El caso de los cabestros

Respecto al caso de la Manada, la verdad es que no sigo esos temas de violaciones y asesinatos, por una cuestión de salud personal cardiaca. Tengo que evitar embolismos, hemorragias e infartos. Pero como me han preguntado la opinión, ofrezco el resumen: cinco tíos jóvenes y fortachones se recorren cerca de mil kilómetros para ir a unas fiestas, con la siguiente intención: encontrar a una mujer indefensa, solitaria, a la que poder emborrachar o drogar, y tirársela entre todos. Ven a la víctima de dieciocho años, la siguen, la meten en un portal, la intimidan en grupo, la graban mientras realizan actos sexuales sucesivos sin condón, y finalmente le roban el móvil para que no pueda pedir ayuda dejándola medio en pelotas y en estado de shock.

En España, eso es una agresión sexual de libro. Hay un grupo criminal, premeditación, nocturnidad, alevosía, violencia física, estructural y simbólica, cosificación, víctima vulnerable, superioridad numérica y física, drogas inhabilitantes, falta de consentimiento, exhibicionismo, robo de teléfono para proteger la huida, enaltecimiento, y abandono en estado de indefensión, produciendo gravísimos perjuicios a la víctima, agravante de ser uno guardia civil, y el otro militar, machismo a raudales, nulo arrepentimiento… Madre mía. No le falta un perejil al crimen.

Pues les han echado nueve años de cárcel a los elementos esos, por un delito de abusos sexuales. No sé si con eso, la manada se convertirá en los cabestros, ojalá se produjese una transmutación de ese tipo. Ni sé si el Tribunal Supremo les subirá la condena, que en realidad viola todo tipo de tratados internacionales firmados por el gobierno en materia de lucha contra la violencia de género. Lo que sí se demuestra con esta sentencia, es que el Poder Judicial es independiente. Sí. Eso digo. Independiente. Los jueces hacen lo que les da la gana, no necesitan instrucciones del Gobierno. No es que no sean independientes: es que son unos reaccionarios, unos carcas, unos fachas. Eso explica por qué aplican a unos las leyes con un rigor que te cagas, y a otros les aplican todas las garantías y en tramos inferiores. Os lo intento explicar.

Hay quien piensa que se debería poner más duro el Código Penal, y os aseguro que sería inútil. El Código Penal Español, es implacable. Si los jueces quieren machacar a alguien, pueden hacerlo sin ningún problema. A esos cinco mandrias les podrían haber echado tranquilamente entre pitos y flautas… Yo calculo que sin mostrar severidad, unos dieciocho años. Los jueces les echan nueve, no porque el Código sea suave, ni porque ellos sean especialmente bondadosos. Les hacen una rebaja a la mitad, porque a este delito y a la víctima concreta, le conceden la mitad de la importancia.

De ahí que las manifestaciones pidiendo cadenas perpetuas y condenas ejemplares dentro de la Ley, no perciban lo siguiente: ya existen esas penas. Ya son duras las Leyes. Lo que pasa es que la aplicación de la Leyes desigual.

Os hago el siguiente razonamiento: si la Ley regula las relaciones entre personas manteniendo la estabilidad del sistema, y ésta es una sociedad desigual (unos tienen y mandan más que otros), se deduce de ello que la Ley protege los privilegios existentes en esa sociedad. La Ley, que dice ser ciega, lleva gafas deformantes e impone el privilegio de los que detentan en cada momento una posición social y económica de poder, en el caso que nos ocupa, los hombres. Y los jueces que aplican la ley, pues simplemente se dedican a defender esas bicocas.

Imaginad entonces pasamos por arte de magia, de una monarquía a una república socialista anticapitalista. Y que se impusiera por Ley en plena euforia, no sé… Pena de empalamiento para los violadores. Pues pasaría que en materia de feminismo los jueces seguirían siendo los mismos, la ideología que sostienen sería exacta a la actual, y las sentencias, similares.  Nueve años. Seguramente en un contexto de ese tipo, se acabaría lapidando a la mujer violada, ora por Ley, ora por Costumbre.

O sea, que la Ley es un concepto técnico, burocrático, estatal. En cambio, la Justicia es un concepto moral. La Justicia depende del momento histórico, de costumbres, ideas, creencias, situación social, relaciones de poder establecidas… La Justicia depende de la sensibilidad de las personas ante esas relaciones de poder y –sobre todo–  de la forma de enfrentarse a ellas… Es por eso que yo opino  –melancólico, cabizbajo y meditabundo– que la deseada Justicia igualdad, libertad y cultura, solo puede prevalecer en una sociedad en la que la Ley haya desaparecido, la sensibilidad popular haya cambiado, y el machismo y toda forma de autoridad sea barrida. Despejar la ecuación, es complejo. Nunca se me dieron bien las matemáticas.

Acratosaurio rex

Un comentario sobre “El caso de los cabestros”

  1. Cambiar los comportamientos…
    Como bien dice acrato, lo importante en estos casos, como en casi todos, es no aullar con las manadas pidiendo leyes más represivas que las existentes y seguir luchando por una sociedad en la que «el machismo y toda forma de autoridad sea barrida».
    Los comportmientos no cambian con el castigo, cambian defendiendo la «justicia igualdad, libertad y cultura» para todas y todos.
    Octavio Alberola

    Los aullidos estos días no…
    Los aullidos estos días no son por el endurecimiento de penas, sino por la tipificación adecuada de los delitos atentatorios contra la libertad sexual que no permita tanta «libre interpretación» de lo que es «fuerza necesaria», intimidación o prevalimiento.
    sKamaDa

    La tipificación del delito no lo evita…
    Aunque la «tipificación» sea «adecuada», reconocerás skamada que «los delitos atentatorios contra la libertad sexual» seguirán produciéndose si la sociedad continúa siendo autoritaria y machista. Eso es lo que se puede constatar mirando lo que pasa en el mundo y analizando la historia de todos los países.
    Me parece que en situaciones como la que aborda acrato en su artículo, la solución no la aportan las leyes (por muy bien tipificadas que estén) sino la que él propone: seguir denunciando y luchando contra el autoritarismo y el machismo. Y, por supuesto, aportando toda nuestra solidaridad a las víctimas para mostrar que no están solas. .
    Octavio Alberola

    Yo me leo el Código Penal, y…
    Yo me leo el Código Penal, y es meridianamente claro que tal como lo definen los artículos 178 y siguientes, hubo agresión sexual organizada y premeditada con intimidación, vulnerabilidad, superioridad… Aplicando los agravantes mayores son quince años como máximo. El robo del móvil y las circunstancias agravantesson tres años. Sin ser jurista, son 18 años máximos sin necesidad de tocar el Código Penal. En este caso no es problema del Código, de que tenga que definir bien los delitos. Es problema es de interpretación de los jueces, y de la mentalidad que padecen, no solo ellos, sino en general. No es de recibo que Zoido diga que pitar el himno es violencia, y en esta violación no la vean por ninguna parte. Por más que acoten el delito y cierren la interpretación los juristas, quien hace la Ley, hace la trampa. Ahora mismo el Ministro está diciendo en la tele que van a reformar el Código.
    Acratosaurio rex

    ¿A quién sirve el crímen?
    Yo no sé si el Gobierno esperaba esa reacción popular al juicio de la Manada: pero es evidente que la va a aprovechar para «reformar» el Código penal en el sentido que lo buscaba: endurecer aún más las penas. Y eso lo justificará ahora con la excusa de que es el pueblo el que lo exige.
    Lo que nos faltaba: ¡ tener que aplaudir a los Fiscales !
    Octavio Alberola

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