Hace un ratito nos llegó la noticia más triste: falleció #OsvaldoBayer. Perdimos a uno de los imprescindibles, a uno de los que siempre estaban allí donde había que defender al oprimido y al explotado, a uno de los libertarios de corazón abierto, al luchador, historiador, periodista, gran conversador y dueño de una memoria prodigiosa. Tal vez este momento triste sea una buena excusa para acercarle ese gran abrazo que todos, los que lo leímos, escuchamos y queremos, sabemos bien lo que significa. Gracias a Osvaldo conocimos la historia real de los peones patagónicos que se rebelaron contra los estancieros y pagaron el precio de su valentía bajo las balas del gobierno de Hipólito Yrigoyen. Gracias a Osvaldo, también, leímos la mejor biografía política jamás escrita en nuestro país, la que narra la vida de Severino Di Giovanni, aquel idealista de la violencia que le escribía cartas apasionadas a su gran amor, América Scarfó. Gracias a Osvaldo conocimos desde cerca el verdadero signficado de términos como «rebeldía», «esperanza» o «dignidad», porque él supo ponerle el cuerpo a cada uno de ellos. Por eso, tal vez como mínima excusa, es que invitamos a todos y todas a sumarnos a este abrazo entrañable al querido Osvaldo. Un abrazo que es, en definitiva, un gracias enorme por la belleza, por la aventura, por el compromiso, por la fuerza y por la convicción.
Hoy, de verdad, nos sentimos un poco más solos.