ACRACIA ANARQUISMO NIHILISMO

Burocracias infernales para 2022

Estos días atrás una amiga, maestra, licenciada en Historia, me pidió que la ayudase a cambiar los datos administrativos de su tarjeta sanitaria porque se mudaba de piso. Y me decía que no daba pie con bola. Como soy muy bondadoso entré en la página de la Consejería de Sanidad, llegando al apartado de trámites administrativos y cambios de residencias, me dice que tengo que o bien disponer de un certificado digital, o registrarme en clave. Y la muchacha opta por el registro en clave. Llevamos a cabo el registro sin grandes problemas y que ya mandarán una carta con un número con el que podremos completar el registro, o recibir un pin, o algo así. Al cabo de unos días recibimos la carta con un número más largo que un día sin pan. Hacemos el registro, ponemos el número, descargamos la app, recibimos un mensaje diciendo que podemos solicitar el pin. Y cuando lo hacemos, nos dice que la operación de cambio de domicilio tiene que hacerse personándose el o la interesada en las oficinas de no sé dónde en horario laboral. Y mi amiga se tiraba de los pelos aunque yo la instaba a beber cerveza. Si eso le pasa a una licenciada en Historia, que se quiera o no algo de burocracia sabe, imagínense a alguien que no tenga internet, ni teléfono móvil, ni vivienda ni trabajo estable, ni cuenta corriente, y quiera pedir el bono social para comprar un cuchillo marca Ernesto y cortarse las venas. Eso es España: un laberinto de papeleo en el que se ahoga cualquier mindundi.

En el otro extremo, resulta que en una ciudad escocesa se reunieron los jefecillos del mundo para discutir sobre emisiones de CO2 y cambio climático. ¿Qué es lo que se nos viene encima? Porque vaya por Dios, que ya no se trata de cargarse el sistema de pensiones, la sanidad o la educación para estrujarnos a conciencia. Ahora vienen con problemas de suministros de gas, petróleo carbón, que hacen que suba el recibo de la energía, y en general, de todo. Lee uno el periódico y vaya tela con el terrorismo informativo… Hace años alguien escribió un libro que se intitula La doctrina del shock. Por supuesto: yo no me lo he leído. Jamás. Es muy gordo. Pero por ser tan nombrado sé que dice, en resumen, que los ricos del mundo y los Estados aprovechan las crisis, o las crean, para metérnosla doblada. Ya ves qué descubrimiento. Y añado yo que los poderosos no tienen que hacer esfuerzos para difundir la doctrina del shock, porque los propios dominados a través de sus páginas webs difunden tal cantidad de profecías nefastas, de histerias y de pamplinas, que pretendiendo denunciar al capital, acaban acojonando al más pintado, dando la sensación de que «la resistencia es inútil, me rindo». Cenizos, que sois unos cenizos. 
Burocracia infernal, crisis climática, económica, ecológica, energética, financiera, social, política ¡Volcanes en erupción! ¡Bielorrusia mandando iraquíes a Polonia! ¡Nuevos virus nos acechan!… Crisis de todo tipo confluyen y siembran incertidumbre, duda y zozobra. Y además EEUU, China y la Unión Europea se miran de reojo mientras se arman en plan bestia: bombas termonucleares, submarinos atómicos, misiles espaciales supersónicos, ejércitos tremebundos. Las superpotencias se preparan. Y el Reino Unido, también. 

O sea: que todo está como siempre. Por lo tanto recordad esto para el año 22: el miedo, no es una opción. El miedo siempre ha estado presente, así que hay que ir dejándolo a un lado, sacudirnos las pulgas, y empezar a resolver problemas. Porque mientras más tardemos en solucionar la ecuación del Poder, más tiempo habrá durado la incógnita. 

Acratosaurio rex

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