Este mes de febrero se cumplen 8 años desde que 15 personas murieran mientras trataban de cruzar a Ceuta a través de la frontera del Tarajal. 145 balas de goma y 5 botes de humo fueron disparadas por agentes de la Guardia Civil contra quienes nadaban hacia la playa. 14 personas se ahogaron, todo por llegar a Europa, por cumplir unos sueños y traspasar unas fronteras. 8 años después, alcanzar Europa sigue costando vidas, miles, en el mar, en el desierto o en cárceles libias.
A continuación, os relatamos una historia, una entre muchas, en este caso no de muerte, pero si de esclavitud, que pudimos escuchar en el podcast de noviembre del año pasado de La Internacional:
Hace unos días estuvimos en Níger trabajando, y allí conocimos la historia de Kobi, un chaval de 22 años camerunés que estaba preparándose para ser esclavo en Libia. Nuestro compañero Edu Marín nos cuenta su historia.
-No tengo dinero, por eso estoy aquí desde hace 4 días. He negociado con esta gente que dice que me puede llevar a Libia. Y les he propuesto venderme como esclavo.
Esta podría ser la historia de muchos migrantes que aguardan en Níger su oportunidad para ir a Europa, pero es la historia de Cobi.
-Me llamo Oyón Collins, vengo de Camerún y tengo 22 años. Dejé mi país por la situación, por la crisis, por la inseguridad y por la crisis. Soy un estudiante, pero hace 5 años todo saltó por los aires.
Kobi, u Oyón Collins, como se presenta, se refiere al día en que Boko Haram asaltó su aldea.
-Mi madre era profesora en la escuela. Le dijeron que lo dejara, pero lo siguió haciendo. Así que la mataron, a ella y a mi padre.
Kobi lleva una camiseta del Paris Saint Germain, pero él no quiere ir a Francia. Su sueño es llegar a Italia, pero el camino no está siendo nada fácil. Antes de llegar a Níger, Kobi pasó junto a su hermano por Nigeria.
-Llevábamos conduciendo 40 noches, entonces, la policía nos paró. Nos preguntó de donde éramos. Les dijimos que éramos de Camerún, refugiados. Nos contestaron que bajáramos y que el coche no se movería de ahí. Le rogamos que nos dejaran ir, y lo hicieron después de que les pagáramos 20.000 nairas.
Algo más de 40 euros, toda una fortuna cuando no tienes nada. Al llegar a Lagos, la capital de Nigeria, Kobi y su hermano vivieron en la calle. Una noche les quisieron robar lo poco que tenían. Su hermano se intentó defender y lo pagó con la muerte. Kobi se quedó solo. Gracias a la caridad logró llegar a Níger, la puerta del desierto, la antesala de Libia, a donde quiere llegar como paso previo a Italia. Pero sin dinero sólo tiene una opción, ser esclavo. Está aterrorizado, pero lo tiene claro. Tanto que hasta ensaya lo que le dirá a su posible comprador.
-Te serviré durante 4 años. Después de esos 4 años, me buscarás a otra persona que me ayude a cruzar a Europa.
Días después, ese comprador llega, pero su oferta es muy baja. Kobi afirma que su vida vale más y el intermediario le responde: “me da igual que no aceptes, mientras viajar a Europa sea tan difícil, no me faltarán candidatos”.
Para indagar un poco más sobre la travesía por el Sáhara que realizan miles de personas, os recomendamos el documental de poco más de 30 minutos que la productora Muzungu estrenó el mes pasado en TV3 (y que se puede ver en la parte a la carta de la web de TV3) titulado Tombes de sorra.