Es ya un lugar común decir que la historia la escriben los vencedores. En el caso de la Revolución rusa, durante mucho tiempo se nos contó de manera simplista que un grupo de revolucionarios, comandados por Lenin, tomó el Palacio de Invierno para dar lugar al primer gran régimen socialista. Ahora, con otro tipo de historiografía oficial dominante, difícilmente se va a dar protagonismo en la historia a las masas y la defensa de sus organizaciones autónomas frente al poder.
Después de la publicación de la “Plataforma” de Archinov y del debate que produjo en el seno del movimiento anarquista, se planteó la superación de los problemas de relación interna del anarquismo por medio de una síntesis entre los diferentes grupos; es la propuesta de Sébastien Faure, que fue compartida por la inmensa mayoría del anarquismo organizado. Cuando Faure edita su monumental Enciclopedia Anarquista (1934) encarga la redacción de la voz “síntesis anarquista” a Volin (pseudónimo de Vsevolod Mijailovich Eichenbaum, 1882-1945).
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