La izquierda política, y desde hace unas décadas tristemente también cierto espectro del anarquismo, es profundamente clasista. ¿En el sentido de que cree que la sociedad está constituida por clases antagónicas y promueve la desaparición de éstas? No, en el sentido de que tiene prejuicios elitistas hacia las personas más golpeadas por el sistema. Seguir leyendo Cuando el lumpen levanta la voz