Archivo de la etiqueta: Anarquismo

Anarquismo y liberalismo: propiedad, mercado y competencia

John Locke afirmó: “El grande y principal fin que lleva a los hombres a unirse en Estados y a ponerse bajo un gobierno es la preservación de su propiedad”. La propiedad privada, para el liberalismo, es un derecho sagrado, pero nos preguntamos si su concepción de la misma no deja de estar directamente vinculada a la desposesión de gran parte de la sociedad. De hecho, Proudhon, al que se atribuye con ¿Qué es la propiedad? (1840) haber realizado el primer estudio científico en el ámbito de la economía política, pivotará toda su obra en torno a esta pregunta. Si Locke estableció los principios del liberalismo en vincular la propiedad privada a la libertad, Proudhon quebrará el altar sobre el que se colocó ese ídolo y, como es sabido, concluirá que se trata de una apropiación indebida. Pero el filósofo francés no pretendía ser lapidario en su conclusión, ni demonizar sin más el concepto, sino profundizar en algo que consideraba contradictorio. Con su oxímoron, pretendía señalar que la propiedad es una institución que se niega a sí misma, fundada en la contradicción y símbolo de la desigualdad social y política. Gaston Leval afirmará al respecto: “Proudhon negaba el derecho romano de la propiedad, la forma que permite a unos hombres usufructuar indebidamente el trabajo ajeno. Pero la consideraba indispensable en su forma generalizada”. Eso es algo que hay que poner delante de los liberales y su sacralización del concepto de propiedad, la gran premisa moral del anarquismo es su negación de la explotación, de “usufructuar indebidamente el trabajo ajeno”, por lo que está muy claro lo que quiso señalar el francés.

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MUJER ANARQUISMO ANARCOFEMINISMO

“Ni dios, ni patrón, ni marido”

La participación de las mujeres en la cultura impresa anarquista a escala internacional fue imprescindible para la extraordinaria difusión de la prensa y producción editorial del movimiento libertario, desde finales del siglo XIX hasta principios del XX. Fueron mujeres que desafiaron las normas de clase y de género, mujeres que crearon proyectos editoriales y colecciones, editaron periódicos y folletos, tradujeron textos políticos y literarios. “Su participación se rastrea en las primeras planas y en las portadas, pero también en los talleres y las imprentas, y en las calles, distribuyendo publicaciones o cobrando suscripciones”. Así recibe la exposición ‘Moldeadoras de la idea: mujeres en la cultura impresa anarquista’, que, en las propias palabras de sus curadoras, “recupera ese trabajo intelectual y manual muchas veces invisibilizado, para recordar y homenajear a todas aquellas que llevaron a letra de molde las ideas de la revolución, la emancipación, la fraternidad y la igualdad, y que imaginaron un mundo absolutamente diferente del que conocían”.

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ANARQUISMO FUNDACIONAL IBÁÑEZ

«Anarquismo no fundacional», libro de Tomás Ibáñez

[….] ¿Qué ruptura? La ruptura con el poder y, como consecuencia, con la noción de poder, y, en consecuencia, en cualquier lugar en que predomine un poder.
[….] Afirmar radicalmente la ruptura: esto equivale a decir —es el primer sentido— que estamos en estado de guerra contra lo que es, en todos lados y en todo momento, que no tenemos relación sino con una ley que no reconocemos, con una sociedad cuyos valores, verdades, ideal y privilegios nos son extraños, que nos las tenemos que haber con un enemigo tanto más temible cuanto más complaciente, con el cual debe quedar claro que, bajo ninguna forma, ni siquiera por razones tácticas, pactaremos jamás. Producir la ruptura no es solo apartar o intentar apartar de su integración en la sociedad establecida a las fuerzas que tienden a la ruptura; es hacer de tal forma que, cada vez que se lleva a cabo y sin dejar de ser rechazo efectivo, el rechazo no sea un momento solamente negativo. Ahí se encuentra, política y filosóficamente, uno de los rasgos más fuertes del movimiento. En este sentido, el rechazo radical, tal como este lo produce y tal como también nosotros debemos producirlo, supera con mucho la simple negatividad, por más que sea negación incluso de lo que todavía no ha sido propuesto y afirmado. Poner en claro el rasgo singular de este rechazo es una de las tareas teóricas del nuevo pensamiento político. Lo teórico no consiste evidentemente en elaborar un programa, una plataforma, sino, al contrario, en mantener, al margen de todo proyecto programático e incluso de todo proyecto, un rechazo que afirma, en liberar o mantener una afirmación que no ordena, sino que desordena y se desordena, pues guarda relación con el trastorno y el desasosiego, o incluso con lo no estructurable [….]
 Maurice Blanchot,
Afirmar la ruptura, 1968(1)

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La huella anarquista en la historia

Vamos a repasar en el siguiente texto, de forma somera, el atisbo del ideal libertario en algunos autores y corrientes previos a la modernidad, época en la que nace estrictamente el anarquismo; se trata de una lucha histórica por la emancipación, a través de determinadas concepciones y experiencias, basada en la ruptura con la tradición autoritaria y por el establecimiento sólido de los más nobles valores humanos.

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La primacia de lo ético sobre lo político en el anarquismo

El anarquismo clásico considera la mejor organización social, en oposición a la regulación por parte de una instancia objetiva externa (el Estado), surgida de la voluntad de individuos libres, autónomos y conscientes con el paradigma de la solidaridad frente a cualquier otro; se trata de una primacía de lo ético sobre lo político.

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ANARQUISMO A CIRCULADA

La A en un círculo. Pequeño dossier para disipar dudas sobre su origen

Podemos explorar e investigar exhaustivamente todos los archivos, retroceder en el tiempo tanto como nos sea posible y recorrer todos los continentes que, sin embargo, la realidad seguiría siendo tozuda: antes de abril de 1964, nunca una A en un círculo simbolizó la anarquía y el anarquismo.

Ningún cartel, ninguna inscripción mural, ni rastro alguno. No obstante, esta ausencia no encierra ningún misterio. Es tan simple como que dicho símbolo anarquista no podía existir antes de ser concebido, lo cual aconteció precisamente en abril de 1964.

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ACRACIA ANARQUISMO NIHILISMO

El espeluznante peligro anarquista (y, ojo, nihilista)

Habitualmente, los ácratas nos lamentamos sobremanera de que las anarquistas son las ideas y prácticas sobre las que se han vertido mayores falsedades, y visto lo visto es posible que no lo suficiente. El caso es que uno, propenso a la indignación y presto a dar batalla a poco que se presente, se niega a acostumbrarse a esos numerosos embustes arrojados de manera continua sobre la historia de un movimiento que ha buscado, desde sus inicios, eso tan bello que es la conciliación entre la emancipación individual y la colectiva. Si embargo, por lo que veremos a continuación, esa ignominia no se reduce el pasado y es algo que al parecer llega hasta estos, si cabe, todavía mayores confusos tiempos en los que el sistema globalizado busca enemigos una y otra vez para mantener al personal distraído y temeroso. No me preguntéis por qué, pero recientemente cayó en mis manos un ejemplar de El Mundo, es posible que el rey de los diarios mendaces en este inefable país llamado Reino de España. El caso es que una entrevista a doble página de un fulano anglosajón, director de algo descrito como un think tank (sea lo que sea eso), provoca que un escalofrío recorra mi cuerpo, indecisa mi pobre persona al no saber muy bien a qué emoción corresponde, al ser titulada de la siguiente manera: «Temo un ataque cíber o biológico de un grupo terrorista anarquista».

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EMMA GOLDMAN ANARQUISMO

Emma Goldman, la mujer y la emancipación libertaria

La vida de Emma Goldman (1869-1940), como la de tantos anarquistas, es toda una novela de aventuras, con múltiples hazañas en Europa y América, tratando personalmente a numerosos personajes, protagonistas para bien o para mal de la agitada historia contemporánea de Occidente. Nacida en la Lituania ocupada por los rusos, en el seno de una comunidad judía con un severo patriarca, la cual emigraría a Estados Unidos cuando Emma tenía 17 años. El despertar definitivo de la rebeldía de esta mujer llegaría con la ejecución de los anarquistas de Chicago en 1886, producida por la revuelta de Haymarket, origen de la conmemoración del 1 de mayo; declararía la guerra a una sociedad en la que la justicia era una pantomima, que había permitido sacrificar a unos inocentes. Emma Goldman era una acérrima defensora de la libertad de expresión, enemiga tanto de lo que consideraba hipocresía democrática de las sociedades capitalistas como de cualquier tipo de dictadura y dio turno de palabra siempre a sus detractores en todas sus intervenciones. Consiguió que el mayor Estado del mundo la convirtiera en su enemiga solo por su furibunda actitud defensora de unas ideas y hay que reconocer que arrastró con ello a la mayor parte de la tradición liberal norteamericana. Otra propaganda frecuente era el antimilitarismo, lo que supuso para Goldman y su compañero Alexander Berkman años de encierro y su exilio final a la Unión Soviética.

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Anarquismo-Siglo-XXI-Acracia

La problemática postanarquista

Al postanarquismo se lo podría considerar un intento de revisión de la teoría anarquista, en sus líneas no esencialistas y no dialécticas, mediante la aplicación y desarrollo de insights a partir del postestructuralismo/análisis del discurso. Y esto, a fin de discernir qué es lo innovador y qué lo fundante en el anarquismo; lo cual, precisamente, son la teorización de la autonomía y de la Sigue leyendo

Anarquismo-Siglo-XXI-Acracia

Tiempos posmodernos (y, luchemos por ello, también libertarios)

Fue el bueno de Fernando Fernán Gómez, reconocido ácrata, el que aseveró algo así como que, dado el fracaso de todas las políticas gubernamentales él apostaba por una sociedad en la que no mandara nadie. Bien por Fernando. Y es que el anarquismo ha sido objeto de tanta distorsión y marginación, que nosotros seguiremos insistiendo en estos tiempos tan aparentemente malos para la lírica que son los posmodernos. Para muestra, la continua afirmación interesada sobre que el desarrollo de la modernidad ha quedado marcado por dos corrientes políticas y filosóficas: socialismo y liberalismo. Sin embargo, contradiciendo esa simplificación, el sociólogo Christian Ferrer asegura que podrían ser tres las ideas de aspiración emancipatoria: liberalismo, marxismo y anarquismo. El que suscribe considera que es mucha la distancia que separa la filosofía libertaria de la doctrina marxista, mientras que en su comparación con las ideas liberales los anarquistas no podían aceptar bajo ningún concepto que la libertad política y la justicia económica fueran irreconciliables. A menudo, se consideró al anarquismo la rama liberal del socialismo, pero particularmente considero que ha ido, y obviamente seguirá yendo, mucho más allá de ser una corriente socialista. Uno de los motivos por los que aposté por el anarquismo es por, además de buscar la emancipación colectiva, tener una fe inquebrantable en la autonomía individual, así como en el criterio y la responsabilidad de cada persona en un contexto libre y solidario.

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