Los tangos saben de suburbios, arrabales, injusticias, hambre, fraternidad e identidades. Pero no hay muchos que hablen de la cuestión social, y muchos menos son los que se podrían denominar anarquistas por su vinculación militante con la detección y la lucha contra las causas de la opresión. Lamentablemente los anarquistas argentinos afincados en Buenos Aires a principios del siglo XX y hasta la década del 30’ no supieron conjugar creativamente sus ideas políticas con los géneros de la canción popular para calar más hondo y dejar una huella más firme en las conciencias de las masas proletarias. Como veremos más adelante los anarquistas más “orgánicos” solo modificaron las letras de tangos conocidos para llamar a la rebelión general. Sin embargo, se pueden detectar algunos rastros que definen rasgos de muchos tangos y les otorgan un lugar en la geografía de las prácticas culturales de protesta. Marcas que quedaron en muchos poetas que crecieron, trabajaron y soñaron en los mismos lugares donde aquellos más involucrados con las ideas libertarias vivían, sentían o transitaban.
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Fuente: http://grupogomezrojas.org/