En las últimas semanas, el ejército israelí ha matado a unas 3.000 personas y desplazado a más de un millón, en un capítulo más de su larga historia de colonialismo y opresión. Para sorpresa de nadie, los medios de comunicación occidentales se han puesto del lado israelí y relatan los hechos desde su perspectiva. Las compañeras de Crimethinc entienden que es importante escuchar directamente a personas palestinas, pero de momento no han conseguido comunicarse con la gente de Gaza, debido a los ataques aéreos israelíes dirigidos contra la infraestructura de comunicaciones. Por ahora, presentan la perspectiva de un palestino que vive en el norte de la región, que habla sobre diferentes aspectos de la vida bajo la colonización y sobre la lucha por la liberación a través de la organización de base y la solidaridad. Copiamos a continuación su relato, extraído de la web de Crimethinc.
Os escribo hoy desde la Galilea de Palestina, una parte de Palestina ocupada por las fuerzas coloniales sionistas durante la Nakba [catástrofe] de 1948 (el desplazamiento forzoso de cientos de miles de palestinos cuando se creó el Estado de Israel). Escribo estas palabras durante el mes de octubre de 2023, un mes que siempre será recordado como un punto de inflexión para Palestina y la lucha palestina. Escribo anónimamente, porque escribo desde el vientre de la bestia, porque hoy en día la vigilancia y la persecución política de Israel contra las personas palestinas en el territorio de 1948 no tiene precedentes, porque el fascismo y el totalitarismo del proyecto colonial se intensifican cada día y cada palabra que expresamos implica correr un riesgo.
Mientras escribo estas palabras, aviones de guerra surcan los cielos sobre mi cabeza. El sonido de sus motores llena el vecindario. Llevan diez días cruzando el cielo, día y noche, de sol a sol.
Todos estos aviones de guerra se dirigen a Gaza. Mientras escribo estas palabras, allí se está cometiendo un genocidio. A sólo dos horas de aquí, en Gaza, Israel -respaldado por potencias coloniales imperiales mundiales- está borrando a mi pueblo de la faz de la tierra.
Gaza: La Nakba en curso y el Somoud
Gaza, nuestra querida Gaza, Gaza la resistencia, Gaza el símbolo eterno de la resistencia humana, Gaza la herida, el dolor, Gaza el somoud [firmeza].
Gaza está situada en la costa oriental del Mediterráneo, limita al este y al norte con asentamientos israelíes y al suroeste con Egipto. Con una población de más de 2,2 millones de personas en apenas 365 kilómetros cuadrados, es uno de los lugares más densamente poblados del mundo. El 70% de los palestinos de Gaza son refugiados cuyas familias fueron expulsadas de las ciudades cercanas por las milicias coloniales sionistas en 1948, durante la Nakba.
En 2007, Israel impuso un bloqueo a Gaza por tierra, mar y aire. Desde entonces, el Estado de Israel ha llevado a cabo cinco grandes agresiones contra Gaza.
La primera tuvo lugar en 2008, tras la imposición del bloqueo. Duró 22 días, durante los cuales murieron 1.385 palestinos, entre ellos 318 niños.
La segunda comenzó en noviembre de 2012. Duró ocho días. Murieron 168 palestinos, entre ellos 33 niños.
La tercera comenzó en julio de 2014 y duró 50 días. Murieron 2.251 palestinos, entre ellos 556 niños y otros 1.500 niños quedaron huérfanos.
En mayo de 2021, se produjo la cuarta agresión durante el levantamiento de la dignidad que estalló en toda Palestina desde el río hasta el mar. Duró once días, durante los cuales murieron 230 palestinos, entre ellos 67 niños. Doce de esos niños participaban en un programa de recuperación de traumas cuando fueron asesinados.
Hoy se está produciendo una quinta agresión en Gaza y es más brutal y catastrófica que todo lo anterior. Los ataques aéreos israelíes ya han matado a casi 3.000 personas y herido a más de 12.000. Más de 45 familias han sido completamente borradas del registro civil. Más de un millón de personas se han visto desplazadas y obligadas a huir de sus hogares debido a las bombas israelíes. Israel ha cortado la electricidad, los alimentos y el combustible de Gaza y está bombardeando edificios residenciales, escuelas, mezquitas, hospitales y ambulancias. Barrios enteros han desaparecido.
La gente está empezando a morir de hambre y no tiene dónde esconderse ni cómo escapar. Todo esto está ocurriendo con el apoyo claro y descarado de gobiernos occidentales, como Estados Unidos y el Reino Unido, que se apresuraron a enviar apoyo militar a Israel. Todo esto sucede mientras la propaganda colonial israelí está en todos los medios de comunicación internacionales tratando de fabricar una campaña anti-palestina y enmarcarla como una “guerra contra el terrorismo” con el fin de legitimar la limpieza étnica masiva y la Nakba en curso que ha estado sucediendo en Palestina durante los últimos 75 años.
¿Quién es un terrorista?. La fabricación del consenso
Como hemos visto a lo largo de la historia, las entidades coloniales, imperiales y fascistas siempre han utilizado la propaganda y la táctica de “fabricar consenso” (término acuñado por Noam Chomsky para explicar cómo los medios de comunicación y propaganda generan la opinión pública) para legitimar, mantener y ampliar su control. Así es también como legitiman el exterminio y la limpieza étnica masiva.
La fabricación del consentimiento es la estrategia estatal de crear un sistema en el que la gente llegue a obedecer y consentir sin cuestionar los principios, ideas y planes promovidos a través de la propaganda patrocinada por las empresas y los medios de comunicación de masas. Se ha utilizado para servir a los intereses de Estados Unidos y sus aliados en la invasión de Afganistán en 2001, la invasión de Irak en 2003 y para causar guerras y atrocidades en Siria, Yemen, Libia y muchos otros lugares del mundo, con la consiguiente pérdida de millones de vidas inocentes y mucho sufrimiento humano.
Hoy en día, los medios de comunicación intentan deshumanizarnos como pueblo palestino, tacharnos de terroristas, para que sea más fácil justificar todas las atrocidades cometidas por Israel y sus aliados, tanto en Gaza en concreto como contra los palestinos en general.
Como árabes y palestinos, sabemos muy bien lo que es ser vistos y tratados como “terroristas”. Pero la magnitud de la campaña de propaganda antipalestina que están fabricando en todo el mundo los Estados, los gobiernos y los medios de comunicación de masas en estos momentos no tiene precedentes para nosotros.
Durante la segunda intifada, tras los sucesos del 11-S de 2001, la banda de hip-hop palestina DAM lanzó la canción “Meen Erhabi?” (“¿Quién es el terrorista?”). Durante este periodo, los colonos israelíes gritaban por toda la Palestina ocupada frases como “muerte a los árabes terroristas”. Recuerdo que escuchaba esta canción todos los días. Formó mi conciencia de niño. Hoy, 22 años después, el sistema global está impulsando la narrativa de que “el palestino es un terrorista” como nunca antes, y nosotros decimos una y otra vez: el colonizador es el terrorista, el colono es el terrorista, todo gobierno que apoye a Israel es un terrorista, Israel es el terrorista.
El sistema contra el pueblo
La situación en Palestina está exponiendo la crueldad y brutalidad del sistema global, pero también, el inmenso poder de la gente alrededor del mundo.
Desde el lado del sistema global, hemos sido testigos de tanta atrocidad y fealdad esta última semana. Estados Unidos envió el Gerald R. Ford -el mayor buque de guerra jamás construido- y el Reino Unido desplegó sus buques de la marina real para apoyar a Israel en el genocidio que está cometiendo.
La policía francesa está golpeando a los manifestantes que muestran su apoyo a Palestina. Las autoridades francesas exigen la expulsión de los inmigrantes que participaron en una manifestación pro palestina en Francia. En Alemania, la policía está deteniendo y golpeando a personas sólo por sostener la bandera palestina. Estas entidades coloniales y gobiernos fascistas están revelando una vez más sus verdaderos rostros. Como palestinos y palestinas, siempre hemos sabido que el sistema global está contra nosotras, es algo que comprendemos desde muy pequeños. No esperamos nada de las entidades coloniales. No confiamos en los gobiernos ni en las potencias mundiales. Sólo confiamos en el pueblo y en el poder del pueblo.
A pesar de todas estas atrocidades, también somos testigos de cómo la voz de la liberación y la justicia resuena en las calles de todo el Planeta, somos testigos del poder del pueblo. El pueblo conoce la verdad, y no se puede suprimir este conocimiento.
Hemos visto a miles de personas marchando por la liberación de Palestina en las calles de Londres y París, incluso después de que se prohibieran las protestas por Palestina.
Hemos visto las calles de Lisboa y Oporto llenas de rabia, amor y solidaridad. Hemos visto a decenas de miles de nuestros hermanos y hermanas manifestarse por Palestina en Irak, Yemen, Jordania y Marruecos.
Hoy, cada esfuerzo por sacar la verdad a la luz importa. Cada bandera palestina izada importa. Cada expresión de solidaridad importa. Cada esfuerzo de organización en favor de Palestina importa. Cada “del río al mar” importa.
Sí, estos días son dolorosos más allá de lo comprensible, pero hoy sabemos más que nunca que la liberación es inevitable.
Es sólo cuestión de tiempo. Palestina será libre.