Los perseguidos.
La guerrilla libertaria cordobesa de los Jubiles
José Moreno Salazar
La guerra civil no terminó aquel aciago 1 de abril de 1939. No todo el mundo aceptó la derrota, y muchos que no tenían ante sí mejor perspectiva que la cárcel, los campos de trabajo o el pelotón de fusilamiento, continuaron la guerra por su cuenta, desechando la huida al extranjero. Esos fueron “los perseguidos”. José Moreno Salazar narra con una intensidad sorprendente, el decurso cotidiano de la guerrilla de Los Jubiles, la de los tres hermanos Francisco, Juan y Sebastián Rodríguez, delegados de las antiguas milicias de Bujalance y responsables posteriormente de la 88 Brigada Mixta del Ejército Popular de la República. El sistema desarrollado por los Jubiles era ingenioso y difícilmente batible desde fuera. Lejos de crear grandes formaciones guerrilleras, se limitaban a organizar grupos pequeños sostenidos por una amplia red de colaboradores que ni la falange ni la guardia civil pudieron desarticular. Llegado el momento, cuando se acabara la guerra mundial, el grupo podía movilizar un pequeño ejército y confluir con otras guerrillas en una ofensiva contra las fuerzas fascistas, aisladas internacionalmente. El momento no llegó nunca y la guerrilla, inmune al enemigo de fuera, sucumbió por culpa del enemigo interno: el traidor. La traición existe y resulta siempre efectiva. Un delator, infiltrado en el grupo, supo desviarlo por lugares inapropiados y entregarlo a la guardia civil. El único superviviente pudo contarlo gracias a una ingeniosa fuga y una capacidad de adaptación a las peores circunstancias de la posguerra. Nunca recomendaría una novela sobre la guerra civil, de tantas malas como hay. La cosa se explica por el hecho de que la realidad de aquella guerra siempre ha superado con creces la ficción, constituyendo un material que no se deja novelar, perdiendo fuerza y veracidad en la medida que sufre un trato literario.
Latorre literaria – AGE, Madrid 2011
326 págs. Rústica 21×14 cm
ISBN 9788493884017
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Sábado por la noche y domingo por la mañana
Alan Sillitoe
En la pasada década de los cincuenta surge en Inglaterra una literatura diferente que embiste contra los viejos valores de la conservadora sociedad británica con un sentido del humor incisivo, inclinándose por el rechazo de las conductas convencionales, la promiscuidad sin pretensiones, la bebida, la hostilidad a la política oficial, el descrédito de los hipócritas valores dominantes, un cierto anarquismo existencial… Los personajes provienen de la clase media baja, como los protagonistas de Arriba en la cumbre (de John Wain), La suerte de Jim (Kignsley Amis) y la obra de teatro Mirando hacia atrás con ira (John Osborne), o directamente de la clase obrera, como el Arthur Seaton de Sábado por la noche y domingo por la mañana, la obra que comentamos, la que narra las hazañas alcohólicas y sexuales de un obrero metalúrgico los fines de semana, cuando se repone del trabajo a destajo en una fábrica de bicicletas. Sillitoe, amigo del situacionista Alex Trocchi, ofrece una imagen consumada de la cotidianidad del proletario inglés de posguerra, optimista, desinhibido, sin objetivos a largo plazo, dispuesto a agotar su paga en los placeres que brinda el día, sin creer demasiado en las grandes causas, pobremente representadas en la época por los laboristas y comunistas. La vida de estos personajes parecía mucho más interesante que la de los burgueses insatisfechos de la literatura oficial. La crítica etiquetó a todos estos autores de Angry Young Men, es decir, de “Jóvenes airados”, sin que ninguno de ellos asumiera la marca, puesto que cada cual iba por libre. Sería un error juzgarlos como miembros de una vanguardia cualquiera, puesto que no constituían un grupo organizado ni suscribían programas comunes. Se movían en el terreno de la cultura sin querer subvertirlo, usando formas tan vanguardistas como la novela o la pieza de teatro en tres actos, lejos de cualquier experimentación, sólo que recorriendo caminos menos trillados, allanando el camino a una revuelta juvenil generalizada que tardaría pocos años en manifestarse.
Impedimenta, Madrid 2011
312 págs. Rústica 21×13 cm
ISBN 9788415130130
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Hermanos de sangre
Una novela berlinesa
Ernst Haffner
Novela de autor casi desconocido, prohibida al subir los nazis al poder, cuyo título original era el de “Jóvenes de las calles de Berlín.” Se trata de un crudo retrato de la Alemania capitalista de los años treinta del siglo pasado, en plena crisis económica, social y moral, sometida a leyes durísimas que complicaban más aún la supervivencia de una legión de mendigos, parados, rateros y prostitutas, víctimas de una sociedad que se limitaba a controlarlos y contenerlos. Una banda de jóvenes abandonados a sí mismos, indocumentados, fugitivos de correccionales, que se autodenominan “Hermanos de sangre”, trata de resistir a la miseria de todos los modos posibles, que van de los robos al trabajo honrado. La camaradería no es horizontal, pues quienes imponen las reglas son los más osados y despiadados. Novela insólita, pues rara vez se incide literariamente en el tema de las masas desclasadas y marginadas, el lumpen, producto estrella de países en estado de shock, con la amenaza de la catástrofe a la vuelta de la esquina. En ese sector que queda al exterior de las clases, se incuban las tropas fascistas de choque con que el poder del dinero aplastará a su enemigo y prolongará la vigencia de sus leyes y privilegios. La desesperación y el resentimiento son un caldo de cultivo de un tipo agresivo de nacionalismo. Y es que, como alguien dijo, es fácil morir y matar por una patria en la que no se puede vivir.
Seix Barral, 2/2015.
13,3 x 23 cm.
Rústica con solapas, 248 páginas.
ISBN: 978-84-322-2450-8
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El vaquero indomable
Edward Abbey
Siguiendo la línea marcada por Thoreau, el camino a la anarquía ha sido equiparado a menudo con el retorno a la naturaleza. Usando palabras de éste “la Naturaleza se adapta igual de bien a nuestras debilidades que a nuestra fuerza”; ella nos nutre y nos protege. La deserción de las urbes, la desobediencia civil y el ecosabotaje son los métodos empleados para alcanzar la anarquía natural sin perderse por el laberinto civilizado. El protagonista Jack Burns prefiere vivir de acuerdo con sus propias reglas, sin dejar huella en los registros administrativos, sin impresos a rellenar, ajeno a los impuestos y los salarios, pero un antiguo compañero de aventuras libertarias se encuentra encarcelado por insumisión y decide echarle una mano. El amigo no comparte con Jack su peculiar “anarquía de los bosques y el desierto” y decide afrontar a la justicia civilizada, mientras que éste se adentra en las montañas con su yegua, perseguido por la policía. En ese terreno Jack es superior, pues sabe aprovechar mejor los recursos que la tierra virgen le brinda, pero la naturaleza ya no es lo que era, puesto que la surcan trenes, tendidos eléctricos y carreteras, los agentes espaciales del capitalismo. Y por una de éstas se acerca un trailer, símbolo del poder destructivo de la tecnología autónoma, la terrible arma de la civilización. Abbey es también autor de otra novela fundamental, La Banda de la Tenaza, verdadero manual de la guerrilla verde y obra señera de la contracultura americana.
Editorial Berenice, Córdoba 2013
304 págs. Rústica 22,5×14,5 cm
ISBN 9788415441267
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Miguel Amorós
Publicado en Cultura Libertaria núm.1