Hay un pensamiento erróneo muy extendido que dice que el anarquismo no entiende de banderas ni estandartes, que a los libertarios no les representan y se muestra rechazo hacia esos « trapos ». Sin embargo, esa afirmación no puede estar más alejada de la realidad y en este artículo se pretende exponer la idea contraria para enfocar un poco la luz sobre ese asunto. En la historia de los dominadores, las banderas han servido para identificar a nobles, monarcas, imperios, estados-nación; pero también han enarbolado banderas los territorios sin estado, los pueblos indígenas, las comunidades disidentes, movimientos populares… En general, cualquier agrupación de individuos que se organizan y tienen reivindicaciones comunes que quieren dar a conocer a la masa social, adopta unos símbolos de identidad, y muchas veces estos símbolos son en forma de bandera.
Entendemos que cuando una persona del ámbito libertario se denomina como “anti-banderas”, se refiere a aquellas banderas que representan ideas autoritarias, como las de estados-nación o de ideologías que pisan los derechos de los trabajadores, y es que dentro del mundo libertario se encuentran gran cantidad de experiencias, de territorios, de movimientos que utilizan estos trapos para identificarse. Por ejemplo, fue la mismísima Louise Michel, la famosa revolucionaria de la Comuna de París, quien tras al regreso de su exilio a Francia, pronunció un discurso en 1883 donde decía: «No más banderas rojas, mojadas con la sangre de nuestros hombres. Enarbolaré la bandera negra, de luto por nuestros muertos—y por nuestras ilusiones». Ese mismo año en la ciudad francesa de Lyon aparecía el periódico anarquista Le Drapeau Noir (La bandera negra) insignia indiscutible del anarquismo internacional.
A continuación se quieren mostrar algunos ejemplos en la historia o en la actualidad de entidades libertarias, movimientos ácratas, o grupos autónomos de autodefensa y similares que demuestran que las banderas son un medio más de identificación y comunicación y no algo a lo que oponerse per sé.
Makhnovia (Territorio Libre de Ucrania)
Makhnovia fue una sociedad anarquista sin estado situada al sureste de la actual Ucrania desde el 1918 hasta el 1921. Surgido de la mano de Néstor Makhno, destacado revolucionario del Ejército Negro, querían alcanzar una forma de gobierno autónomo aboliendo el estado y el capitalismo. Tratando de sobrevivir frente a zaristas, nacionalistas ucranianos y el Ejército Rojo (anteriormente aliados contra los zares), fueron declarados finalmente contrarrevolucionarios y disueltos por negarse a aceptar el control bolchevique.
La primera bandera que encontramos cuando buscamos información sobre este territorio es una bandera negra con una calavera y un texto con el lema “Muerte a todos los que se oponen en el camino de la libertad del pueblo trabajador”, pero hay sospechas de que esta enseña no formaba parte de las que enarbolaba este grupo. En 1927, en la publicación francesa Delo Truda, Néstor Makhno publica un texto titulado “A los judíos de todas las naciones”, donde explica que esa bandera apareció en una publicación bolchevique que acusó a los makhnovistas de antisemitas y que esa imagen no tenía nada que ver con ellos, ya que nunca utilizaron calaveras. En la imagen que aparece en la publicación a la que Makhno hace referencia (“Pogromos Judios: 1917 – 1921”, de Z. S. Ostrovsky, Moscú, 1926) aparecen unos soldados uniformados que probablemente fuesen nacionalistas ucranianos. Por otro lado, en el museo de la ciudad de Guliaipole, antigua capital del Territorio Libre de Makhnovia, la bandera con la calavera y el lema es la que aparece representada.
Sin embargo, las banderas makhnovistas que se encontraron de la época son totalmente negras e incluyen inscripciones y lemas en blanco como el anteriormente citado u otros que dicen “El poder genera parásitos. ¡Viva la anarquía!”.
Rojava (Kurdistán del norte de Siria)
Al norte de Siria nos encontramos con la parte del Kurdistán occidental (Rojava, en kurdo), un territorio autónomo de facto establecido el 17 de marzo de 2016 en el contexto de la actual guerra civil siria. La forma de gobierno inspirada en el pensador Abdullah Öcalan, el “Confederalismo democrático”, pone énfasis en una organización descentralizada y participativa muy cercana a la de teóricos anarquistas como Murray Boockchin, y su idea del municipalismo libertario.
En las manifestaciones y actos del pueblo kurdo de Rojava se ven banderas con el rostro de Öcalan y banderas con tres colores muy relacionados con la cultura kurda. Tres barras horizontales donde la superior amarilla simboliza el sol, el rojo la sangre de los mártires y el verde la naturaleza. En 2012 esta bandera era la del partido TEV-DEM, pero con el paso del tiempo y a pesar de no haberla declarado oficial como bandera del territorio, es la más conocida popularmente y la que usa la misma entidad kurda.
En muchas ocasiones esta bandera ondea al viento junto a las banderas triangulares de las fuerzas armadas populares llamadas “unidades de protección popular” (YPG) y las “unidades de protección femeninas” (YPJ). Ambas unidades son representadas con banderas triangulares o gallardetes y se diferencian por el color y la inscripción de las siglas del nombre de la unidad en kurdo. El del grupo mixto es un banderín amarillo con borde verde y en el centro una estrella roja con borde verde con la inscripción debajo YPG. El grupo femenino se identifica con el color verde de fondo, amarillo en el borde y la misma estrella roja, pero con la inscripción YPJ.
Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ)
Emiliano Zapata fue uno de los líderes de la Revolución mexicana de 1910 que luchó por los campesinos, para que la tierra fuera de los que la trabajan y contra los acaparadores. El 1 de enero del 1994, siguiendo su legado, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), declaran la autonomía de la confederación sin estado formada por diversas localidades declaradas en rebeldía fuera de las leyes mexicanas en Chiapas. Defienden sus territorios de las autoridades del país, paramilitares y narcotraficantes. Sus lemas son claros: “Aquí manda el pueblo y el gobierno obedece” o el conciso principio del “mandar obedeciendo”.
La bandera que enarbolan es una estrella roja de cinco puntas sobre un fondo negro, habitualmente con la inscripción EZLN, y tiene una clara inspiración en el grupo guerrillero predecesor llamado Fuerzas de Liberacion Nacional (FLN) formado en 1969. Podríamos decir que junto al pasamontañas zapatista, esta enseña es una parte muy importante de los símbolos de identidad de esta comunidad que en 2019 dio un paso adelante expandiéndose en más territorios de Chiapas.
Consejo Regional de Defensa de Aragón (1936-1937)
El 6 de octubre de 1936 y en el contexto de la Guerra Civil Española, el Gobierno de la República reconoce el Consejo Regional de Defensa de Aragón como una entidad autónoma de la zona oriental aragonesa con capital en Caspe. Esta región de carácter revolucionario es fruto del avance de las columnas anarquistas provenientes de Barcelona y las colectivizaciones de tierras que fueron defendiendo en su camino hacia el frente.
Inicialmente fundado por mayoría de miembros de CNT e instaurando el comunismo libertario por el territorio, esta zona autónoma incomodó al gobierno catalán, a los marxistas y al gobierno republicano, que a pesar de todo, el 23 de diciembre de ese mismo año legaliza y regula la autonomía del consejo con la condición de que representara todos los partidos integrantes del Frente Popular. Desde ese momento el poder que tenían los libertarios empieza a menguar y el 10 de agosto de 1937 el consejo queda disuelto deteniendo a los miembros y otros 700 anarquistas por todo el territorio aragonés.
A pesar de su vida efímera, la experiencia aportada sobre esta forma de organización es muy interesante, como también lo es la bandera que nos dejaron. Esta bandera es la más simbólica del artículo ya que añade tantos elementos como el conjunto amplio de ideas que quería representar. Podemos ver una bandera dividida en tres franjas horizontalmente, donde en la parte superior vemos el negro de los anarquistas, en el centro el rojo de los comunistas y en la parte inferior el morado de los republicanos. En un triangulo al asta podemos ver las barras rojas y amarillas de Aragón, y en el vértice central un escudo que representa el territorio aragonés con dibujos geográficos. Dentro del escudo podemos observar en la parte superior izquierda los Pirineos, en la superior derecha una olivera sobre un monte que representa Teruel y en la parte inferior un puente cruzando el Ebro, representando Zaragoza. Todo ello dividido con la letra A de Aragón que en el centro de la letra incluye unas cadenas rotas, rompiendo con el pasado y sobre el escudo un sol naciente, haciendo referencia al nuevo mundo que surgirá después de derrotar a los “enemigos de la libertad”.
La historia del Consejo de Aragón es muy poco conocida y por consiguiente esta bandera también. Tenemos constancia de ella en la sede de la presidencia del consejo y en la delegación que tenía en Barcelona. En el año 2011 apareció un banderín en manos de un coleccionista que resultó ser de un coche oficial que fue botín de guerra de los sublevados en la ofensiva de Aragón en 1938.
La bandera como reconocimiento de un ideal, de una comunidad social y de resistencia
Los ejemplos vistos anteriormente y muchos más que podríamos encontrar, demuestra que el rechazo a las banderas en el mundo libertario, en general, no se sostiene; y que carece tanto de sentido como odiar el papel de periódico por que despreciemos muchas publicaciones en ese soporte. La necesidad de darse a conocer y ser reconocidos fácilmente es, en ocasiones, esencial y aunque pareciera algo de poca importancia, el hecho de tener un nombre reconocible, un himno, unos principios escritos y concisos, una bandera; pueden suponer elementos integradores de comunidad humana y ayudar a llegar hacia unas metas, ya sea para un movimiento político, para una zona autónoma, o colectivos en lucha.
Por Jaume Calaf
Hola, Laura.
Totalmente de acuerdo contigo; no me parece mal el artículo, y por eso lo he reproducido, aunque no puedo evitar un rechazo a las banderas en general (y a cualquier símbolo identitatario, tal vez inevitables cuando se alude a una comunidad, pero siempre criticables).
Un abrazo.
Capi
Es innegable lo que dices, sin embargo, también lo es el rechazo a las banderas dentro del ámbito anarquista (es mi caso, por ejemplo) por el repudio que causan las banderas nacionales.
La bandera negra es como una no bandera, o antibandera. De hecho Louise Michel hizo la bandera negra con trapos y restos de faldas negras.
Salud.