Las protestas desbordan a los líderes estudiantes y sindicales
En toda Indonesia los manifestantes han iniciado otra jornada de protestas, y el levantamiento que ha azotado al país en los últimos días no da señales de amainar. Inicialmente, los manifestantes se oponían tanto a las fuertes subidas de impuestos como a los generosos aumentos salariales y de gastos para los parlamentarios, pero las protestas adquirieron un cariz más militante tras unas brutales imágenes que mostraban a policías paramilitares atropellando a un repartidor durante una manifestación el 28 de agosto.
Al día siguiente estallaron revueltas espontáneas en la capital, Yakarta, y en muchas otras ciudades, como Makassar, Bandung, Yogyakarta, Medan y Pontianak. Los manifestantes atacaron puestos de policía, comisarías y la sede de la Cámara de Representantes (DPR). Durante el fin de semana las protestas se extendieron a los domicilios particulares de miembros de la DPR y a las oficinas de partidos políticos.

Desde entonces, al menos seis manifestantes más han muerto, más de 700 han sido arrestados y cientos han resultado heridos. Sin embargo, también han surgido imágenes de la policía retirándose apresuradamente ante el empuje de la multitud. Si bien el gobierno no ha recurrido a cortes de electricidad totales, si se han producido cortes de la señal telefónica en los lugares donde había manifestaciones, así como interrupciones en el acceso a internet y en el flujo de información digital.
“Las manifestaciones ya no surgieron de organizaciones estudiantiles formales y sindicatos, sino brotaron de la propia gente”, han declarado anarquistas indonesios en vía internet. “Además, ha aumentado el apoyo a las acciones violentas; antes, los anarquistas siempre éramos los chivos expiatorios y nos culpabilizaba la opinión pública, la prensa y el gobierno”.
Desde 2019, Indonesia ha experimentado oleadas de levantamientos con evidentes fluctuaciones. Los anarquistas siempre han estado al frente de las luchas en las calles, además de tener influencia en la organización de la resistencia a los desalojos y las luchas por la tierra, los movimientos estudiantiles, los aficionados al fútbol y la escena musical underground.
Los principales medios de comunicación informaron que el presidente indonesio, Prabowo Subianto, canceló su viaje a China, mientras que los partidos políticos acordaron recortar los beneficios de los legisladores en un intento por calmar la revuelta.
“Esto no es solo una protesta, es un estallido colectivo de ira contra el aumento de los impuestos a la vivienda, la corrupción sin fin y la policía estatal”, aclaraba otra fuente anarquista. “Normalmente, algún sindicato liberal o partido de la oposición controla las narrativas, pero esta vez no, está en manos de los jóvenes. Solo podemos incitarlos a ser más incontrolables”.
A medida que la situación se agrava, los anarquistas están recaudando fondos para establecer una red de casas de acogida para evitar la represión a los manifestantes y a los activistas más activos. Una página de nuestros amigos de la revista Organise va informando de las novedades en la revuelta que está habiendo en Indonesia, así como añade declaraciones y proclamas de los manifestantes y artículos de fondo.
Cristina Sykes / Freedom News