Siguiendo con el tema de prisiones, y por noticias aparecidas en prensa por las que se quejan los funcionarios de las agresiones que reciben por parte de presos, algunos datos más. Comentaba en el anterior articulillo, que en 2009 se había producido una masificación de las prisiones (78.000 presos), llegando a un punto que obligó a los poderes públicos a legislar de una forma menos carcelaria, y ello a pesar de la campaña histérica y podríamos decir fascista de los medios de comunicación, que ejercen un terrorismo informativo de cara a crear pánico en la población, mostrando el país como un criadero de delincuentes que en cualquier momento te pueden entrar en casa, cortarte el cuello y robarte la vajilla de Navidad… Conviene recordar que la criminalidad de España es baja. Pero no de ahora: ha sido baja siempre, desde el siglo XIX a la actualidad. Comparándola con otros países de Europa con fama de avanzados y progresistas, España es un país muy seguro, aunque a muchos tertulianos y vocingleros les gustaría que esto fuese una distopía con el Juez Dreed dando hostias.
Así que en 2010 cambian el Código Penal y se van excarcelando pequeños delitos de menudeo de drogas, seguridad vial y violencia de género, adaptando las condenas a régimen abierto. También baja la población carcelaria a través de la expulsión de extranjeros. Hasta llegar a los 46.000 presos/as actuales.
En fin. Hace un par de años Interior nombró a Miguel Ángel Vicente Cuenca como Director General de Ejecución Penal y Reinserción Social de Instituciones Penitenciarias, que es un nombre largo e impresionante, y este señor dice intentar que todos los presos posibles vayan a tercer grado (régimen abierto) siempre que se den las circunstancias legales, faltaría más. Actualmente según la oficialidad, en tercer grado se encuentran entre el 18-20% de los presos y presas. Ah… Un factor importante en esto fue el COVID. Por una parte en las prisiones se quitaron los locutorios, los vis a vis, la interacción entre personas y en resumen, absolutamente todo. Lo cual fue crear otra cárcel dentro de la cárcel. A modo de reflexión: quienes sentisteis que el confinamiento en casa, con televisión, internet, teléfono, cocina propia, pudiendo salir a comprar y a pasear el perro, fue un infierno, una tortura… ¿Habéis pensado en lo que puede percibir un preso en una condena de cinco, diez años? Pero yendo a la «parte positiva» de la pandemia, hubo gente que estaba en tercer grado entrando y saliendo, y que era un riesgo de contagio, que le pusieron la telemática y/o la dejaron cumpliendo en su casa. Lo cual ha sido un avance y a ver si perdura.
Y luego tenemos a un colectivo de presos de larguísima duración, unos 500, que están en una especie de cadena perpetua. Ahí hay de todo, incluidas personas que han acumulado condenas por hechos que de por sí no tendrían que conllevar condenas tan largas, y los que se les ha complicado la vida, y también gente que no se callan una en un mundo en el que el silencio es una virtud.
Bueno, pues diversos sindicatos y asociaciones de funcionarios denuncian que sufren en España una agresión cada 36 horas. Es decir: 243 agresiones al año, para los 165.000 funcionarios de prisiones de España. O sea, que la posibilidad de que un funcionario o funcionaria reciba una agresión con lesión, es inferior a la posibilidad de morir en los albañiles. Se quejan además los funcionarios de que desde 2017 sólo se les dejan denunciar las agresiones con lesión, y que les gustaría que se les considerase agentes de la autoridad para que las condenas por agresión a funcionarios fuesen más severas (más trullo), y poder denunciar aquellas que no produzcan lesión, como las miradas atravesadas, o que el preso masculle entre dientes por ejemplo.
Y es cierto que la prensa comenta ese drama tremendo de los funcionarios y funcionarias adosados a la nómina y al cargo, que afirman que necesitan más funcionarios y formación para lidiar con la cantidad de presos psiquiátricos que hay, que cuando les entra el chungo no les detiene nada. Es cierto que pasan esas cosas. No sé… ¿300.000 funcionarios serían suficientes?
Lo que no te cuenta la prensa y los sindicatos es que tras la visita del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CEPT) dicho comité ha echado una buena bronca a España por las agresiones y palizas que proporcionan los funcionarios a los presos y presas. Dichas agresiones, palizas, vejaciones, desatenciones, malos tratos en general, que les cuentan los presos, son para el CEPT creíbles en buena medida, ya que los investigan y proponen medidas de mejora. Golpes con porras de goma, puñetazos, bofetadas, inmovilización dolorosa en cama, con correas, con esposas, vejaciones sexuales a presas… Un tema interminable. También los presos y presas manifiestan que denunciar esos abusos a la autoridad competente es completamente inútil, y que además, suele empeorar la situación porque los funcionarios de inmediato acusan al preso de agresor, con lo cual impiden la progresión de grado o la pérdida del obtenido. Con la complicidad de médicos, asistentes, sicólogos, terapeutas, jueces de vigilancia y demás que miran a cualquier parte. Como sería largo explicarlo, os dejo el informe que por provenir de un comité completamente reformista debería ser poco sospechoso de radicalidad.
En resumen: que las prisiones son lugares de exclusión, marginación, ocultamiento, tortura (pensad en el covid), donde los poderosos encierran a los dominados (pensemos en los presos ilustres y pudientes) para mejor controlar a la población de ley y orden… Cada preso cuesta unos 23.181’15 euros al año, pensad en si se podría emplear ese dinero de otra manera, en lugar de dedicarlo a ejecutar el castigo, la represalia, la venganza… Pensemos a dónde están llevando al mundo esos sentimientos que exacerba el fascismo sociológico (misoginia, aporofobia, homofobia, xenofobia, y otras fobias, miedos y temores)… Las alternativas a las prisiones existen, permitirían echar a la calle al 90% de los presos y presas, dejando el encierro para casos raros. Esto desde una perspectiva meramente reformista, que recomiendan organismos internacionales y comités bienintencionados, a la espera de un cambio social en condiciones que elimine las prisiones eliminando la desigualdad. Que llegará sin duda, aunque no sé cuando.
Acratosaurio rex