Hace ya varias décadas que viene hablándose de una época posmoderna. ¿Es verdaderamente así? ¿Son disquisiciones de los filósofos o puede hablarse de una nueva era en que la que se han producido cambios radicales? Personalmente, es algo que me trae de cabeza desde hace tiempo y la respuesta no es sencilla. Por un lado, considero que las premisas de la modernidad siguen vigentes, por otro, es cierto que el mundo se ha transformado ferozmente en muchos aspectos y merece la pena, al menos, que reflexionemos sobre el asunto.
Hay cierta izquierda que asegura que el poder político se encuentra subordinado al poder económico y, claro, eso justificaría que los grandes gobernantes progresistas poco puedan hacer, en cuanto a un cambio verdadero, una vez que han llegado al poder. Yo pienso más bien, de forma obvia, que ambos poderes se encuentran fusionados. Gobierne quien gobierne. Debería ser evidente, a estas alturas, el hecho de que hace ya tiempo que los que aspiraban a manejar el cotarro tenían que innovar una nueva modalidad de gobernabilidad (algunos lo llamamos dominación) propiciada por la propia transformación del Estado y por el nuevo contexto de auténtica revolución tecnológica e informativa. No dejaremos de insistir en que la dominación (algunos lo llaman gobierno), por muy sutil y democrática que se presente tratando de integrar a los propios sometidos en sus estructuras, asegura que, en última instancia, las decisiones políticas y económicas continúen estando en manos de una minoría.
La apelación a la «libertad» en nuestras sociedades modernas (o posmodernas, si se quiere) es constante. Tanto a un nivel político, para el buen funcionamiento de la democracia representativa (ya saben, la dominación más «amable» y autoasumida), como en el plano consumista y en el mercado capitalista, se apela a un sujeto libre, que supuestamente actuaría libremente para elegir una cosa u otra.
«Podría elegir no aplicar la palabra “anarquismo” a mis propias ideas, pero creo que usarla tiene un valor, el mismo valor y el mismo razonamiento que me han llevado a llamarme bruja todos estos años. Y es que cuando hay una palabra con una gran carga implícita, que suscita tanta energía, es señal de que transgredes un terreno que los árbitros del poder no quieren que pises, que empiezas a pensar lo impensable, a mirar tras la cortina […], reclamar la palabra “Anarquismo” sería como arrancarles el garrote que usan para golpearnos, con el mismo que no quieren que cuestionemos el poder en profundidad». |Starhawk
Rudolf Rocker se atrevió a afirmar que existe una oposición interna entre religión y cultura. Toda política tiene, en última instancia, su raíz en la concepción religiosa de los hombres; no se pueden vincular los factores político y económico, ya que éste último es de naturaleza cultural, íntimamente unido con todas las fuerzas creadoras de la vida social. Existen puntos de contacto entre los fenómenos religiosos y los culturales, ya que ambos manan de la naturaleza humana, pero es necesario examinar más a fondo la relación existente entre ellos. Si religión y cultura arraigan ambas en el instinto de conservación del hombre, una vez que han cobrado vida toman caminos diferentes, al no existir entre ellas vínculos orgánicos, e incluso divergentes.
Esta noche tuve un sueño. Estaba la Amalia, la directora de alasbarricadas, en una reunión de gente desconocida, unos veinticuatro, pegando voces como siempre, sin que entendiese ni una palabra de lo que estaba diciendo, en una habitación sin ventanas ni puertas, pintada de negro, a la luz de una vela puesta sobre una calavera. Amalia se vino a mí con un montón de papeles y Seguir leyendo Los Realistas en el Gobierno→
Si el proyecto anarquista puede parecer incomprensible para aquellos que han aprendido a aceptar la necesidad de ser gobernados, que han aprendido a preferir la seguridad a la libertad, ese proyecto entendido en su totalidad, como el derrocamiento completo de todas las relaciones sociales basadas en la obligación y la compulsión, incluso puede ser incomprensible para muchos Seguir leyendo Por un mundo absolutamente otro→
“El paternalismo es el mayor despotismo imaginable” Immanuel Kant
El paternalismo es una actitud que está muy presente en innumerables ámbitos de la vida humana, y en el terreno político se manifiesta por igual en sectores conservadores como de izquierda. Así pues, se trata de una actitud autoritaria que en lo más Seguir leyendo El paternalismo como dominación→
Mediante la percepción, los seres humanos interpretamos, damos sentido a la información que nos aporta el exterior a través de las sensaciones que captan nuestros sentidos, y que transmitimos al cerebro como procesador central.
Con este proceso de la percepción, juntoa otros como la atención, la motivación, la memoria, el aprendizaje, el pensamiento, el Seguir leyendo ¿Cuál es la realidad? No me creo lo que nos cuentan→
En la era de la conectividad, donde cada vez más, todo tiene que estar relacionado entre sí, gracias al progreso tecnológico, vemos día a día que lo único que cada vez está menos “conectado” es el trato y las relaciones sociales que se producen en la calle.
Y es que, como parte del proceso de burocratización y despolitización de nuestras vidas y de la gestión de todo lo que nos Seguir leyendo La vigencia actual de la propaganda impresa libertaria de calle→
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general