La Comisión Relacionadora de la Internacional de Federaciones Anarquistas, reunida en Milán los pasados días 28 y 29 de noviembre, reafirma su oposición a todos los ejércitos y a las guerras. Son los Estados que venden armas quienes matarán poblaciones en el futuro. Las intervenciones militares, ya sean directas o indirectas, son una de las principales causas de la desestabilización de regiones de todo el mundo (por ejemplo Libia, Siria, Iraq, Somalia). Estas intervenciones favorecen a los grupos armados, las estructuras mafiosas y los traficantes de explotación.
Las poblaciones civiles que sufren en estos conflictos se ven obligadas a huir, refugiándose en campamentos precarios o probando suerte en viajes peligrosos y a menudo fatales a Europa.
Expresamos nuestra solidaridad con los migrantes que vienen a la fortaleza Europa huyendo de la guerra, las situaciones económicas insoportables y las condiciones inhumanas. Los sentimientos nacionalistas y la normalización del militarismo van en aumento, en respuesta a una combinación de migración masiva, ataques terroristas y guerra. Nos oponemos firmemente a este proceso y nos esforzamos por un mundo sin fronteras ni Estados.
Los Estados utilizan la guerra en sus propios territorios para identificar un enemigo dentro de ellos, que tenga que ser reprimido, y ponen en práctica un estado de emergencia y leyes de emergencia. De hecho, esto sirve para atacar a los movimientos sociales y la libertad de las personas. Esta situación también se está utilizando para reforzar las medidas de austeridad.
Luchamos contra la violencia religiosa y del Estado. No aceptamos llamamientos de “unidad nacional” en nombre de una guerra contra el terrorismo. Sabemos que nuestros verdaderos enemigos son el nacionalismo, el fundamentalismo religioso, la opresión capitalista, el militarismo, el racismo y el Estado.
En esta situación, ofrecemos nuestro apoyo a todas las víctimas de la violencia de los Estados y de la religión en todo el mundo. Hacemos un llamamiento a la población para resistir la propaganda xenófoba y construir nuevas formas de solidaridad en contra de las guerras en que los Estados quieren involucrarnos.
CRIFA
Publicado en Tierra y libertad núm.329 (diciembre 2015)
