Tenemos una convicción: solo la revolución libertaria puede garantizar el porvenir de la Humanidad entera. Una revolución ahora y rápido. Pero ¿por qué decimos esto cuando todo apunta a lo contrario? Porque por revolución entendemos no solo y no tanto el hecho violento que, al prevalecer el protagonismo social de los oprimidos y explotados, consigue el derrocamiento del régimen capitalista y de la institución estatal, sino el proceso que realiza concretamente un conjunto de aspiraciones y la satisfacción de las necesidades presentes en la conciencia colectiva, el proceso que materializa sustancialmente el objeto deseado en el imaginario colectivo: la libertad individual y colectiva, la justicia social; ni más ni menos. Seguir leyendo Concreción de la utopía y subversión cotidiana




