Confieso mi total y absoluto desconocimiento de la política chilena. Sabía que había trincado la presidencia chilena una persona de izquierdas, y poco más. Estos días he escuchado que iban a votar en Chile una nueva Constitución, en términos progresistas y, por fin, a día de hoy me entero de que el pueblo –por dos tercios de votantes–, ha dicho que «no» a una constitución progresista, paritaria, plurinacional, con referencia a los indígenas, al aborto, de Estado Social y de Derecho. El proyecto presentado por la izquierda, no le gusta a la mayoría popular.
Como digo, no me meto en el contenido de la propuesta, que ignoro por completo. Lo que más me ha llamado la atención, es que al parecer en este pleibiscito, el voto era obligatorio. O sea, que no ha habido más abstención que la técnica de moribundos, pastores montañeses y gente no censada. El resto de la plebe, ha ido a votar por deber, por obligación, por cojones. Han votado hasta los anarquistas. Y, sin embargo…, a pesar de que el voto de trabajadores y pobres ha sido masivo, qué remedio, ha ganado una opción reaccionaria.
Así que… ¿No afirma la izquierda cada vez que pierde unas elecciones, que eso es debido a que los trabajadores se abstienen en mucha mayor medida que la gente rica? Si no ha habido abstención –o sea–, ¿cómo es que gana una opción reaccionaria?
Está muy claro que esa cantinela que tienen los izquierdistas electoralistas cada vez que pierden una votación, de que «la abstención tiene la culpa», no es más que una excusa muy mala, un pretexto, un rollo. La izquierda es experta en perder elecciones. Y posteriormente, su mayor habilidad es explicar porqué ha perdido mediante gráficos y mapas de colorines. Pero, en mi opinión, cuando la izquierda pierde, no es porque la gente trabajadora no vote. El problema de la izquierda, es que la gente no les vota porque no les ve el chiste, no conectan, no convencen. Seamos sinceros: la izquierda no quiere que la gente vote, sino que les vote precisamente a ellos. Porque si resulta que votan a quien no deben, se quedan con un palmo de narices, como ha pasado ahora, que ni siquiera le pueden echar la culpa a los anarquistas abstencionistas.
Lo único que me queda claro, una vez más, es que las elecciones están diseñadas, programadas, hechas, pa que triunfe la reacción. Si la derecha aceptó el Sufragio Universal, fue porque ganaban siempre, y podían tener a la izquierda de mascota pintoresca en el Parlamento. ¿Qué mejor que un descamisado en camiseta con rastas, para dar caché a esta comedia?
En resumen: los sistemas parlamentarios están planteados para que se sienten en ellos las élites, las que existen o las que emergen de la izquierda consciente. En tanto que el pueblo queda a dos velas y ni pincha ni corta, ya que donde existe un Gobierno, que siempre es una minoría, el pueblo es gobernado. Si el plan es que gobierne el pueblo, el sistema parlamentario y el gobierno, que os quede muy claro, estorba.
Acratosaurio rex
Lo que esta claro, como paso en el estado español, es que el poder tiene la’ habilidad’ de abortar cualquier atisbo de protesta social contra sus intereses, sea por vía coercitiva, o institucional, aquí se inventaron a podemos y ciudadanos, en chile una nueva constitucion para seguir con la vieja política. No solo no hay que votar, hay que borrarlos del poder.