Confederalismo-Democratico-Rojava-Abdullan-Ocalan-PKK-Anarquismo-Acracia

¿Por qué en Rojava?

Desde hace meses, en el norte de Siria están combatiendo contra el ISIS voluntarios procedentes un poco de todo el mundo; se reconocen en el comunismo, el socialismo y el anarquismo. Constituyen la Brigada Antifascista Internacional de las YPG (Unidades de Protección del Pueblo). Un anarquista italiano, en nombre de toda la Brigada («tabur» en kurdo) ha respondido a nuestras preguntas. Y a nuestra perplejidad.

Formamos parte de las YPG. La unidad está creciendo. La apuesta iniciada el 20 de noviembre por pocos compañeros está dando sus frutos. Queremos ser un punto de referencia aquí en Rojava para todos los internacionalistas. Cada mes llega gente nueva para unirse al YPG. Lo que nos une es el antifascismo, el anticapitalismo y el antisexismo. Somos una brigada móvil, participamos en las acciones militares. Nuestra tarea aquí es antes que nada defender el lugar en el que estamos. No hay ningún lugar seguro.

En enero hemos ido para más de veinte días a la zona entre Al bab y Mambiji. En esos meses se producía una terrible guerra entre Turquía y el ISIS, precisamente en Al bab. Y nosotros hemos ido a ese frente para reforzarlo contra eventuales ataques. Junto al Consejo Militar sirio y junto a las SDF (Fuerzas Democráticas Sirias), las YPJ/YPG hemos participado en la liberación de la ciudad de Al Karamah, a diecisiete kilómetros al oeste de Raqqa; hemos permanecido allí quince días.
El problema en esta operación no eran tanto los soldados del Daesh como las decenas de minas repartidas por todas partes en los alrededores de la ciudad.

¿Puedes describir en qué tipo de combates habéis participado? ¿Al lado de quién y contra quién?
Actualmente estamos implicados en la liberación de Raqqa y de Tabga (al este de Raqqa), dos ciudades importantes. El centro de Tabga ha sido liberado hace unos días. Hemos de precisar que nosotros estábamos no solo con los kurdos sino también con los armenios, asirios, árabes, turcomanos y con todos los pueblos y etnias que viven al norte de Siria. Estamos en guerra contra el ISIS que mata, secuestra y viola desde hace muchos años.
Aparte de combatir contra el ISIS, nos hemos unido a las YPG para defender la revolución social de los pueblos del norte de Siria.
El 19 de julio de 2012 se han pronunciado los territorios de los tres cantones de Rojava, que son Cizre, Kobane y Afrin. En enero de 2014, todos los componentes de las asambleas populares han firmado el contrato social. Uno de los pilares de este contrato es el derecho de autodefensa contra cualquier ataque. De hecho, nosotros somos una unidad de defensa del pueblo. Las primaveras árabes han sacudido también a Siria, y el pueblo kurdo ha escogido la considerada como tercera vía: ni con Asad ni con los rebeldes

¿Qué queda en pie del confederalismo democrático? ¿Existen todavía experiencias de un confederalismo aplicado de modo concreto que haga diferente, para nosotros anarquistas, la solidaridad hacia los «kurdos del Norte»?
Bueno, del confederalismo se mantiene prácticamente todo.
A causa de un vacío de poder, aquí en Rojava la población ha podido ocupar muchas sedes del poder y ha comenzado a practicar el confederalismo democrático. A subrayar que los cargos electos duran seis meses, al término de los cuales (o antes, si se decide) los elegidos pueden ser otros.
En toda la Rojava existen más de trescientos «comine» (comunas) repartidas por pueblos, barrios y ciudades.
Desde que Ocalan fue influido por las ideas del «municipalismo democrático» de Bookchin, el PKK ha tenido un auténtico rechazo hacia la construcción de un Estado-nación, y tiende ahora a sociedades federadas por medio de confederalismo democrático. En concreto, se han realizado asambleas ciudadanas y de barrio, se han abierto Casas del Pueblo, auténticos centros culturales en los que se discuten los problemas concretos de la sociedad.
En la Rojava hay diferentes ministerios (Agricultura, Educación, Cultura, etc.) y sé que esto puede rechinar en los oídos de los anarquistas. Al frente de las asambleas hay siempre un hombre y una mujer, elegidos por seis meses, con la posibilidad de cambiarlos.
Pongamos un ejemplo. Estas «comine» se ocupan de la distribución de alimentos, de la gasolina, de los generadores eléctricos, de las medicinas (y este es el tema más importante, sobre todo tras el cierre de fronteras); es una especie de apoyo mutuo entre quien necesita más y quien necesita menos. Cada «comine» de familias tiene un generador, que es gestionado por todos.

Vemos que el panorama geopolítico y militar de la zona parece un poco indescifrable. En esta confusión, ¿no existe riesgo de hacer solamente de soldado?
Las contradicciones también están presentes en la Rojava, y se está luchando para eliminarlas, pero nosotros como compañeros internacionalistas, anarquistas, comunistas, compartimos los principios del confederalismo democrático. Se trata de recuperar las experiencias revolucionarias del pasado (Rusia, España, Cuba), tratando de evitar los errores y las degeneraciones.
Esta es una revolución genéricamente socialista, que quiere construir algo nuevo y diferente. Es obvio que estas ideas pueden también cambiar, pero por ahora es importante luchar por un mundo libre y sin cadenas.

¿Estáis implicados solo en acciones militares o también interactuáis con la sociedad civil (escuela, reparto de alimentos, etc.)?
Como Brigada Antifascista Internacionalista desarrollamos sobre todo tareas militares. Por cuestiones de seguridad, evitamos además interferir mucho en la vida civil. Algunos de nosotros ya estuvieron aquí en el pasado y formaron parte de la sociedad civil de Rojava. Pero ahora no; nuestras bases están fuera de las ciudades, sobre todo para que la población civil no sufra las consecuencias de los combates con el Daesh.
Tened presente que si uno de nosotros quisiera dejar de ser soldado, miliciano o militar (llámalo como quieras, el significado es el mismo) podría hacerlo en cualquier momento. Siempre se puede volver a la sociedad, reencontrarse en seguida en las asambleas del pueblo y continuar así la propia implicación.

¿Cuánto pesan en vuestro contexto las religiones y sus prejuicios, sobre todo respecto a las mujeres?
Las religiones o los prejuicios no tienen mucho peso. No hay problemas entre musulmanes, cristianos, etc. Cierto es que todavía queda mucho trabajo por hacer, pero hace ya veinte o treinta años que se desarrolla una tarea sobre este particular. Sobre todo en lo que respecta a los prejuicios machistas y patriarcales. Existen mujeres combatientes, que dirigen las operaciones militares.
Las mujeres son un elemento importante de esta revolución. Se trata de demostrar que una mujer puede empuñar las armas, participar en las asambleas, dirigir una unidad y entrar en poblados perdidos en los que el patriarcado está muy arraigado: esta es la revolución que se está llevando aquí, de la que las mujeres son sin duda protagonistas. Pero comenzará a dar sus frutos no en un mes o dos, sino en años.
Hay muchas insidias, es verdad. Pero cuando por fin acabe la guerra, que es un obstáculo a la hora de llevar adelante el proceso revolucionario, se abrirán nuevas perspectivas. Desde luego, la guerra no ayuda al progreso.

A rivista anarchica

Publicado en Tierra y libertad núm.349 (agosto de 2017)

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