabajamos sin comunicación. Parece que todos los días, con todo el material y experiencias que hay, empezamos de cero por que no partimos del material que han hecho otros. Parecemos bobos.
--Hace falta establecer verdaderas redes. Si otro colectivo quiere tomar el testigo de organizar otro encuentro… Una fecha orientativa podría ser antes del principio del siguiente curso, y se podría incluso poner en común objetivos y programaciones para el curso…
--La presentación definitiva del libro “La propuesta de la educación popular” puede resultar una buena “excusa” para volver a juntarnos.
--Para que empiece a tejerse red, desde La Prospe pasaremos las grabaciones, esquemas y actas de debate a limpio, y os las haremos llegar. Confeccionaremos igualmente un listado de direcciones de los colectivos y personas que se han pasado por este encuentro, que os haremos llegar a todos, para establecer una primera red de contactos.

Sigue tal listado de contactos y direcciones:
Correos electrónicos de asistentes y de interesad@s por el Encuentro:
prospe@nodo50.org, jpablocalero@yahoo.es, asic0000@encina.pntic.mec.es, edunoviolen@nodo50.org, edunoviolen@terra.es, labiblio@sindominio.net, bbvillar@yahoo.com, asociaciongenera@yahoo.es, oscarpc26@hotmail.com, colectivolatina@yahoo.es, ava@avaluche.es, alva_gallo@yahoo.es, nelida.molina@uam.es, regatendacosmica@hotmail.com, chanzas@nodo50.org, amatamal3@eresmas.net, market@teleline.es, marianel.la@ozu.es, irenuky@yahoo.es, lainez_be@hotmail.com, naranjoj@munimadrid.es, magaledro@hotmail.com, educacion@acsur.org, nataliarodrimora@yahoo.es, cornisa@cornisa.org, jasanbu79@yahoo.es, lacompaniadelkrisol@yahoo.es, aspk@iespana.es, nzuniga@fuhem.es, atrapadas@terra.es, agapitorobles@latinmail.com, ts@sindominio.net, espopu@yahoo.es, voz70@yahoo.es,

Teléfonos de algun@s particulares asistentes al encuentro:
Antonia (Escuela Al Alba): 91 777 49 41
Belén: 652 270 199
Eric (Escuela La Prospe): 91 751 14 98
Marta: 661 27 40 21
Nélida: 91 474 56 19
Oscar (Biblioteca Popular Candela, Asociación Vecinal de Aluche): 91 437 58 90, 607 694 825

Direcciones y teléfonos de algunos colectivos participantes e interesados:
ACSUR - LAS SEGOVIAS
c/Cedaceros, 9 - 3 izq. - 28014 MADRID
tlf: 91 429 16 61 / fax: 91 429 15 93 - @:
educacion@acsur.org
ASOCIACIÓN CULTURAL CANDELA
c/Aldea del Fresno, 18 - 28045 MADRID
ASOCIACIÓN CULTURAL LA COMPAÑÍA DEL CRISOL(Canillejas)
c/San Narciso, 18 - 28022 MADRID
BIBLIOTECA SOCIAL “LA BIBLIO”(Lavapiés)
@:
labiblio@sindominio.net
CENTRO SOCIOCULTURAL MARIANO MUÑOZ, A.V. CORNISA (Usera)
c/Cristo de la Victoria, s/n - 28026 MADRID
tlf: 91 500 20 89 - @:
cornisa@cornisa.org
CNT SECCIÓN ENSEÑANZA
Pza Tirso de Molina, 5 - 2 y 6 - 28012 MADRID
tlf: 91 369 08 38 / fax: 91 420 08 56 - @:
jpablocalero@yahoo.es, asic0000@encina.pntic.mec.es
COLECTIVO CHANZAS (Fuenlabrada)
Hotel de Asociaciones. Parque Huerto del Cura
28945 FUENLABRADA (MADRID)
tlf: 91 606 55 10, 600 09 09 29.
@:
chanzas@nodo50.org, agendazass@hotmail.com - http://www.zass.org
COLECTIVO NOVIOLENCIA Y EDUCACIÓN
Av. .Padre Piquer, 54 - 2D - 28024 MADRID
tlf: 91 518 04 03 - @:
edunoviolen@nodo50.org, edunoviolen@terra.es
ESCUELA DE EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS AL ALBA (Vallecas)
c/Riojanos, 1 - 28038 MADRID
@:
amatamal3@eresmas.net
ESCUELA DE EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS DEL PUEBLO DE VALLECAS
c/Peña Veiga, s/n - 28031 MADRID
Apdo. 38115 - 28080 MADRID
@:
naranjoj@munimadrid.es
ESCUELA POPULAR DE PERSONAS ADULTAS AULA DE CULTURA VALLE INCLÁN
c/José Cadalso, 50 - 28044 MADRID
tlf: 91 706 08 18
ESCUELA POPULAR DE PERSONAS ADULTAS DEL BARRIO DEL PILAR
c/Betanzos, 37 - 28029 MADRID
ESCUELA POPULAR DE PERSONAS ADULTAS DE OPORTO
c/Busaco, 2 – bajo dcha - 28025 MADRID
tlf: 91 565 02 54 / fax: 91 560 98 39
ESCUELA POPULAR DE PERSONAS ADULTAS DE PROSPERIDAD
c/Luis Cabrera, 19 - 28002 MADRID
tlf: 91 562 70 19 (de lunes a viernes, de 10h a 13h y de 19h a 21h30)
@:
prospe@nodo50.org - http://prosperesiste.nodo50.org