En 2023 murieron 384 menores tratando de llegar a nuestras costas. Cada día, un niño muerto.
En el Mediterráneo Central, UNICEF calcula que en los últimos 5 años han muerto al menos 1.500 menores. Son datos que esconden muchas más muertes porque en esa ruta son frecuentes los naufragios que no dejan supervivientes y, por ello, testigos.
En Canarias, hay 3.000 bebés, niños y adolescentes que han viajado solos o han visto morir a sus padres en la larga travesía.
Para poner esa cifra en contexto, podemos pensar que 85 millones de turistas visitaron España en 2023 (14 millones a Canarias) o que en los últimos años se ha acogido a 200.000 ucranianos, 62.000 de ellos menores (5.300 en Canarias).
En 2023, en España había casi 2 millones y medio de menores en situación de pobreza.
Pese a estas cifras, el debate público se centra en qué hacer (o cómo deshacerse) de tres mil niños. Asco puro.