Emilienne-Durruti-Anarquismo

Durruti y el feminismo

Fruto de la literatura que chisporrotea en ámbitos de la anarquía, me he acordado de Durruti, y ese comentario que hay en algún libro de alguna parte, en el que el Gran Buenaventura reconviene a un compañero que le enrostra que está cuidando niños y lavando platos. Durruti le responde que él baña niños, hace de comer, limpia la casa y lo que haga falta, porque la que lleva el jornal a la familia es su mujer, que es la que trabaja. Y le recomienda al compañero, que ponga manos a la obra para lo de la igualdad entre hombres y mujeres y esas cosas.
¿Puede haber algo más machista, que recordar a Durruti por fregar platos y bañar a la niña?

Hasta en eso tiene ventaja el hombre, que por hacer un minúsculo gesto, oh, es cojonudo. Durruti lavando platos. He ahí al hombre. Con una mano da biberón a su hijita, y con la otra dispara a un aeroplano nazi, que cae en picado. Apúntalo en su biografía.
Pero, ¿quién recuerda el nombre de su mujer y de su hija? Yo recordaría a la mujer, que se llamaba Émilienne. ¿Cuánta gente lo sabe? Mientras el tipo se hacía famoso dando atracos, pegando mítines y huyendo de la policía, Émilienne trabajaba de acomodadora, buscaba a la canguro (Teresa Margalef, la que llevaba la pistola en el cestito de la merienda), y sacaba adelante a la prole. Émilienne no solo llevó a cabo la tarea de sacar adelante a su hija sola o casi sola, ya que Durruti cuando falleció de un tiro, sólo tenía la chaqueta, y encima agujereada. Émilienne fue una eficaz colaboradora de la Columna Durruti…, haciendo de secretaria.
En fin, que a Émilienne, como a tantas mujeres, se las recuerda -si hay suerte- por ser «la mujer de». Yo que soy un hombre, te lo explico: Recuerda machito, el patriarcado impera.

Acratosaurio rex

4 comentarios sobre “Durruti y el feminismo”

  1. …»de ahí arriba», no: de aquí abajo. Que mi comentario sale publicado encima. Me refiero al tal Javier y al tal Migue que aparecen aquí.

  2. Dos señorOs muy señorOs respondiendo aquí a un señor que pone un rayito de luz de su parte para que se entienda que lo que en una mujer es normal, los cuidados y la organización de de infraestructura, en un hombre, si decide amablemente colaborar, es una enorme virtud digna de pasar a la historia. Eso es una prueba exacta, una más, de la ideología patriarcal. Os pongo un ejemplo para torpes machitos como vosotros dos de ahí arriba: es como cuando se alabó en la prensa por campechano y humilde y buena persona al rey borbón de los años ochenta por agacharse a recoger el mechero que se le había caído de la mano a un fotógrafo durante una audiencia; se agachó, lo recogió y se lo dio. Un detalle sublime como ése no fue portada nacional por muy poco; seguramente porque el Madrid había ganado alguna copa ese mismo día. Pero vino en todos los periódicos.

  3. No, claro. Si es que Durruti no era nadie ni ha hecho nada, la verdad es que no entiendo porqué se hizo conocido. Lo justo sería referirse a él como el «el marido de Émilienne» por supuesto, claro que sí, como no, lo que yo te diga.

  4. Yo se que el hetero-patriarcado obliga a todos los seres sexuados: mamíferos, reptiles, peces, aves, insectos, plantas, etc. les impone los roles de genero según su sexo biológico y les impone la heterosexualidad.

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