Alguien, alguna vez, afirmó: «ejercer el poder corrompe, someterse a él degrada», una frase clara y certera que, aunque antigua, por más que pasen los años y los siglos seguirá vigente. La población debería ser capaz de ver más allá de la luz cegadora que nos atrae como a las mismas moscas, me refiero a leer entre líneas lo que anuncian los carteles de los partidos políticos. En definitiva, ver más allá del humo que nos venden también en la televisión; por más que salgan caras nuevas no es otra cosa sino un lavado de cara del partido, por más discursos embriagadores que oigamos, por más promesas que nos hagan y prometan que las van a cumplir, por más democracia que nos vendan, aunque se llenen la boca con la palabra libertad, todos sabemos en el fondo que no lo van a realizar, incluso asumiendo las buenas intenciones que tenga este partido.
Estamos en el siglo XXI, la historia demostró y va a volver a mostrar de nuevo que los partidos políticos, plataformas o grupos que deseen el poder son corruptos, pero tal parece que estamos sordos y ciegos, por más nombres pintorescos que tengan, jamás podrán representar a la población, aunque su programa sea rompedor, porque cuando quieres cambiar un sistema social no lo puedes hacer metiéndote en el mismo, una vez que entras en el juego de las elecciones políticas/sindicales estás siguiendo el juego del sistema que tanto odias y quieres derribar, por más que tu programa sea el más revolucionario, los que controlan realmente el mundo no lo dejarán aplicar porque no es su interés de clase. Todas las agrupaciones políticas empiezan copiando las palabras que la población quiere oír: democracia, menos corrupción, acabar con el paro etc., así una vez en el poder y engañada la gente ellos mismos gestionarán eso que tanto dicen combatir.
Los intereses de un partido político, o en su caso, Gobierno, siempre son contrarios a los de la población por el simple hecho de que son clases diferentes; una, la clase oprimida y la otra la clase opresora, ya que el pueblo quiere libertad y el partido poder, el pueblo desea controlar su propia economía y el Gobierno controlar a la población para que no realice una revolución que dará al traste con su parcela de poder, el pueblo desea justicia y el Gobierno tener más y más; ninguna república, partido, Gobierno, monarquía ni dictadura representará jamás a la población, que penosamente les legitima, porque sus intereses son absolutamente contrarios entre sí.
¿QUÉ PUEDE HACER EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO AHORA? TODO.
¿EN QUÉ SE CONVIERTE EN MANOS DE PARTIDOS Y SINDICATOS? EN NADA.
¿QUÉ QUIERE? LA REALIZACIÓN DE LA SOCIEDAD SIN CLASES
POR EL PODER DE LOS CONSEJOS OBREROS.
(Frase de un cartel de Mayo del 68)
Lamentablemente, no aprendemos de la Historia; si la analizamos un poquito veremos la respuesta casi a todo, no hubo ningún gobierno que haya cumplido con su programa, que no haya reprimido a la población, ninguno que haya cedido a las peticiones del pueblo así, sin más, porque son buenos, ¡¡¡no!!! todo lo que ceden es mediante la presión popular y muertes a mano del fiero capital ¿Acaso algún Gobierno acabó con este sistema injusto, inhumano y asesino? No, todos se corrompieron. ¿Qué Gobierno por mas demócrata e izquierdista que pretendiese ser no reprimió en su caso a la población harta de mentiras que sale a la calle para que se sienta el verdadero sentir? Todos ¿Qué Gobierno no reprimió ni humilló ni masacró al pueblo cuando este sí que encuentra una verdadera forma de poder real sin pisotear a nadie? Ninguno. Y para todos los que argumentan que verdad absoluta no hay ninguna, puede que tengan razón pero me remito a las pruebas y lo único que lo corrobora es la Historia.
Según creo yo, tenemos simplemente dos opciones: o seguir obnubilados como borregos dirigiéndonos al matadero, seguir confiando en un ser que ni siquiera conoces pero tiene una buena dialéctica a la hora de hablar y dando palos de ciego, o decir basta ya de mentiras y meternos de una puta vez en la cabeza que ni IU, PCE, UPyD, PP, PSOE ni tampoco ese partido nuevo, tan democrático que trae la revolución en su programa, sí, me refiero a Podemos y un sinfín de partidos nuevos y los que nos vendrán, no nos van a representar jamás, que lo único y verdadero es lo que puedes controlar tú mismo es algo que esté a tu alcance, donde tú tengas voz y voto, en las asambleas populares o utilizando la acción directa sin delegar tu deber en nadie, sí, aunque tarde años en derribar a este sistema capitalista, pero como dice la frase vamos sin prisa porque vamos lejos.
La única democracia que ellos nos venden y esto es literal, es ir a elegir cada equis tiempo al que te gobernará sin consultarte en nada durante unos cuantos años, cuando la verdadera democracia es que decidan todos y cada uno de quienes conforman la sociedad, ¿Qué gobierno en la Historia la aplicó? ¿Qué partido tiene ese sistema en su interior? Ninguno, porque no es lo que desea el sistema capitalista, no es la condición que te obliga a tener para poder acceder a ese poder preciado por algunos, ese mismo poder que algunos despreciamos, pretender cambiar el sistema metiéndote en él es una utopía.
Giacomo Pedretti
Publicado en el número 314 del periódico anarquista Tierra y libertad (septiembre de 2014)