Banksy, el famoso grafitero anónimo británico, está en exposición en el palacio Cipolla en Roma hasta el 4 de septiembre de este año. La polémica que rodea a la exposición con el nombre “Guerra, capitalismo y libertad” se desata por la dualidad entre mercantilizar estas obras a través de su exposición en una galería de arte que está bajo guardia y alta seguridad para prevenir cualquier tipo de manifestación activista que pueda causar algún daño.
No sólo la gran cantidad de seguridad ha cambiado el argumento de las obras que buscan la exposición social, sino también tener que pagar para poder ver las obras. Estos hechos generan una sensación “elitista” en torno a las imágenes, descontextualizando el mensaje real del autor, el cual suele abordar temas como la opresión, la política y la subyugación de una sociedad bajo un sistema capitalista. Distintas obras han marcado esta posición, como por ejemplo, el graffiti de un manifestante encapuchado tirando flores.
Lo que está en debate es si se pierde o no el sentido de su trabajo, que en su inicio buscaba ser un arte transgresor y de denuncia social que hoy pareciera transformarse en el deleite visual de la elite europea.
Nadie sabe quién es Bansky, por lo que todo lo que se habla son especulaciones de lo que realmente él podría pensar sobre esta exposición y cómo sus obras se ven afectadas por la publicación de ellas en un museo. Solo queda hacerse parte del sistema y disfrutar lo poco de libertad que queda en sus obras.
Revista Cosas
http://cosas.com/banksy-arte-anarquista/
Es un tema complejo. El arte, como lo entendemos hoy, reposa en dos patas a las que les debe mucho en su evolución estética y difusión. La iglesia y la burguesía..