Francisco Pí y Margall fue, sin duda ninguna, el patriarca de las mejores corrientes políticas de la España contemporánea. Presidente de la Primera República y líder natural del republicanismo, traductor al castellano de las obras de Pierre Joseph Proudhon y, por eso mismo, introductor del anarquismo en nuestro país, primer teórico del federalismo hispano… Una agitación ideológica que corría pareja a su infatigable labor labor política y a su concienzuda producción intelectual. Un protagonismo público que sólo podía ser compatible con una intachable ética privada. A su muerte, en el año 1901, el teórico anarquista Ricardo Mella escribió en el número de La Revista Blanca publicado el 15 de diciembre de ese año este sentido artículo, merecido homenaje del movimiento libertario al federal con quien tantos lazos unían
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general