La primera vez que escuché eso del karma, me eché a reír. Invento parece ser de ideologías muy espirituales, establece una retribución por los actos realizados. Si eres malo en esta vida, serás castigado en la siguiente. Si eres bueno, serás premiado. El problema de esta manera de pensar, es que el premio o el castigo se recibe no en esta, sino en otra existencia, y que lejos de recordar la experiencia, se tiene amnesia y no se recuerda nada de nada. Un rollo. Porque es como hacerle un préstamo a tu cuñado, y que te lo pague en otra existencia mejor que la actual. Muy sospechoso.
Esta forma de creencia es completamente absurda por lo siguiente: no resiste la evidencia. Si miramos a nuestro alrededor, la inmensa mayoría de acciones son anodinas, irrelevantes, inconscientes, y sus resultados, mayormente desconocidos o sin que se pueda atribuir responsabilidad directa. Por ejemplo, tú vas a la playa y compras seis latas de refresco. Tiras los aros a una papelera. Acaban en el mar y flotan en suspensión cinco años. Se introducen en el cuello de una tortuga centenaria y la estrangulan.¿Quién es el culpable de la fatídica muerte? ¿La industria del plástico, el fabricante de latas, el gobierno que lo regula, tú por comprarlas, el trabajador que no recicla…? Evidentemente, no. Todos son inocentes. Sería demasiado complejo atribuir cada parte de culpa, desde el minero de la bauxita al transportista, etc. Por lo tanto la culpabilidad es de la tortuga, por meter el cuello donde no debe, y que probablemente tenga un mal karma por haber sido en una vida anterior, Directora General del una empresa francesa de publicidad. Sí eso es, o sea, es lo más simple.
Como digo, la mayoría de actos son irrelevantes, y carentes de culpa o de reconocimiento. Y, sin embargo, vemos que esa inmensa mayoría de personas que no se preocupan más que de su casa y sus cervezas, son dominadas por una serie de personajes, que no veas. Carentes de escrúpulos, avariciosos, ambiciosos, inquietos… Esos son los emprendedores, desde los curas a los que especulan en Bolsa. Vemos que hay un puñado de personas, cuyos actos son dramáticamente terribles, porque afectan no ya a la humanidad, sino a la totalidad del planeta. Y si están en esos puestos de privilegio y se les aplica la doctrina del Karma tal como está estipulada, solo podemos concluir que en una vida anterior, fueron malos, y que en la siguiente, son más malos aún y se les premia, y así sucesivamente van siendo condecorados con mayores dosis de maldad y privilegios, hasta que llegamos, pongamos a INDITEX, a Donald Trump, o al Presidente de Korea Moon Jae-in.
En definitivas cuentas: que lo del karma está mal explicado. Si eres buen ciudadano, en esta vida pagarás los impuestos, y en la del año que viene, más aún, y ese es tu Karma. En cambio, si eres un bicharraco, con un poco de suerte, puede que incluso acabes trabajando en el Ministerio de Justicia, en algún cargo señalado desde el que joder a base de bien a millones de personas, y decirles: «chicos y chicas, no soy yo. Es el karma. O mejor aún, el Ministerio».