Cuando alguien asegura que es abiertamente feliz, alguien como yo , tan negativo, tan frustrado y tan nihilista, no puedo por menos que fruncir (aún más) el ceño. La primera reflexión es que, a poco que uno tenga un mínimo de conciencia, y de consciencia, no me cabe en la cabeza cómo puede uno abrazar sin más la felicidad de un modo tan simple e irreflexivo. Se me dirá que si la gente quiere repetir ante el espejo, con una sonrisa de oreja a oreja, que su vida se muestra pletórica de alegria y felicidad, Seguir leyendo Sonrisas y estulticia