Debate sobre precariedad en Redes

El día 21 de marzo (2021) cuatro compañeras de Redes (Clara, Vanessa Z., Ester y Rebeca) debatieron durante una hora y media por videoconferencia sobre la precariedad que padecen en primera persona.

El debate se estructuró en torno a cuatro puntos previamente acordados con la moderadora (Laura):

1- Importancia de partir de una misma, de la propia biografía, en la línea de «yo soy una más entre muchas». Las cuatro compañeras compartieron su biografía personal y de esta manera empezaron a definir cómo experimentaban la precariedad, cómo se organizaban diariamente, cuáles eran sus estrategias vitales a corto y largo plazo, cuáles eran sus expectativas, etc. Las compañeras han trabajado en sectores diversos: hostelería, artes gráficas, telemarketing, limpieza, «cuidados», trabajo social… Llamaba la atención el hecho de que aunque los sectores eran diversos, muy feminizados eso sí, la situación de precariedad era muy similar. Se constató que determinados sujetos ocupaban posiciones de desventaja siendo su movilidad muy limitada o incluso nula: ser mujer, joven, sin estudios, migrante (papeles, situación…), racializada, de opciones sexuales no heteronormativas.

Precariedad, una posible definición:
«Conjunto de condiciones materiales y simbólicas que determinan una incertidumbre acerca del acceso sostenido a los recursos vivenciales para el pleno desarrollo de la vida de un sujeto».

2- El empleo precario: la precariedad ha diversificado mucho la identidad de clase social, las situaciones son tan diversas que resulta difícil definirse desde el lugar común de la precariedad. Conviene comunicar las carencias y excesos de la situación laboral y vital para escapar de la fragmentación neoliberal que separa y debilita.

Para tratar este tema partieron de los siguientes aspectos laborales a tener en cuenta:
La existencia de Convenio, contrato laboral, número de trabajadorxs en la empresa, si existe Plan de Igualdad, si podemos conciliar con nuestra vida personal y/o familiar.

Se trató un tema importante: ¿continúan siendo útiles los sindicatos ante la extensión de la precariedad laboral?

Su estructura por ramas productivas puede resultar un inconveniente para las trabajadoras precarias, se detectaba una masculinización de lo sindical, pérdida de la conciencia de clase por la tendencia al individualismo. La precariedad genera miedo porque perder el trabajo precario significa pobreza total (no poder pagar vivienda, hambre o subalimentación, etc.). Por esa razón la huelga no es una opción para las precarizadas.

El sindicalismo debe cambiar de cara a la precarización del empleo, no puede preocuparse solo por el empleo y por sectores laborales de hace cien años (es importante lo social, preocuparse de la vida en el amplio sentido de la palabra), debe dedicar atención a los sectores feminizados, etc. Se criticó que el sindicalismo libertario no ha estado a la altura de las circunstancia ante la pandemia actual, ya que se centró en proteger la salud de los y las trabajadoras pero descuidó el hecho de que no todo el mundo podía quedarse en casa, no supo responder a la gente que sí que tenía que trabajar, tomar los autobuses, metros y trenes para ir a trabajar, etc.

En todo caso hay que insistir en que el sindicalismo debe hacerlo la propia gente, no burocracias sindicales por lo que la autoorganización y el apoyo mutuo siguen siendo elementos claves. El tema psicológico y cultural (ateneos) en los sindicatos se valoró como importante, haciendo redes cada vez más amplias. Históricamente en esos espacios hubo más mujeres que en el espacio sindical.

3- La precarización laboral influye en la vida: cuerpo (disciplina, maltrato del cuerpo, no hay autocuidado), tiempo (estrés, intensificación aceleración, no hay tiempo para la intimidad, para la militancia exigente), espacio (movilidad), renta (precariedad material, inestabilidad que influye en la vivienda, la alimentación, fuente de calor en invierno, el ocio), etc.

Este punto fue un tema constante desde que empezó el debate. La vida de las personas precarizadas es una vida muchas veces invivible que genera frustraciones, depresiones, malestares, que son difíciles de resolver de forma individual.

4-¿Cómo desprecarizarse? Qué salidas tenemos, tanto individuales como colectivas (cooperativas de trabajo, de viviendas, sistemas de trueque, de apoyo mutuo, y otras).

Hubo poco tiempo para este último punto pero se apuntó la importancia de revisar cómo se valoran los trabajos y el propio hecho del trabajo. La manera de  desprecarizarse es a través de la reducción de la vulnerabilidad y la incertidumbre colectivamente.

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