ACRACIA ANARQUISMO NIHILISMO

El espeluznante peligro anarquista (y, ojo, nihilista)

Habitualmente, los ácratas nos lamentamos sobremanera de que las anarquistas son las ideas y prácticas sobre las que se han vertido mayores falsedades, y visto lo visto es posible que no lo suficiente. El caso es que uno, propenso a la indignación y presto a dar batalla a poco que se presente, se niega a acostumbrarse a esos numerosos embustes arrojados de manera continua sobre la historia de un movimiento que ha buscado, desde sus inicios, eso tan bello que es la conciliación entre la emancipación individual y la colectiva. Si embargo, por lo que veremos a continuación, esa ignominia no se reduce el pasado y es algo que al parecer llega hasta estos, si cabe, todavía mayores confusos tiempos en los que el sistema globalizado busca enemigos una y otra vez para mantener al personal distraído y temeroso. No me preguntéis por qué, pero recientemente cayó en mis manos un ejemplar de El Mundo, es posible que el rey de los diarios mendaces en este inefable país llamado Reino de España. El caso es que una entrevista a doble página de un fulano anglosajón, director de algo descrito como un think tank (sea lo que sea eso), provoca que un escalofrío recorra mi cuerpo, indecisa mi pobre persona al no saber muy bien a qué emoción corresponde, al ser titulada de la siguiente manera: «Temo un ataque cíber o biológico de un grupo terrorista anarquista».

El caso es que el entrevistador, ávido de alguna respuesta sensacionalista con la que poder pergeñar un encabezamiento abiertamente ridículo, le pregunta al tipo sobre «una amenaza de la que nadie hable». Presto a entrar en el juego, el interrogado asegura que lo que más le acojona es «la posibilidad de la aparición de grupos anarquistas, de índole anarquista y nihilista, que quieran arremeter contra todo y dispongan de un arma biológica o cibernética». Uno, a su vez, se cuestiona sobre qué capacidad lectora mínimamente crítica pueda hacer el común de los mortales ante semejante estupidez irrisoria plasmada negro sobre blanco en una publicación de gran tirada. La respuesta del susodicho, ojo, no asegura que exista necesariamente una aventurada red anarquista internacional, dispuesta a la propaganda por el hecho más radical para provocar la revolución a escala global, no (no existe a día de hoy tal cosa, desafortunadamente, pero dadnos tiempo). Como es sabido, los grupos ácratas de tendencia nihilista (los más puros) brotan súbitamente en ciertos contextos propicios para ello y, además, lo hacen perpetrados de las más avanzadas armas tecnológicas y, aun, biológicas. Para echarse a temblar, amiguetes. El protagonista de semejante esperpento mediático, abundando en el despropósito y presumiendo que los feroces anarquistas exentos de moral son además pertinaces luditas, deja caer que un «ciberataque en el espacio» podría provocar un apagón tecnológico tal, que el planeta acabaría sumido en el medievo.

No es que esté demasiado interesado en el fulano que soltó ese cúmulo de necedades, pero lo dicho, nos negamos a desfallecer y hay que presentar batalla. Observando su currículum, veo que ha disfrutado de no pocos cargos en organizaciones tan dañinas como la OTAN o en ciertas instituciones europeas, esas que apoyan directamente o miran hacia otro lado cuando ciertos Estados aliados, esos sí, practican un terrorismo genocida. A pesar de, obviamente, ser alguien que sustenta un sistema inicuo promovido por ciertas potencias occidentales, el amigo ha estado tres lustros al frente de cierto think tank británico, de extensa solera, encargado de analizar las relaciones internacionales y, aguantad la risa, definido como conciliador, no gubernamental y sin ánimo de lucro. Como habréis observado, sagaces lectores, omito el nombre del prestigioso entrevistado, así como del grupo que dirigía, que bajo ese manto de independencia solo representa los intereses de cierto imperialismo en lucha con otros Estados igualmente perniciosos, todos con aspiración de dominio de una forma u otra. Yo soy así de lúcido. Y lo que soy también es un orgulloso ácrata, con algún que otro tic nihilista, que detesta tanto la violencia, que trabaja una sociedad en la que haya sido desterrada. No, no es ninguna paradoja, es la realidad de un movimiento libertario, que siempre ha promovido los más nobles valores del ser humano y ha tratado de que predominen en la convivencia social. Así sea en el futuro, aunque muchos sigan vertiendo falsedades.

Juan Cáspar
https://exabruptospoliticos.wordpress.com/2024/04/08/el-espeluznante-peligro-anarquista-y-ojo-nihilista/

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