En una perspectiva libertaria, cambio social y cambio individual deben acompañarse sistemáticamente. Y la cuestión de la delegación se sitúa en el centro. Para vivir hoy un posible futuro.
Escribía el anarquista Gustav Landauer: “El Estado no es algo que se pueda destruir con una revolución; es una condición, una relación entre seres humanos, un modo de comportarse. Puede ser destruido contrayendo otras relaciones, comportándose de manera diferente”.
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delegación y participación