Hemos pasado un mes de noviembre gazaiano ¿Ventajas de lo ocurrido en la Franja? Que la gente de izquierda no se puede quejar ya de que no se hable de Palestina y de que el foco se quede fijo en Ucrania. Sin noticias de Ucrania. O de que el periodista Pablo González siga secuestrado en Polonia. Bueno, de eso nunca se habla gran cosa. Ni de la guerra en Etiopía, ni de la épica de los inmigrantes que se lanzan al Mediterráneo con menos medios que Colón buscando las Indias, ni de… Ahora toca Palestina, pues la izquierda contenta que ya tocaba. No sé cuantos mil muertos, la mayoría de ellos niños. Y venga valoraciones políticas…
La izquierda, esa izquierda variada, señalando que la ONU no vale para nada porque no puede parar la masacre. Oye, puestos así, la ONU no vale para nada. Ni la Liga Árabe, que se limita a realizar modestas condenas. Ni que Pedro Sánchez se plantase ante Netanyahu a cantarle las cuarenta delicadamente. Borrell tampoco vale para nada. China y Rusia, no valen para nada… Las manifestaciones, tampoco valen para nada entonces, ya que no han parado la matanza. Incluso se puede asegurar que el que los políticos de izquierda y sus palmeros de a pie, señalen en las redes sociales que la ONU y los organismos internacionales no valen para nada…, es algo que no vale para nada. Así que, podríamos decir, por resumir, que nada vale para nada. Ni siquiera lo que yo digo.
Bueno, acordada la tregua, el intercambio de secuestrados, el alto el fuego o lo que sea, y ojalá que dure, mientras se afianza la limpieza étnica, la recogida de cadáveres, y la ocupación de territorios prometidos por Dios, ¿cuál es la solución que plantean las mentes preclaras? Pues dos Estados, uno Palestina y otro Israel. No tuvieron bastante con los problemas que causó crear (con los votos a favor de la URSS y sus satélites) el Estado de Israel, que ahora los quieren duplicar para tener, ¡por fin!, a dos gallos frente a frente. Con todo Cristo dispuesto a meter baza en la zona. Y hala, a enseñarles a los niños la Nabka y la Fortaleza de Masada, el himno, cantar a la bandera y todo eso. No sea se les olvide a las criaturas lo que pasó en la Guerra de los Cien Años.
¡Ostras, se me ha venido a la cabeza, que toda esta «operación militar» o masacre premeditada, ha sido una hábil jugada para crear dos Estados! Y es que sería algo muy bíblico, como los sacrificios humanos a Moloch, que le echaban en el fuego del altar a siete niños, a diez o doce vírgenes, a tres caballos…, y a continuación los prebostes firmaban alianzas matrimoniales e impuestos al trigo. Pues aquí igual. ¿Cuánto cuesta ampliar el número de Estados? ¿20.000 muertos, 10.000 niños? Pos si hay que pagar, pos se paga. Luego que venga Ferrovial a quitar escombro.
Lo mismo va a ser eso.
Dejar de ver la televisión, no tener móvil, no tener redes sociales…
¿Si fuera El Mundo plano, seríamos Nosotros planos?
Guerra. ¿Quién puede hacer la guerra nada más que un descerebrado?
Revolución. Si se queda en las revoluciones por minuto de tu coche, ¿qué se va a pensar de ella?
Hay una forma de lo que creo que es Anarquía: insumisión perpetua del Ser y autogestión eficaz de los recursos.
Solidaridad. ¿Quién si no el fuerte te la negará?
Apoyo Mutuo. ¿Dónde está sin la acción directa?
Acción Directa. Hazlo tú mismo.