Este es mi artículo 750 en esta página. Toca recapitular. En la correspondencia abierta con mis lectores y lectoras, hace unos días me manifestaba uno que dedico mucho tiempo a poner de manifiesto temas de las mujeres, cuando en realidad hay temas mucho más sangrantes (Palestina, el cambio climático, la sanidad, la Iglesia, la República, el Donbáss.)… Y es verdad. Si tuviera que manifestar cuál es mi tema estrella, después de 750 artículos escritos en 9 años, tendría que confesar que a los que les he echado más pasión, ha sido a los que tratan de la mujer. Y os explico por qué. Son tres motivos.
El primero es, porque van a vencer, y me gusta estar a favor de quienes ganan. Toda mi vida he visto avanzar al movimiento social de las mujeres, de una manera libertaria. Siendo como son, una amalgama heterogénea, con incongruencias, no han necesitado partidos, ni promesas electorales, ni gobiernos femeninos, para conseguirnos a todos el divorcio, el aborto, los anticonceptivos, cambios en la mentalidad que han llevado a aceptar la homosexualidad, el transexualismo, la creación de uniones diversas… Ha sido sorprendente y maravilloso. Sin comandantes, sin bombas, sin guerrillas redentoras. Ahora andan liadas con el tema de la violencia machista, y poco a poco creo que van a ganar la partida nuevamente. Esos tíos que daban un manotazo en la mesa y pedían la cena, o que gritaban «¡Esta es mi casa y se hace lo que digo yo!», eso se acabará. Y los asesinos de mujeres y violadores, disminuirán de manera imperceptible tal vez, y se convertirán en cosas tan residuales como los asesinos en serie.
Tomé partido por las mujeres, por otra razón. Hay varios millones oprimidos de jornaleros, de precarios, de trabajadores, de mapuches, de palestinos, de inmigrantes y de vasco-catalanes con muchos problemas. Pero es que hay 3.730 millones de mujeres cuya condición social va desde la casi miserable esclavitud hasta una posible libertad. Así que el potencial que tienen es formidable. Son la mayoría oprimida, más grande del mundo. ¿Cómo no voy a estar con ellas? Están influyendo, simplemente con su presencia, en juristas, foros internacionales, periódicos y medios de comunicación… Todas las ideologías, todos los partidos, se ven obligados a tenerlas en cuenta. Oye, que pueden cambiar el mundo si quieren.
Y el tercer motivo, es uno que he contado en estas páginas varias veces: que yo soy un lagarto muy mayor, muy convencional, muy jurásico… Y a mí, que estoy muy contento de ser un varón, SÍ que me gustan las mujeres. Mucho. No soy como esos tíos llorones, panda de…, panda de blandengues mal adaptados, esparciendo rumores y mentiras, que están todo el día quejándose de que las tías son unas lagartas.
Por eso, en sus luchas, en sus anhelos, en el desarrollo de la voluntad femenina, me ubico donde más cómodo estoy: en la retaguardia, sin estorbar, sin decir ni pío, procurando que no me vean. Porque la emancipación de la mujer, será obra de la mujer. O no será.
http://www.rojoynegro.info/articulo/eje-violeta/benjamin-lajo-%E2%80%9Camapolas-trigo%E2%80%9D
La emancipación de la mujer será la emancipación del hombre, diría yo, sin temor a equivocarme.