La historia del anarquismo, sea cual sea el país donde se estudie resulta apasionante. A espera de un ensayo más amplio, realizamos aquí un pequeño apunte sobre la cultura libertaria en los Estados Unidos de América, con sus importantes figuras y sus numerosas tendencias, resumidas en el espirítu de unas ideas no dogmáticas y en el deseo y conquista de una sociedad verdaderamente libre.
Como dice Paul Avrich, en su libro Historia oral del anarquismo en Estados Unidos, existe una gran variedad de opiniones en la cultura libertaria norteamericana. Johann Most (1846-1906), nacido en Alemania, recorrió gran parte de Europa antes de llegar a EEUU en 1882, país que no tenía una gran tradición socialista, pero recogía la notable influencia de anarquistas italianos y rusos. Most puede decirse que era partidario en un primer momento del anarquismo colectivista, en la línea de Bakunin, y llegó a ser un acérrimo defensor de la acción directa; era una figura radical de gran oratoria y su periódico, Freiheit, publicado primero en Alemania, después en Inglaterra y también reeditado en América. Esos años 80 del siglo XIX serán cruciales en el movimiento obrero norteamericano y será en el año 82 en Chicago cuando se funde la International Working People’s Association, hecho en el que no puede rebajarse la influencia del propio Most. Será a partir de 1890 cuando Most se modere en sus llamamientos a la violencia revolucionaria y empiece a evolucionar del colectivismo al comunismo anarquista, del que Kropotkin era su principal pensador. Como es sabido, según esta teoría, serían los miembros de la comunidad en la sociedad anarquista los que juzgarían sus propias necesidades, superando de esa forma el trabajo asalariado, y tomarían del almacén común aquello que considerasen necesario. El optimismo antropológico de Kropotkin confiaba en que el progreso de la humanidad llevaría al fin de la explotación económica y de la opresión política, por lo que la sociedad sería al fin autónoma conquistando el bienestar y la libertad sin autoridad alguna.
Tanto Most, como Kropotkin, protestarán enérgicamente contra el juicio a los anarquistas de Haymarket. Un año después de ser ejecutados, Most declaró que aquello había adquirido una importancia histórica similar a la conmemoración de la Comuna de París; la integridad y valentía de aquellos hombres, llegará a decir años más tarde, «sigue siendo una lección para los viejos y una fuente de inspiración para los jóvenes». Kropotkin, conmovido también por aquella tragedia, seguirá desde entonces con gran interés el desarrollo del anarquismo estadounidense. Antes de visitar el país norteamericano, el gran pensador anarquista ya se escribía con militantes de aquellas tierras, leía sus publicaciones y les enviaba mensajes de apoyo; estaba al tanto de las otras corrientes, como la colectivista y la individualista, y llegará a citar a Most y a Tucker en su conocido trabajo para la Enciclopedia Británica. A la vez, Kropotkin empezará a influir notablemente a los anarquistas de Estados Unidos y sus artículos empezarán a aparecer en las principales publicaciones, como Liberty, de Tucker, Freiheit, de Most, Free Society, de Abe Isaak, o Mother Earth, de Emma Goldman. El movimiento anarquista norteamericano, a finales del siglo XIX, comenzará a ser de tendencia comunista libertaria por la gran influencia de Kropotkin; tal como dice Emma Goldman en sus memorias, Viviendo mi vida: «Era un hombre eminente en el campo del saber, reconocido como tal por las primeras figuras mundiales. Pero para nosotros significaba mucho más que eso. Veíamos en él al padre del anarquismo moderno, a sus portavoz revolucionario y al brillante ponente de la relación del anarquismo con la ciencia, la filosofía y el pensamiento progresista».
No obstante, los anarquistas individualistas como Tucker continuaban exaltando la libertad personal y desconfiaban de cualquier organización que pudiera conducir hacia formas burocráticas. Los individualistas, influidos por Max Stirner y su espectacular obra, confiaban principalmente en la educación y el conocimiento para la emancipación del ser humano desconfiando de cualquier revolución organizada. A pesar de ello, Tucker apreciaba el pensamiento de Bakunin y de Kropotkin, traduciendo al inglés Dios y el Estado, del primero, y publicando numerosos ensayos del segundo en Liberty. La labor más apreciada de Tucker fue la de periodista, uno de los más brillantes que ha dado el pensamiento radical norteamericano, y Liberty suponía una meticulosa publicación con una importante legión de colaboradores. El historiador Avrich considera que la aparición de Tucker constituye un hito en la historia del anarquismo en lengua inglesa, llevando a cabo una importante labor de divulgación durante 30 años con la edición de incontables folletos y libros. En 1908, Tucker se irá a Europa después de que un incendio acabara con su almacén de libros y periódicos; cada vez se mostrará más pesimista con el desarrollo del capitalismo y llegará a afirmar que «el monstruo está devorando a la humanidad». Se retiró a Mónaco donde no era conocido y su muerte en 1939 casi pasó desapercibida; una importante figura del anarquismo que merece recuperarse.
Hemos mencionado las tendencias colectivista, comunista e individualista, y todavía nos queda otras importantes: los anarquistas mutualistas, influidos por Proudhon, con rasgos tanto socialistas como individualistas; el anarcosindicalismo, surgido ya en el siglo XX y con la esperanza puesta en el movimiento obrero para autogestionar la economía y el conjunto de la sociedad; finalmente, los pacifistas, como el caso de Tolstoi, que rechazaban cualquier acción violenta revolucionaria. A pesar de las diferencias, todas estas tendencias compartían el objetivo de acabar con las instituciones coercitivas y fundar la sociedad sin Estado basada en la cooperación de individuos libres. Del mismo modo, todos ellos desconfiaron de cualquier forma de autoridad centralizada y previeron los peligros de la corriente marxista. Todavía podemos mencionar otra corriente ácrata, los anarquistas eclécticos, que rechazaban cualquier etiqueta y bebían de cualquier pensamiento libertario; era lo que Tarrida del Mármol llamó «anarquismo sin adjetivos», basándose en que el espíritu libertario debía rechazar cualquier tipo de dogma. En esa línea, Rudolf Rocker dirá que todas las corrientes, individualistas, comunistas o como quieran llamarse, son «solo diferentes métodos económicos, las distintas posibilidades prácticas de lo que todavía no se ha comprobado, y que el primer objetivo es asegurar la libertad personal y social de los hombres, no importando sobre qué base económica deba realizarse».
Otra figura que abrazó esa postura dentro del anarquismo fue Gustav Landauer, nacido en Alemania, que fue a la vez individualista y socialista, militante y defensor de la resistencia pasiva, periodista, filósofo, novelista, crítico, una figura enormemente versátil; también tradujo a importantes autores, no solo anarquistas, estuvo en contactos con los literatos del movimiento expresionista y tuvo una importante labor en el teatro de vanguardia. Desgraciadamente, fue asesinado por soldados en 1919 al ser una figura primordial de la revolución bávara; tras su desaparición, Rocker ocupará su lugar como uno de los más importantes autores alemanes del anarquismo. Poco puede añadirse a la gran figura que fue Rocker, después de haberse convertido en el motor del movimiento anarquista alemán y de ser uno de los principales fundadores de la Asociación Internacional de Trabajadores en 1922, tuvo que emigrar tras la llegada al poder de Hitler. Rocker llegará a Estados Unidos en 1933 y los siguientes 25 años de su vida los pasará en aquel país, escribiendo y dando conferencias a favor del anarquismo; ya hemos comentado ampliamente en otros textos sobre su gran obra Nacionalismo y cultura. En 1937, Rocker se estableció en la Colonia de Mohegan, en el condado de Westchester de Nueva York, lugar en el que se convertiría en una importante figura intelectual durante los últimos 20 años de su vida. Rocker murió en 1958, desapareciendo un autor fundamental del anarquismo a nivel internacional y también el experimento de Mohegan, una de las más importantes colonias libertarias en Estados Unidos.
Capi Vidal
Enlaces relacionados:
Breve historia del anarquismo en Estados Unidos.
Anarquismo en Estados Unidos (entrada en Wikipedia).
Voces anarquistas. Historia oral del anarquismo en Estados Unidos, de Paul Avrich.