Los despreciables elementos que, de una u otra manera, justifican el asesinato de miles de personas en Gaza suelen aducir que ese foco no se coloca en otras partes del mundo donde también se están produciendo matanzas y opresiones de todo tipo. Creo que el pueril e interesado argumento supuestamente moral lo debería decir todo por sí mismo, ya que es tan sencillo como que denunciar una cosa no quita no hacerlo con las otras, pero llevemos a cabo unas amplias reflexiones tratando de indagar en este mundo autoritario que padecemos. Hace poco me preguntaba, en este lúcido blog, por qué se mata tanto en nombre de religiones, que supuestamente tienen preceptos que lo prohíben. Algunos botarates fundamentalistas fueron incapaces de detectar que, de alguna manera, el interrogante podía tener incluso un sustrato religioso (por parte de mí, un furibundo y recalcitrante ateo y materialista), y se limitaron a señalar que otros asesinan más y mejor en nombre, supuestamente, de ideologías laicas. Es decir, no parece inquietar tanto que se mata en nombre de conceptos absolutos, y ahí es donde podemos esclarecer las muchas maldades que realiza esta peculiar y tantas veces repulsiva especie llamada sapiens. Y es que, aunque parezca a priori una paradoja, desde posiciones relativistas, y mi talante ácrata me empuja a tenerlas con todos los matices que se quiera (en eso consiste no ser un dogmático), nos pueden repugnar sincera y abiertamente cualquier atentado contra eso tan poco respetado que denominan derechos humanos. Pero, vayamos con el asunto con nos ocupa. En primer lugar, la mayoritaria indignación con el genocidio en Gaza estriba, no solo en la continua evidencia documentada que podemos tener sobre ello. Se trata de una injusticia con muchas décadas de existencia, en el que Estado de Israel tiene poderosos aliados que han sustentado no pocas falsedades sobre el asunto, por lo que solo alguien moralmente indolente, o bien a sueldo de la iniquidad, puede sostener lo contrario.
Dicho esto, y como es lo que denominamos izquierda la que principalmente ha salido en defensa del pueblo palestino, se ha llegado a decir que la misma (así, mencionada como un todo para consumo de los no muy dotados intelectualmente) no denuncia en absoluto la opresión y padecimientos ocasionados por regímenes como los de Cuba, Venezuela o incluso China o Corea del Norte. Como dije, sacar esto cuando se está denunciando una matanza muy concreta, que resulta urgente parar, me parece despreciable y mezquino. No obstante, la fortaleza moral que debemos considerar inexpugnable reside en no mirar hacia otro lado ante la injusticia, con muertes directas o indirectas, que se producen en los diversos regímenes políticos y económicos en este mundo que padecemos. Mucho menos, entrar en estériles debates sobre cuál sistema es mejor o peor y acabar lanzándose los muertos unos a otros. Y es que también se podido ver en esta inicua y descerebrada sociedad mediática que, en el contexto de la masacre en Gaza, se guarda silencio con otros genocidios de cristianos, por ejemplo, en Nigeria y Siria. Cierto es que en el país africano, como en tantos otros del maltratado continente, hay no pocos conflictos armados. Podemos observar en informes sobre los derechos humanos que algunas muertes las causa el Estado, mientras que otras son productos de otras bandas armadas, algunas de carácter yihadista, aunque no todas. En cualquier caso, querer verlo como un genocidio cristiano, tal y como lo reflejan ciertos medios reaccionarios de manera interesada, no parece que se ajuste a la realidad; mucho menos, comparándolo con lo perpetrado en Gaza con el apoyo de las más poderosas naciones democráticas. No obstante, no quiero caer en lo mismo y comparar unos muertos con otros, todos y cada uno de los asesinatos son denunciables los realice quien los realice; lo que no es de recibo es aducir complejidad en algunos casos, como el de Israel y Palestina, y atribuir simple maldad humana a otros.
Algo similar a los conflictos en Nigeria ha ocurrido en Siria en los últimos meses, desde el supuesto fin de la guerra y la llegada al poder de un gobierno con algunas fuerzas yihadistas o exyihadistas (o vayamos a saber qué). Hay quien también ha denunciado exclusivamente la matanza de cristianos, de nuevo haciendo una analogía con Gaza y ante el supuesto silencio de la comunidad internacional. Sin embargo, lo que parece cierto es que después de tantos años de guerra en Siria, sustentada por los más poderosos Estados del planeta, y la caída al fin de la dictadura de Al Asad, durante casi un año se han sucedido igualmente los conflictos armados. Y en este tiempo la situación, como en tantos lugares del mundo, continúa siendo desoladora con millones de personas viviendo en la pobreza y dependiendo de una ayuda humanitaria casi inexistente. No creo que, a estas alturas, nadie con un mínimo de sensibilidad moral puede negar que lo perpetrado por Israel en Gaza no es una guerra, es una masacre contra un pueblo. Ahora, parece que hay un alto el fuego y puede que se ponga fin a los bombardeos, pero la injusticia y opresión contra el pueblo palestino dudo mucho que halle una solución digna. Se mencionan decenas de guerras o conflictos armados, ya que hay quien hace una distinción entre una cosa u otra, con el sufrimiento de todo tipo población civil, mientras algunos discuten sobre lo que es una mera masacre o todo un genocidio lanzándose los cadáveres unos a otras de manera interesada. Lo cierto es que urge detener los asesinatos que se están cometiendo ahora mismo, por parte de uniformados armados sirviendo a unos u otros Estados o aspirantes a serlo, por lo que nos manifestaremos siempre con fuerza contra ello. Sin embargo, hay otro tipo de matanzas lentas y silenciosas que se siguen produciendo, en dictaduras y también en sistemas supuestamente democráticos, de forma directa o indirecta. Puede que se dé una paz formal, pero en absoluto justicia. Nuestro talante libertario, propugnador de un mundo libre, plural y solidario (¡nadie ha dicho que sea fácil!), nos debe empujar a denunciar su ausencia en todos y en cada uno de los lugares sin entrar en mezquinas disquisiciones pseudomorales.
Capi Vidal
https://en.wikipedia.org/wiki/Siege_of_El_Fasher