Anarquismo-Igualdad-Personas-Hombre-Mujer-Acracia

Cuarto aniversario del grupo Redes (2 noviembre 2022)

El grupo REDES de Cordialidad[1], cumple cuatro años de existencia este 2 de noviembre de 2022. Un año más celebramos nuestro aniversario, motivo de alegría por mantener funcionando el grupo virtual de debate y reflexión anarco feminista.

Hemos llevado a cabo trece debates sobre temas (y formatos) diversos. Este año 2022 hemos desarrollado tres debates: el undécimo debate lo centramos en un tema muy polémico dentro del feminismo: la prostitución /trabajo sexual. También en nuestro grupo ha sido el tema que ha provocado más diferencias. Utilizamos dos textos: el texto que escrito por la compañera Ana Carrera: «Ni putas ni sumisas. Mujeres Libres»; y el capítulo de conclusiones del libro de Juno Mac y Molly Smith, Putas insolentes. La lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales.

El debate nº 12, que nos ocupó la primavera, fue el capítulo 1: «¿Qué es un trabajo de mierda?» del libro de David Graeber (2018): Trabajos de mierda. Barcelona, Planeta. Un debate interesante en torno a las propuestas de este antropólogo anarquista.

Por último, estamos enfrascadas en un texto que nos llevó a hacer un vocabulario para su lectura: Chiara Bottici (2021): Manifiesto Anarcafeminista.

Todos estos debates y reflexiones acaban sintetizados en textos que recogen las conclusiones que son diversas y, a veces, contradictorias puesto que no pretendemos definir una posición única sino recoger toda la riqueza de matices que generan nuestros debates.

Este cuarto aniversario queremos celebrarlo aportando ideas sobre: la pandemia, los confinamientos y sus consecuencias.

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COVID, SOLEDAD, ENFERMEDAD Y BIOPOLÍTICA

Laura

El título es muy ambicioso y el texto necesariamente será breve, tiempo habrá para trabajarlo más.

Esta fotografía es de la Rambla Principal de la ciudad en que vivo. Siempre llena de gente, la pandemia la dejó completamente vacía. Me impresionó esta imagen inaudita porque me confirmó la soledad en que nos situó el covid. Vivir confinadas en las casas para algunas mujeres se convirtió en una trampa en la que la violencia de sus parejas se produjo con más frecuencia de la habitual. Para las personas jóvenes y para la infancia, el confinamiento rompió su sociabilidad de golpe y para las personas que vivían solas, especialmente la gente de más edad fue un aislamiento duro.
Uno de los (muchos) resultados de la pandemia ha sido el incremento de las enfermedades mentales, especialmente en las personas jóvenes y en los niños y las niñas. Cuando se evalúa el impacto del confinamiento se debería hablar de este aspecto que pasa desapercibido o se señala puntualmente cuando toca hablar de enfermedad mental y del escaso número de especialistas en la Seguridad Social para hacerles frente.  

Además, las medidas adoptadas durante la epidemia han sido un buen ensayo de control social que seguro que ha dado muchos datos de cómo controlar a grandes masas de población y ejercer el poder sobre la vida de las personas y las poblaciones (biopoder).

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4 AÑOS DE REDES; UN HITO EN NUESTRAS VIDAS

Emilia

El 11 de septiembre del 2001, mientras veíamos como caía uno de los mayores símbolos del poder occidental, las Torres Gemelas, a pesar de que la vida siguió a nuestro alrededor con naturalidad, más allá del asombro, fuimos conscientes de que a partir de entonces nada iba a ser igual, y que el cambio en el imaginario mundial iba a determinar un vuelco en nuestras vidas más pronto que tarde.
 
Habla Antonio Méndez en Fascismo de Baja Intensidad de las nuevas técnicas represivas utilizadas por los poderes, en que ya no recurren a la fuerza, sino que van dando pasos pequeños, de los que si protestas puedan acusarte incluso de conspiranoica, van recortando derechos cada día, van adaptando las leyes a sus objetivos, sin que el salto sea lo suficientemente grande como para que genere rechazo, pero sin parar.
 
Y eso ocurrió tras el 11S, nuestra vida fue cambiando, tuvimos un nuevo enemigo, el islam, hablamos cada día más de terrorismo, de armas de destrucción masiva, de que la policía y el ejército nos protegía.
 
El 2020 y la pandemia fue, sin duda, otro hito en el que, además de los grandes cambios en nuestras vidas que tuvieron lugar de un día para otro, se instalaron de forma paulatina nuevas vueltas de tuerca  en ese avance de las medidas represoras. El enemigo ahora era intangible, y por ello el miedo que nos causaba y que tan bien se ha sabido gestionar, mucho mayor. No se escatimó en agradecimientos y aplausos a quienes estuvieron al frente durante los días duros, quienes arriesgaron sus vidas y trabajaron tan inagotablemente que su esfuerzo ha dejado lacras aún vivas en su salud y sus relaciones. Pero se hizo con un discurso único y cerrado que no dejaba rendijas a poder pensar nada más que aquello que nos decían en los informativos, y que transformó nuestras vidas para siempre.
 
Se ponía en valor, sí, pero el trabajo de profesionales de reconocido prestigio, dejando en el olvido las más de las veces a quienes estuvieron igual en primera línea, casi todas mujeres por cierto: agricultura, limpieza, asistencia a domicilio, comercio básico, transporte. 
 
Se incluyó entre las profesiones que merecían nuestros aplausos y reconocimientos, a las del aparato represor del Estado;  policía y ejército lavaron su cara pretendiendo que la labor que realizaban eran insustituible, ocultando que si podían hacer muchas de esas tareas era porque habían recibido medios que deberían haber sido destinados a los servicios sociales , y que el que los recibieran ellos significaba que toda acción iba acompañada de medidas represoras que con la excusa de la urgencia y el estado de alarma se consentían sin demasiada resistencia, o nula, pero que han venido para quedarse y limitan enormemente nuestra capacidad de movernos, de expresarnos, de desenvolvernos en el día a día.
 
Se negó y recriminó cualquier intento de buscar razones científicas diferentes de las aportadas por la oficialidad, utilizando desde la ocultación, a la desacreditación más burda, o incluso la persecución de quienes se planteaban, no un negacionismo obtuso y destinado a desestabilizar un supuesto estado progresista, como hizo la ultraderecha; sino sencillamente reivindicar su/nuestro derecho a decidir sobre su vida y su salud en libertad y según su propia conciencia.
 
Y lo que es aún más peligroso, se nos alentó -y hubo más personas de la que hubiéramos deseado dispuestas a hacerlo- a perseguir, acosar y delatar a la persona que vivían en nuestro entorno y no cumplían rigurosamente con las pautas dada por los grandes gurúes de los medios.
 
Además, lo novedoso y extraño de la situación causó desconcierto y falta de reacción en la mayoría de las organizaciones alternativas que se debatían entre, procurar y defender la salud de las personas más precarias, atender necesidades perentorias de las más vulnerables, defender unas libertades cada vez más vulneradas, y desmarcarse del discurso negacionista de la ultraderecha que usaba nuestras consignas y nuestros espacios. Todo esto hizo que no pudiera haber una respuesta coherente y unida hacia una situación que sin duda la necesitaba.
 
Por eso para mí fue de gran ayuda tener la posibilidad de exponer y compartir en este espacio de afinidad, este nuestro colectivo de REDES, todas las dudas y los miedos que a todas nos surgían, sentir que no estaba sola ni loca, y que había que comenzar a reflexionar para buscar vías de respuesta alternativas y aquí tenía compañeras con las que hacerlo. 
 
Si para la gran historia el 11S o el Covid han sido hitos que han cambiado nuestras vidas, para mi historia personal, la participación en REDES donde poder reflexionar, razonar, debatir en colectivo, ha sido igualmente un punto de encuentro que me ha permitido avanzar y enriquecerme como persona, al igual que al resto de las mujeres que participamos. No es excepcional, hay otros grupos que buscan iguales o parecidos puntos de encuentros; pero este es el nuestro, en el que llevamos 4 años, y aunque los vaivenes de la vida dificultan hasta los encuentros online, sin duda sigue mereciendo la pena apoyarlo y consolidarlo.


LA PANDEMIA

Ana Carrera

La pandemia o plandemia se instaló en nuestras vidas tras varios intentos anteriores que resultaron fallidos -gripe aviar, gripe A, ébola…-. Se desconoce el origen del virus, hay sospechas que salió del laboratorio, todo sería posible si se tiene en cuenta que existe un comercio de virus a nivel mundial y laboratorios destinados a tal fin.

Escuchando al pensamiento libre: el profesor de economía de la Universidad de Ottawa -Canadá- Micher Chossudousky en un artículo: “Capitalismo global, gobierno mundial y crisis del corona virus» asevera que: “La actual crisis está marcada por una emergencia de Salud Pública  auspiciada por la OMS que utiliza como pretexto y justificación para desencadenar un proceso mundial de reestructuración económica social y política. Es ingeniería social, los gobiernos son presionados para extender el confinamiento a pesar de sus devastadoras consecuencias económicas y sociales. Estamos ante una operación planificada cuidadosamente, no hay nada de espontáneo o accidental».

Sobre el control de la información, Jesús García Blancas opina: «Con la excusa de fortalecer el periodismo y proteger los cimientos de nuestras sociedades democráticas, Microsoft, Adobe, BBC, Arm Intel, y Truepic se han asociado para crear la coalición para la procedencia y autenticidad de contenidos, cuyo objetivo es imponer el discurso oficial y desacreditar cualquier visión crítica o alternativa». Hemos podido ver cómo eran censuradas las opiniones de la ciencia independiente del poder, sufriendo represalias en el ámbito laboral y en sus publicaciones.

En España la forma de aplicar la censura ha sido a través de los comités contra la desinformación, cuya estrategia ha consistido en controlar a la ciudadanía a través del miedo, debilitando a la sociedad en todos los ámbitos y para ello se han utilizado a los influencers, presentadores de los medios, políticos y expertos. Todo esto se ha impuesto por nuestro bien, con el señuelo de la Salud vimos coartada la libertad. 

Podríamos establecer un paralelismo con el «Ministerio de la Verdad» descrito en la novela 1984 de Orwell, en dicha novela el gobierno totalitario se ejercía a través de 4 ministerios: cuyo elemento clave es «doble pensar»hoy hablaríamos de «neolengua”*.
1.     Ministerio de la paz, dedicado a la guerra.
2.     Ministerio del amor, se encarga de asegurar los sentimientos de la lealtad y amor de la ciudadanía mediante el terror.                                    
3.     Ministerio de la abundancia, mantiene un estado de permanente pobreza y miseria.
4.     Ministerio de la verdad, se encarga de reescribir la historia y establecer el relato oficial del Gran Hermano   utilizando los medios de comunicación. 

El coronavirus ha abierto las puertas a la llamada 4ª Revoluciona Industrial y exige: implantar la biotecnología, la edición genética, las telecomunicaciones 5G, la inteligencia artificial, la sustitución del censo por Big Data. Tener conectadas y localizadas a las personas, y abolición del dinero. ¿Quién está detrás ? las grandes corporaciones mundiales que controlan las comunicaciones, el poder financiero, y corporativo. Un ejemplo, en España aterrizó la empresa Black Rock (roca negra) encargada de gestionar los fondos tóxicos, en 2016 se convirtió en el primer accionista del Banco de Santander, DIA, Merlín Propities, inmobiliaria Colonial, Lar España, Hispania Activos Inmobiliarios, Repsol, Iberdrola, Acerinox, gestión de Adena, Telefónica, Mediaset, adquirió el 50% de la deuda del Grupo Prisa. ¡Este es el plan!

El economista geopolítico Peter Koenig -trabajó en el FMI – ha publicado la medidas a tomar en Global Research:
-Aceleración de procesos de trabajo digitalizado y la reconversión de mas del 80% en teletrabajo.
-La automatización del 50% de las tareas, incluyendo el trabajo a distancia.
-La reconversión de competencias digitales y de los programas de capacitación (reducción del contacto Humano en los trabajos).
-La transformación de las estructuras organizativas actuales, que permitan el máximo control de todas las actividades.
-Un tercio de las fuerzas laborales dependerá de un ingreso básico, o salario básico universal (que apenas les permitirá sobrevivir).

A modo de conclusión: programados-as desde el Oráculo digital para ser pobres felices y silenciados-as.

*Neolengua: eliminar conceptos o ideas que puedan poner en peligro la ideología dominante.
*Doble Pensar: aceptar como verdadero lo que se sabe que es falso, o negar una realidad objetiva sabiendo que existe.

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CANCIÓN DE LOS BOSQUES

Bronisława Wajs, conocida como Papusza

(Clara)

¡Ah, mis bosques!

No os cambio por nada
en este gran mundo blanco,
por nada, ni por el oro
ni las piedras preciosas;
las piedras preciosas
hacen hermosos fuegos
y llenan los ojos de muchos hombres.

Pero mis montañas de piedra
y cerca del agua las rocas
me son más queridas que las deseadas piedras
que hacen hermosos fuegos.

En mi bosque por la noche
cerca de la luna brillan los fuegos,
lucen como las piedras preciosas
que los ricos llevan en sus manos.

¡Ah! ¡Mis bienamados bosques!

Árboles que huelen a salud

¡Cuántos
Cuántos chavorillos gitanos habéis criado
como si fueran vuestros pequeños!

Si el viento mece el alma como si fuera una hoja,
el alma nada teme.

Los niños gitanos cantan,
aunque sufran, aunque estén hambrientos
saltan, juegan y bailan, como el bosque les
ha enseñado.
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[1] Queremos recordar que nuestro grupo se llama así recogiendo esta propuesta de Lucía Sánchez Saornil cuando en 1936 se planteó tejer redes de mujeres alrededor de la revista Mujeres Libres para, a través de la cordialidad como propuesta política acabar construyendo un grupo de mujeres con la finalidad de acabar con  la situación de subordinación patriarcal y explotación de clase que sufrían las mujeres.

Tomado de: https://redescordialidad08.blogspot.com/

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