– R.yN.: Tras haber llegado al # 100 de vuestra revista, cuando la espontaneidad y la intermitencia son casi unos signos de identidad del movimiento libertario, ¿cómo vuestro Ateneo alcanza tan prolongada trayectoria?
° Al Margen: Haber alcanzado el número 100 nos supone una gran satisfacción. Haber llegado hasta ahí… ¿cómo? La revista lleva 25 años y el Ateneo Libertario Al Margen va a cumplir los 31. También nos hacemos esa pregunta y no hallamos la respuesta… o encontramos varias explicaciones.
Nuestra historia no está exenta de lagunas y crisis, afortunada y dolorosamente superadas, pero es muy probable que haya sido esa larga convivencia la que ha creado una fuerte ligazón, donde ya es difícil separar lo que es compañerismo en conciencia y proyectos de lo que es pura amistad en lo personal. Y es que, aparte de compartir “La Idea”, hemos llegado a crear un grupo de afinidad donde los afectos juegan un papel importante y, además de compartir “espacio físico”, tejemos redes de amistad: eso es un valor añadido.
Otra razón puede estar en la gran cantidad de gente que ha ido colaborando, con mayor o menor intensidad, en el Ateneo y sus iniciativas. Este respaldo, económico, intelectual y afectivo, ha permitido que contemos con un local propio y dotado de medios, con una biblioteca y con textos para nuestra revista.
– La gente que nos dedicamos a esto de la comunicación sabemos sobradamente lo difícil que están las cosas para las publicaciones impresas en general, y para las alternativas en particular. ¿Cómo aguanta Al Margen estos retos que se han llevado por delante a la mayoría de publicaciones similares?
° Ante todo, con fe en el proyecto y entusiasmo. Con cariño y dedicación. Con un buen equipo de trabajo. Y, sobre todo, gracias a las personas que aportan sus colaboraciones y nos leen, que esperan expectantes cada nueva revista, se interesan por cuándo sale, la coleccionan. Esta es nuestra mayor motivación, que tenga eco. Desde luego que la existencia de publicaciones modestas y críticas como la nuestra es casi un milagro (aunque no creamos en ellos), pero nuestro Ateneo considera que -aunque nos hayamos ido incorporando a las nuevas tecnologías de la comunicación- es muy necesario que sigan existiendo publicaciones libertarias en formato papel.
La verdad es que mantener la revista es un gran esfuerzo económico y militante. En eso todo el mundo estamos de acuerdo; en nuestro caso, incluso, esa dificultad se agrava por la todavía deficiente distribución.
– En muchos casos ha sido la falta de recursos económicos la que ha acabado con otras revistas hermanas, pero también ha habido las que han cerrado por la escasez de aportaciones escritas y gráficas ajenas al grupo editor. ¿Vuestra revista sufre esta situación o contáis con suficientes colaboraciones externas (artículos, viñetas, fotos artículos, etcétera.)?
Como ya decíamos, el principal patrimonio lo constituyen sus colaboradores. Desde el principio de la revista (enero de 1992) pusimos en práctica la búsqueda -y sobre todo, la continuidad- de colaboradores de un amplio abanico de lugares, materias y visiones de lo libertario y lo alternativo. Este tesoro se ha ido ampliando con nuevas incorporaciones, de tal forma que en muchas ocasiones tenemos que ampliar el número de páginas de la revista y limitar al mínimo los trabajos de las personas que formamos el colectivo de redacción.
Afortunadamente, cada vez contamos con más colaboraciones (tan habituales que incluso han llegado a convertirse en “secciones fijas”), porque la revista está abierta a ser un eco de todas y cada una de las voces afines. Por eso mismo os animamos a que enviéis cuanto queráis, y a que consideréis esta revista un espacio común.
– En estos 25 años, ¿qupe temas habéis tratado y qué cambios técnicos y de contenido ha experimentado vuestra revista?
° Muy pocos temas han quedado sin tratar, incluso hemos reincidido en varios de ellos. A partir del nº 20 (más o menos) empezamos a incluir un dosier central para tratar con más amplitud y diversidad los temas que se elegían para cada entrega; tanto sobre aspectos del pensamiento y la acción anarquista, como respecto a debates y situaciones de la actualidad en ese momento.
Evidentemente, en estos 25 años ha habido cambios. Una nueva mirada estética, el uso de las nuevas tecnologías, han influido. También hemos creído que, no sólo tenían cabida en la revista los temas clásicos (represión, cárceles, ecología, antimilitarismo, feminismo, autogestión, etc.), sino que en nuestras páginas no podían faltar el cine, los libros, el cómic, la poesía, el humor y muchos otros aspectos de la cultura y la vida, siempre desde una mirada antiautoritaria.
– El segundo gran problema para las publicaciones independientes, después de la financiaciación, es el de la distribución. ¿Cómo llega Al Margen a la gente interesada y a los diversos colectivos libertarios y alternativos? ¿Tenéis suscriptores y mecenas consolidados?
° Antes que nada, aclarar que somos una publicación deficitaria. No engrosamos nuestro “patrimonio” con las ventas, ni siquiera conseguimos cubrir los gastos que nos genera. Pero no nos importa. Sentimos satisfacción porque haya gente que desee seguir estando suscrita, que nos busque en los puntos de distribución, y a quienes les pedimos todo su apoyo para que este proyecto siga adelante.
En este momento tenemos una serie de puntos de venta, sobre todo en Valencia y en las grandes ciudades, y también suscriptores dispersos por otros puntos. Además de eso, enviamos cada número que sale de a ateneos, colectivos, archivos y bibliotecas del ámbito libertario, para asegurarnos de que los temas que nos preocupan y tratamos lleguen a nuestro mundillo y pueden servir para ampliar el debate, además de servir para sus archivos y hemerotecas.
– Al Margen, además de esta revista que celebra su centenario como publicación, es un Ateneo Libertario donde se realizan otras actividades y que también colabora en varias iniciativas colectivas de conocida trayectoria en Valencia. Resumidnos brevemente todo este extenso trabajo.
° Más de tres decenios dan para mucho, y la verdad es que si repasamos la trayectoria del Ateneo encontramos multitud de proyectos en los que hemos participado; bien con otros grupos o como actividades propias. Empezando por estas últimas podemos citar una docena de convocatorias del certamen de narrativa social, más de veinte libros publicados, numerosas exposiciones, charlas, presentaciones de libros, recitales de poesía y música, la biblioteca, la web, programas en Radio Klara, el grupo de senderismo, etc.
Con otros colectivos hemos estado en iniciativas para revitalizar el Barrio del Carmen, en la Feria Alternativa de Valencia, en la Mostra del Llibre Anarquista y en las campañas para reivindicar la memoria del compañero anarcosindicalista Valentín González, solo por nombrar las de mayor eco.
– Haber llegado hasta donde está Al Margen puede considerarse ya un éxito, visto el panorama actual, pero imaginamos que querréis caminar algo más lejos todavía. ¿Qué echáis en falta para que vuestro futuro, como revista y como grupo anarquista, pueda mirarse con relativo optimismo?
° Lo más necesario, además de la salud y la ilusión para poder continuar, es que se incorpore la gente joven que nos pueda ir relevando cuando las fuerzas empiecen a fallarnos a quienes ya llevamos toda la vida en este y otros proyectos. Si no conseguimos que la gente de las generaciones posteriores se sume al grupo, nos tememos que la revista y el propio Ateneo Libertario Al
Margen vayan languideciendo como nuestra salud. Mientras tanto, ahí seguiremos: en la brecha, siendo una pequeña parte de este movimiento libertario que aguanta frente a sus obstinados enterradores.
Entrevista publicada originalmente en el suplemento Addenda # 42, Madrid, diciembre 2016. Número completo accesible en http://rojoynegro.info/sites/default/files/addenda%2042%20diciembre.pdf