Crisis Coronavirus Pobreza

Hambre en el Estado de Alarma

Resulta que esta mañana, leyendo la rueda de prensa del Gobierno, joder, resulta que el problema más gordo del que se habla, es el del aprobado general de los niños. Hay chavales que no tienen ordenador, o que tienen una patata de ordenador, cierto. Y hay otros cuyo principal problema es que no tienen para comer más que de la caridad, si hay suerte. Pero el principal problema de la Oposición, de las Autonomías, del Gobierno y del Ministerio, es que van a aprobar al alumnado, en líneas generales, menos al alumno o alumna que haya quemado el Instituto, y al que he de decir que yo le daría un diploma de aprovechamiento extremo.

Luego ayer me parece que vi al vicepresidente explicando que hay gente que las está pasando canutas, y que gracias al Gobierno esas familias van a recibir una Renta Mínima, pa que no se tengan que ajorcar. Y esta mañana el ministro del ramo dice que no tiene ni idea, que se hablará y que lo antes posible cuando estén todos los detalles hechos, se pondrá en marcha. ¿Y eso qué quiere decir? Que lo menos hasta que pase el verano, y se hayan reunido, y hayan decidido, y hayan publicado en el BOE, y llegue la película al departamento correspondiente, y den cita en el Asistente Social, si pasa lo del coronavirus, y cumpla uno por uno los veinte mil requisitos, no se cobrará ni un chavo de la «limosna», que es como llaman a esas cosas. Mientras tanto el peticionario, come pan con margarina. O se salta la cena.

No es por criticar al Gobierno de Izquierdas, o al Gobierno de Progreso, qué va. Les ha tocado la china y ya está. Si fuese un Gobierno de ERC y la CUP aliado con el PNV y Bildu, la paliza sería semejante. Y si estuviese la ultraderecha en el poder, ni se sabe. Y es que la realidad es lo que tenemos. La realidad es lo del aquí y ahora. Y lo peor siempre es esto que es lo concreto: el Gobierno de Mierda.
A ver. En mi barrio, pueblo o como se le quiera llamar, hay unas treinta mil personas. A las seis de la mañana los autobuses se llenaban de mujeres que iban a limpiar. Sin contrato. Otras vendían melones todo el año, o flores, o ropa… En lo que llaman economía informal, que es tan formal o más que la que tiene todos los papeles en regla. Era gente que llevaba vidas normales, se buscaban su sustento, magro pero digno, en el margen, sin cotizar. Tenían nevera provista, luz, agua caliente… La tasa oficial de desempleo, era cercana al cincuenta por ciento.

Ahora, tras un mes sin ingresos, sin poder buscarse la vida, sin limpiar casas por horas, sin poder hacer chapuzas, a dos velas, y con rostros caninos, vaciando céntimos de la hucha, lo que se llevan de cuando en cuando es la bolsa de condumio de Cáritas, perseguidos por la PM. Con vergüenza, con resignación, con un tanto así de ira contenida. No pueden salir de casa, no pueden ver a la familia, la policía militar patrulla, y viven en un Estado Terrorista. Claro, en la tele hablan de quienes se saltan el confinamiento como de irresponsables insolidarios. Lo que pasa es que quienes se alimentan de pasta, y viven en un cuarto sin ascensor, una pareja con niños, con los abuelos, abuelos, suegros, consuegros y cuñados de los consuegros…, cuando sus hijos, lo mismo, no pueden ni merendar, y la renta mínima es una entidad fantasmagórica, inconcreta, del bla bla bla… Lo mismo no acaban de pillarle el sentido al asunto al enorme problema del no-aprobado general.

Luego, si esto estalla, vete a reclamar al maestro armero.

Acratosaurio rex

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