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Anarquismo como estrategia no violenta

Antes que nada aclarar que escribo desde la visión del entorno que me rodea. No puedo hablar desde otros puntos de vista donde se están viviendo otras realidades, otros contextos que desconozco al menos sobre el papel, por lo que no soy yo, el que desde la distancia tenga que entrar a valorar las estrategias de lucha que estan tomando quien sea donde sea. Insisto que hablo desde mi contexto histórico, geográfico, político, social e incluso cultural. Desde ahí, o mejor dicho desde aquí, creo mi postura de rechazo a la violencia y mi visión del anarquismo, y argumento esta postura, a continuación.

El anarquismo es por antonomasia, el movimiento histórico de la no violencia, del pacifismo. Y creo que es solo el anarquismo quien puede decir esto. Es el único movimiento que siempre, históricamente ha defendido el pacifismo, la lucha contra las guerras, la abolición de los ejércitos y de todo cuerpo armado,… Pero no solo ha defendido la no violencia como fin, sino también como estrategia de lucha para conseguir esos fines, ya que otra de las características principales de este movimiento es que el fin, los objetivos, se llevan directamente en las estrategias  y medios para alcanzarlos. Vivimos como pensamos, e intentamos ser un ejemplo en miniatura de la sociedad y el mundo al que aspiramos.

Siempre, en toda idea hay excepciones. Y este caso no iba a ser diferente. Han surgido voces que acusan al pacifismo de estrategia inventada por el Poder para introducirla en el movimiento para su propio beneficio. Este argumento, el mas utilizado por los partidarios de la violencia, es fácilmente desmontable: Casos de policías u otros cuerpos del Estado que se introducen en manifestaciones, piquetes o cualquier tipo de acción directa no violenta, colectivos, organizaciones,… para desde ahí, “disfrazados” de activistas, iniciar actos violentos e incitar a otras que los sigan, así luego justificar la represión y violencia del Estado de cara a la sociedad. Es habitual, como todas sabemos. Esos violentos, con cara tapada, que acaban reventando una acción pacifica, y haciendo que el Estado con sus fuerzas armadas respondan a través de la violencia, la disolución del acto, incluso llevando la represión mas allá,  cayendo multas, sanciones, incluso peticiones de cárcel a las organizadoras, nos damos cuenta que al final, no eran de los nuestros, y que desgraciadamente, algunos de los que sí lo son, normalmente los mas jóvenes, llevados por la pasión y la tensión del momento, siguen a estos “desconocidos” que  muchas veces son descubiertos por la gente de la propia manifestación o acto en si, y ellos, sin poder ya disimular, tiran de walkie talkie y enseguida vienen a socorrerles sus compañeros, estos ya uniformados. Como digo, esto es habitual, hay documentos audiovisuales a montón que así lo demuestra, además de las vivencias personas que pueden tener muchas compañeras. En cambio, de la otra manera, “infiltrados” que se meten en nuestros actos y acciones, para incitar a la no violencia, a la resistencia pacifica, y a todo el sinfín de estrategias que la no violencia aporta, no se han dado casos, o al menos, no se conocen. Además, que sería un poco absurdo si lo pensamos. Entonces, la pregunta es, ¿quiénes son realmente los colaboradores con el Estado y el Poder, las violentas o las no violentas? ¿Quiénes les están haciendo el trabajo sucio, un trabajo que muchas veces tienen que realizar ellos mismos, el Estado, como ya he explicado anteriormente, cuando nadie de este lado lo hace? ¿A quiénes les interesa, quienes salen beneficiados de las acciones violentas?…

El Estado justifica su represión contra los movimientos sociales y especialmente contra los movimientos anarquistas o antiautoritarios, principalmente “por las actividades violentas de estos”. Les sería mucho mas difícil justificar esta represión ante la sociedad, si la lucha fuera no violenta. Siempre pueden llevar a cabo ellos mismos dichas acciones violentas si no hay nadie de este lado que les haga el trabajo sucio, pero sería mucho mas dificil asociar este tipo de acciones a un movimiento que lleva explicito en su ADN la no violencia y el pacifismo. Quedarían demasiado desenmascarados.

Como he dicho anteriormente, si algo caracteriza al movimiento libertario es la estrecha relación entre los fines, los objetivos marcados, y los medios, las estrategias llevabas a cabo para alcanzar dichos fines. Somos en lo que creemos, por lo que apostamos. Esto es lo que nos diferencia de otros movimientos. Predicamos con el ejemplo por así decirlo, y no esperamos a mañana para vivir la anarquía. La llevamos a cabo aquí y ahora. Esto es lo que significa realmente la propaganda por el hecho y no otra cosa. Si queremos un mundo en paz, armonía, solidaridad, igualdad, dignidad para todas, fraternidad, comprensión y tolerancia, pacifico, no violento,… No tiene ningún sentido que nuestras estrategias de lucha sean todo lo contrario a eso que decimos ser, que decimos querer. Estaríamos renunciando a uno de los principios fundamentales de la idea, y de la estrategia anarquista. ¿Quién nos creería?

Los objetivos que se consiguen a través de la violencia, normalmente deben mantenerse con más violencia.  Y nos vendrían a la cabeza preguntas como si a traves de la violencia lo que se consigue no es imponer en lugar de convencer. No creo que esa sea la linea, la de conseguir las cosas por la fuerza. Estoy convencido de que la linea a seguir es la de las conciencias, la del cambio de mentalidad, la de la difusión de la Idea. Una sociedad que a traves de sus conciencias y su manera de pensar esté convencida de que existe otra manera de vivir y de hacer las cosas, es una sociedad que tiene las cosas claras, que cree en lo que hace y por lo que lucha, y hay muchas mas posibilidades de estabilidad del proyecto y de defensa del mismo que aquello conseguido a traves de otros métodos más violentos. Una sociedad construida a traves de la fuerza y la violencia, no es una sociedad que cree en lo que hace y vive. Quizás es una sociedad atemorizada que tarde o temprano le va a salir personas que se rebelen, y que tendrás que mantenerlo con más violencia. Una sociedad con conciencia, es una sociedad maás estable y segura en sus ideas.

Socialmente es muy difícil justificar unas ideas que se están defendiendo a través de la violencia. Suele ser muy complicado, que “esa gente tan amante de la violencia” tenga un respaldo social. No digo que siempre sea así, pero sí que normalmente los grupos violentos son rechazados mucho antes de que tan siquiera conocer por qué luchan, qué proponen. Y no solo eso. En estos casos, la sociedad suele hacerse cómplice de la represión contra estos grupos, la entiende, la justifica, incluso la defiende. Después de hacer el primer acto violento estás un paso maás lejos de que la Idea cale en la sociedad, y de cualquier revolución. Muchas veces es la propia sociedad, al ver fuego y destrucción en sus calles,  quienes llaman, quienes solicitan de inmediato la intervención policial. Ahora además, has conseguido un apoyo social a los cuerpos policiales o militares,  una complicidad entre la sociedad y ellos, que los ven como sus héroes, auténticos valientes que vuelven a restablecer la paz contra unos que les atacan. Abrazan a la policía, y abrazan a un Sistema que puede que haya estado en decadencia, pero que ahora la gente apoya, ya que “mira quiénes son y cuánto miedo dan los que vienen detrás”. Como he dicho anteriormente, es mejor realizar difusión de ideas, predicar con el ejemplo, construir la anarquía aquí y ahora, y que las personas puedan ver con sus propios ojos que los habían engañado, que las anarquistas no son unas locas violentas amantes del fuego, sino gente de paz, que construye, que crea, que difunde, que vive un mundo nuevo, una manera diferente de hacer las cosas, y que te invita, te alarga la mano para invitarte a participar en esta nueva manera de vivir que solo supone una amenaza para los poderosos, y son ellos, los poderosos y sus cómplices, los únicos que tienen que temer ante los anarquistas. Ahora, lo entenderán todo mucho mejor. Entenderan por qué los Estados siempre han hablado tan mal de los anarquistas, y vertido tantas mentiras sobre ellos, siendo la base principal de esas mentiras el caricaturizarlos como ultraviolentos terroristas. Han hablado tan mal y han vertido tantas mentiras para que no se vea la verdad, porque suponen una amenaza para sus privilegios, y crean una sociedad nueva de solidaridad y apoyo mutuo, donde se puede vivir mejor, y donde ellos, los poderosos y los Estados, ya no son necesarios, y quedan desenmascarados como simples parásitos que vivían a traves de la violencia y las mentiras, a costa de la sociedad. Esta es realmente la propaganda por el hecho.

No creo en un mundo idílico que nacerá después de una supuesta revolución que nunca llegaremos a ver. No tengo Fe en mundos ideales, ni en ideologías que puedan traerlas, no soy religioso. Pero sí apuesto por crear, aquí y ahora aquello en lo que creo. Vivir de otra manera, más acorde a cómo pienso, establecer nuevas formas de relación, de vida cotidiana, de sociedad. Lo hago en mi día a dia pero también intento coordinarme con otras compañeras para juntas, desde ya, construir y vivir como soñamos, y abolir todo aquello que nos impide nuestra emancipación y crecimiento personal, la igualdad, nuestra dignidad y libertad, la nuestra y la de todas las personas, humanas o no, que habitamos en este Planeta. El cuidado del mismo, del Planeta, nuestro hogar, también entra dentro de mis planes presentes (no futuros). Mi lucha, la defensa de estos ideales tiene muchos frentes, pero si me preguntas por estrategias para combatir de manera directa a los opresores, lo tengo claro: La no violencia tiene un sinfín de herramientas para ello, a cual mejor, dependiendo del momento, la situación, el contexto,… No creo que detrás de un container quemado o un coche volcado vaya a crear nada, o vaya a haber algún cambio mas allá que el de dar la razón a aquellos que nos criminalizan. Quizás a través del boicot y sabotaje no violento, la huelga en el contexto laboral, la desobediencia, la resistencia pacifica, la difusión de la Idea a traves de mil medios como puede ser el folleto, el cartel, la pegatina, el vídeo, el documental, la música, la charla, el libro o fanzine, este mismo blog u otros modelos virtuales como pueden ser las RRSS, el dialogo con nuestro entorno, o el propio ejemplo de nuestra propia vida,… hay más posibilidades de poner en jaque a los represores. ¿Cuál es la propuesta que mostramos al quemar un container? ¿qué mensaje damos?, ¿dónde están nuestras ideas ahí?, ¿llega ese mensaje, sea cual sea? Hasta el momento, lo que más he oído despues de acciones de este tipo, ademas de una retahíla interminable de descalificativos como vándalos, delincuentes, terroristas,… Es que están destruyendo un mobiliario público pagado por todas, y por lo tanto, la sociedad se siente atacada de manera directa, en lo personal, entrando otra vez en la espiral que he mencionado antes de justificación de la represión, pedirla, verlos como héroes y a los anarquistas como villanos,…

Hoy por hoy, ¿realmente podemos sacar algo ante un enfrentamiento directo a través de la fuerza bruta, contra los Estados?, ¿realmente pensamos eso? Seamos realistas. A través de esa vía no solo nos aplastarían tan rápido como quisieran, sino como he dicho anteriormente, perderíamos toda posibilidad de apoyo social. Ellos también controlan los medios de comunicación. Además, no podemos crear algo nuevo con las mismas herramientas de lo que decimos combatir.

Cada vez que hay una acción violenta atribuida al anarquismo, son miles de focos los que se vuelvan sobre ella para difundirla y remarcarla, para dejar bien clara la visión de los enemigos del anarquismo acerca de que esta es una ideología por y para violentos,  una amenaza para todas.  Por muy puntual que sean este tipo de acciones en el movimiento o por parte sus partidarios, insisten mucho en remarcarlas. Es lo que interesa. En cambio, no remarcan, no informan, no difunden, todo lo que están construyendo y creando las anarquistas en el día a día.  Aunque estas otras cosas sí sean lo habitual, lo cotidiano de las anarquistas y antiautoritarias, contruyendo, creando, sumando, por todas partes, miles de proyectos, de acciones, de herramientas de lucha, de otras maneras de vivir,… Esto no interesa, esto no lo difunden, o en el mejor de los casos, ocultan que los propulsores de ello son personas anarquistas, o antiautoritarias, o ácratas,…o cercanas de una manera u otra al ideal anarquista. Así deforman la imagen de la Idea, y de las defensoras de la misma, creando una imagen que beneficia a nuestros enemigos y que algunos remarcan.

En nuestras manos esta cambiar las cosas. En todos los sentidos.

El Rebenque

Tomado de https://elrebenke.wordpress.com/2017/12/08/anarquismo-como-estrategia-no-violenta.

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