Recientemente, ha habido un evento que celebraba el décimo aniversario de un diario llamado OKDiario con la asistencia exclusiva de políticos, junto a otros elementos económicos y mediáticos de la misma calaña, de derecha y ultraderecha (ya se sabe, tan parecidas ambas en este inefable país). Alguien se preguntará cómo es posible que un homo sapiens sapiens tan lúcido como el que suscribe, un ácrata con cierta pulsión agradecidamente nihilista, puede atender a semejante acto inicuo y mundano, que para mayor casposidad se celebró en la madrileña Plaza de Toros de Las Ventas. Veamos si me explico (que ya adelanto que sí, que lo haré de manera harto brillante). Ha sido inevitable recibir cierta información sobre la celebración en cuestión, la mayoría mostrando su repugnancia y no poco jolgorio sobre la profunda ineficacia del presentador contratado, un tipo creo que conocido, pero cuyo nombre no me apetece ahora buscar en Google, y la nula capacidad de dicción del director del medio, así como la de la muy irrisoria presidenta de la Comunidad de la capital del Reino (ambos, al parecer, algo achispados por la euforia). El mensaje fundamental fue combatir y destronar a Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno agarrado al poder de forma desesperada, y a sus satélites a la izquierda (parlamentaria) para, claro, promover la alianza entre derecha y ultraderecha (que vienen a ser la misma cosa en este indescriptible país).
OKDiario ha sido un medio habitualmente señalado como propagador de bulos y se ha insistido en que ha sido regado (junto a otros medios ideológicamente afines) de no poco dinero por la Comunidad de Madrid a través de publicidad institucional; sea como fuere, las subvenciones y ayudas, aunque es posible que el vulgo piense que se otorgan casi exclusivamente a ese nido de rojos que es el cine, se produce por administraciones diversas al sector mediático (y de qué manera, lo cual nos induce a pensar que a ver cuál de ellos es verdaderamente crítico con el poder). Voy a centrarme en eso de tildar a un medio un propagador de bulos y lo voy a diferenciar, ya que no sé si siempre va a ser el mismo caso, de ser meramente tendencioso (apelativo, es cierto, peyorativo, pero que vamos a definirlo como que obedece a cierta tendencia ideológica y, más grave, a ciertos intereses); conforme a las simpatías que podamos tener, y sería bueno no dejar de un lado nunca el espíritu crítico, podemos observar lo tendencioso de un medio hacia un lado del espectro político o a otro siempre, más que ideológicamente, en forma de ciertos partidos (ya que eso de izquierda y derecha sea en la actualidad algo digno de una rabiosa actualización para no caer en la polarización descerebrada, que ya sufrimos).
Antes de abordar el caso de OKDiario, vamos a poner otros ejemplos con diarios impresos muy vendidos: El País siempre se ha dicho que tiene una tendencia muy evidente (antaño, era una vergonzante subordinación a los gobiernos de Felipe González, hoy no lo tengo tan claro con un Partido Socialista algo diferente, pero no necesariamente mejor), aunque no lo definiría como propagador de bulos, más bien la manipulación se ejerce por la ausencia de cierta información y de voces verdaderamente críticas (solo una apariencia de pluralidad y un barniz progre para que no se note mucho); El Mundo nació con la vocación de ser muy crítico, precisamente, gobernando todavía González, con ciertas voces plurales, pero hoy más derechizado que nunca rivalizando en su lucha contra el infame Pedro Sánchez (de hecho, creo que el director asistió a la gala de OKDiario) y hay quien lo señala como albergue de no pocos reportajes falsos (no soy capaz de aseverarlo en este mundo informativo volátil que sufrimos, pero sospecho que puede llegar a tejer toda una red de infundios con poco material veraz de origen). Sin embargo, medios como OKDiario, junto a otros como EDA.tv (por lo que he visto, pienso que sí) o Libertad Digital (más bien, repulsivamente tendencioso como su fundador Jiménez Losantos), son señalados como auténticas fábricas de bulos.
He de decir que nunca había leído (o, siquiera, echado un vistazo) a OKDiario; no es que preste excesiva atención a ningún medio generalista, ya que soy partidario de buscar información alternativa, pero tampoco creo que haya que abstraerse totalmente de ellos (precisamente, para tener armas para criticar abiertamente la manipulación y la obediencia de intereses; y ya sé que eso supone mucho tiempo y energía). Por lo tanto, al margen de lo que me llega de forma colateral (que parece apuntar a que sí, aunque tampoco sea una rareza en el mundo mediático que sufrimos), no puedo afirmar con rotundidad que todo lo que publica dicho medio sean falsedades y, me temo, estas dudas deberían ser inherentes a no pocas personas al marge de sus simpatías ideológicas. Hay que decir que el lema de la fiesta de OKDiario fue “Diez años con la verdad por bandera” y uno se pregunta si es posible, en esta época posmoderna, que una verdad (la propagación de bulos) y la contraria puedan ser afirmadas de esta manera. Algunas personas, seguramente con algo de razón (aunque no tanta como la mía), me espetarán que me deje de disquisiciones que no van a ninguna parte y que observe los intereses que están detrás de cierto medios; de acuerdo, pero es que la distancia con los intereses de otras publicaciones generalistas, dejando a un lado el disimulo con lo que manipulen, puede que no sea tan distante.
De hecho, casi prefiero lo burdo de ciertos medios (aunque, claro, asusta que haya presuntos sapiens que los crean a pies juntillas) a la manipulación de El País (más difícil de detectar para una mentalidad progre). Recordaremos que, en los tiempos de mayores casos de corrupción de las administraciones de Felipe González, había personas que consideraban que lo que se estaba publicando eran infundios; es posible, por supuesto, que se exagerara notablemente la información, pero hoy sabemos que la mayoría de todo aquello es parte de la historia de este inenarrable país (eminentemente corrupto). En la actualidad, la sociedad es informativamente mucho más volátil, todo se evapora con demasiada facilidad y el pensamiento crítico junto al conocimiento veraz brilla por su ausencia. Pero, no divagaré y voy a centrarme en OKDiario asomándome un poquito esta vez, con no poca precaución sobre las nauseas, a este diario digital. En primera instancia, la mayoría de sus noticias están presididas por montajes gráficos de notable tamaño, lo cual incide sin asomo de vergüenza en esa idea de amarillismo (la imagen no es real ilustrando la información, sino construida por partes de otras de modo efectista para captar la atención); esto no es suficiente para pensar que sea basura informativa, pero al menos es el efecto que produce a una mente lúcida y crítica como la mía. Dos de las principales noticias, hoy mismo, son sobre el procesamiento del fiscal general del Estado (por revelar información sobre lo del novio de Ayuso), por supuesto para incidir en que las pruebas contra él son suficientes; otras de las revelaciones del diario, claro son contra diversas políticas de Pedro Sánchez o sobre la supuesta inseguridad de ciertos barrios populares o sobre dinero público que ha ido para eventos que no son del agrado del medio.
Todo esto puede verse a duras penas (no digo ya analizarlo con calma), tanto en la home de OKDiario, como al clicar en la noticia, ya que no para de saltar todo tipo de publicidad antes de acceder a la información; es algo que ocurre en la mayor parte de los principales medios digitales generalistas, bien regados de ese dinero público, de un modo u otro, que tanto critican en otros. Hay que decir que en la entrada de Wikipedia de OKDiario, tal vez también sujeta a manipulación y falsedades (aunque, aquí haya información más directa con no pocas fuentes), no se tarda en afirmar que el diario tiene numerosas críticas, valoraciones negativas y se le señala como amarillista. Es posible que el medio sobre el que pivota mi lúcida reflexión de hoy, sea uno de los más burdos posible, de acuerdo; es evidente, claro, que está bien alimentado por intereses políticos y económicos, aunque incluso un ácrata nihilista como el que suscribe se sorprenda que no haya ni un asomo de dignidad en la clase dirigente al favorecer lo que parezca y huela como heces; aterra, por supuesto, que haya alguien que crea estar informado con un medio como OKDiario. Pero, abiertos botarates aparte, por encima de todo ello me asusta que hayamos llegado a una sociedad en que parezca estar desapareciendo la inquietud por una información veraz y un espíritu auténticamente crítico. Es posible que OKDiario sea una de las piezas más repulsivas de este nefasto juego, pero me temo que no es la única.
Juan Cáspar
https://exabruptospoliticos.wordpress.com/2025/11/15/sobre-okdiario-y-otros-medios-inicuos/




