Es ya un lugar común decir que la historia la escriben los vencedores. En el caso de la Revolución rusa, durante mucho tiempo se nos contó de manera simplista que un grupo de revolucionarios, comandados por Lenin, tomó el Palacio de Invierno para dar lugar al primer gran régimen socialista. Ahora, con otro tipo de historiografía oficial dominante, difícilmente se va a dar protagonismo en la historia a las masas y la defensa de sus organizaciones autónomas frente al poder.
Como consecuencia de la toma dictatorial del poder por parte de los bolcheviques (Partido Comunista) en la Revolución rusa de 1917 y la consiguiente represión sobre los anarquistas, en 1926 el grupo “Dielo Truda”, formado por anarquistas rusos exiliados en París, hace balance de los errores cometidos por el movimiento libertario, incidiendo en su falta de vertebración, y lanza un proyecto de organización y funcionamiento, la llamada Plataforma de Archinov (por el nombre de uno de sus principales militantes). El proyecto es criticado por la mayoría de anarquistas del mundo por lo que representa de abandono de las prácticas libertarias. Entre las muchas críticas, hemos escogido para su publicación la Respuesta de Errico Malatesta por englobar y resumir todas las demás. Ambas traducciones han sido hechas ex profeso para la revista Germinal. Revista de Estudios Libertarios.
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general