¿Existe de verdad una alternativa anarquista? ¿Tenemos que decidir entre la dominación estatal y la desigualdad del capitalismo? En la práctica, la realidad es mucho más compleja, dándose en las sociedades modernas una mezcla de rasgos de mercado, estatales y auténticamente comunitarios. Michael Taylor nos recuerda que, no solo es deseable, sino posible, una sociedad sin poder político ni desigualdad económica; el concepto de comunidad, integrado por individuos mayoritariamente libres, conscientes y responsables, es plenamente identificable con el de la anarquía.