En los últimos años, ante el avance de la extrema derecha (EE.UU., Brasil, Polonia, Hungría, Italia, Suecia, etc.)… Los analistas progresistas venían a decir que el electorado se decantaba por esas ideologías, porque la izquierda se había dedicado a lo identitario (matrimonio homosexual, derechos de la mujer, transexualidad…) y había dejado de lado la lucha laboral y al movimiento obrero. Al no dar la izquierda –según esta explicación– al proletariado seguridad laboral, sueldos elevados, empleo digno…, la clase obrera se hacía reaccionaria.
Yo me pregunto por qué, a la hora de intentar explicar por qué la izquierda la caga una y otra vez, hay intelectuales que lo atribuyen al abandono izquierdista de la lucha obrera, para abrazar lo identitario. ¿Acaso los extremistas de derecha, se dedican ahora a negociar convenios al alza?
Por motivos ignotos para mí, el hecho es que la derecha crece gracias a lo identitario en medio de esta crisis mundial (ecológica, climática, financiera, política, militar, económica, social): Sus delirios difundidos por la tele generan la imagen colectiva: patriótica, nacionalista, misógina, xenófoba y con todas las fobias y miedos habidos y por haber, que te dicen que vas a comprar el pan y te ocupa la casa una tribu gitana venida de África.
En Brasil, ha ganado Lula buscando el apoyo de muy diversos partidos de centro y liberales, haciéndole la rosca a los evangélicos, y aún así, casi ¡sesenta millones de brasileños! han votado a Bolsonaro, cuya principal actividad social consiste en visitar las iglesias protestantes. Y la religión, tanto como afirmar que las mujeres tienen que parir hijos y los hombres llevar el sueldo a casa, otorga identidad grupal. Y miles de millones de personas por doquier, se adscriben a esas macabras ideas.
¿Que la izquierda identitaria mira displicente al movimiento obrero?, pues tal vez, porque su campo de acción predominante, es la ¿lucha? parlamentaria. Ir a los Plenos, estar en la Mesa, disponer de un Grupo, entrar en el Gobierno… Y es así como va la cosa: cuando llegan las elecciones se dedican en cuerpo y alma a ese asunto… Los líderes quieren que les voten y para de contar. La gente de izquierdas vota pasiva, y a otra cosa mariposa. Suspiros de alivio en EEUU, porque Trump no ha arrasado. Gracias Biden. Gracias PSOE. La identidad se consigue mandando.
Y –a mí plin– contemplo que la izquierda española (en el amplio sentido) está a ver cómo se desune con mayor fundamento. Lo mismo tiene eso algo que ver con la desafección proletaria. Que ahora hay un cacao con Yolanda y su «sumemos» (¿por qué no mejor «elevemos al cubo»), que no se sabe por dónde va a salir el nuevo invento unitario, que propongo se llame Sumemos Obreros Populares Adelante Socialistas… Y de este modo –en fin– el día de la marmota vence y prevalece. Una vez más.
Creo que, si es cierto, lo que tantas veces nos han dicho, que son los ricos, los poderosos, los que mandan, los que tienen el Poder, hace tiempo que El Estado, aun siendo «democrático», tiene poder para obligar a todos menos a los que tienen poder, los ricos, los poderosos.
De ahí que El Estado se parezca cada vez más a una noble matrona que normativiza el rebaño y sus relaciones, entre los corderos y las ovejas. En lo que le dejan se siente fuerte. ¿Qué poderoso no se ha sentido fuerte frente al debil?. Cualquiera sabe que donde hay desigualdad económica, no puede haber democracia, aunque todos tengamos derecho a votar. Y ahí la izquierda y la derecha están igual de implicadas en mantener la fantasía democrática, La izquierda siendo cada vez más correcta, más de izquierdadeorden, y lo mismo la derecha, más derechaquenunca, ya que el correctismo político se lo permite. Los dos están comprometidos con el sistema de recogida de votos ciudadanos, y a los ciudadanos se les ha enseñado a ser correctos, no exaltados, moderados, de izquierdas que parezcan centro, y los de derechas también que parezcan centro. El Estado no quiere ni corderos ni ovejas negras en el rebaño. Quiere orden en el rebaño. Explica al rebaño que no es no, y si es si, y quiere que todes estén contentes. Si hay alguna oveja que se siente mamut, pues… se le acepta y se le declara mamut. Desde hace tiempo la Psicología nos ha dicho que los sentimientos son lo más importante y hemos de respetarlo. Que a la oveja recién declarada mamut, haya que trocearla y hacer un corta y pega, es cuestión de tecnobiología; y si hay un carnero que no quiere los cuernos que trae de nacimiento porque no se siente carnero, pues por respeto a sus sentimientos, se los extirpan y le preguntan qué quiere ser, y si contesta que quiere ser el mismo pues se le deja que sea él mismo. Les psicologues saben muy bien que no es bueno ser otre, tienen, en las consultas, muchos casos de persones que quieren ser elles mismes. “Yo lo que quiero es ser yo misme”. Todes tenemos derecho a ser lo que queramos y El Estado debe ayudarnes a conseguirlo. Ahora nacer pobre y querer ser rica… no es posible, lo siento.