Una cultura tan violenta como la capitalista –la del darwinismo social- y la del Estado liberal –el que se atribuye el monopolio de su ejercicio- lo normal es que desarrolle comportamientos violentos. Los usa ella y los provoca en otros. Aunque después se escandalice y los considere inaceptable. Nació en un inmenso charco de sangre –en la revolución francesa de 1789- se ha desarrollado en medio de guerras cada vez más sangrientas –durante los siglos XIX y XX- y ha generado movimientos políticos, como el nazismo y el estalinismo, que han elevado la violencia más allá de lo que la mente humana parecía ser capaz de imaginar. Seguir leyendo La violencia en los tiempos que corren