Ahora que han pasado las Navidades, y el Año Nuevo, y los Reyes Magos, podemos hablar de religión. Lo primero que se me ocurre, es que las religiones monoteístas son un puro disparate. ¿En qué cabeza cabe que un dios omnipotente, iba a mandar a un emisario, precisamente a Galilea, un lugar que aparece siempre semidesértico en las películas, para explicar a los humanos ¡que estaban equivocados! y que en lugar de haber un montón de dioses, sólo había uno (él)? ¿Quién cuernos puede pensar eso?

Yo hubiera optado por mandar legiones infinitas de ángeles en camisón ignífugo con espadas llameantes, trompetas y una batucada de tambores, y sembrado el pánico desde Egipto a la Polinesia. Los idólatras se hubieran cagado de miedo y eliminado de inmediato todos los tótems paganos, iniciando así el Reino de Dios en la Tierra. Ah, y hubiera explicado con paciencia que la Tierra es un planeta que flota en el espacio, que es redonda, y que los murciélagos no son pájaros.

Pero vamos, es que yo lo hubiera hecho todo muchísimo mejor que Dios, del que lo más que se puede decir, es que carece de imaginación, de empatía, de resiliencia, y de capacidad pedagógica. El ChatGPT tiene más cualidades positivas que el jodido dios monoteísta. Como mínimo, responde más rápido.

Hay otras deidades, más abstractas, como qué sé yo, la Pachamama. Respeto y reciprocidad: La tierra, los ríos, las montañas, animales, plantas y otros elementos naturales son seres sagrados y vivos. Lo cual no impide que nos los comamos. Y es que ninguna religión, ninguna, ha conseguido explicar por qué existe el sufrimiento, el dolor, las hemorroides… Te pueden dar diversas versiones como que hay falta de armonía con la Pachamama, incumplimiento de rituales, espíritus malvados o pruebas espirituales. También te pueden soltar lo de la dualidad de la divinidad como  una representación de la complejidad de la existencia y la interacción de fuerzas opuestas.

Eso es. A medida que avance el ¿diálogo? con un creyente, se llegará a la siguiente conclusión: es un misterio, es muy profundo, todo es muy raro. Claro. La muerte puede ser vista como un paso natural en el ciclo de la vida. Pero… Carece de sentido crear una vida, con el laborioso proceso biológico de ovulación, coito, fecundación, embarazo, parto y –por ejemplo– que te salga un niño sin cabeza, el padre muera del susto,  el bebé palme a las dos horas, y la madre se vaya al otro barrio por sepsis bacteriana sin haber podido crecer espiritualmente. Las bacterias y la funeraria, serán las únicas que habrán crecido.

En fin, que no tengo problema en que se vea la maravilla que es la Naturaleza, la Pachamama o Jesucristo, siempre que se contemple lo fascinante de un amanecer del mismo modo…, ¡ostras frutas! que llega una urraca, se mete en el nido del jilguero, se traga vivos a los pollos y a continuación caga. 

Esa, es la belleza del ciclo de la muerte. 

Acratosaurio rex
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