Resulta poco habitual que alguien evolucione desde espacios de la socialdemocracia hasta el anarquismo, mucho más frecuente es la evolución contraria. Solo por eso ya me interesó leer a Philippe Corcuff [1] y no me ha decepcionado. Escribe desde la sociología y la filosofía política pero no esquiva el activismo político, en 2013 ingresó en la Féderation Anarchiste en Francia, se define como «activista altermundista y libertario». Forma parte de un espacio online interesante: http://www.grand-angle-libertaire.net/
Es evidente que a Corcuff le interesan y le preocupan, entre otros temas, la defectuosa identificación por parte de la izquierda de dos cuestiones: la crítica del estatismo que se considera, a menudo por una cuestión economicista, una herramienta neutra cuando no lo es; y, en segundo lugar, la relación de la izquierda con el individualismo. Este segundo aspecto está muy presente en el mencionado libro de Corcuff que está en la base de esta reflexión.
Corcuff parte de la noción de individuo pensado de manera relacionista, en tanto que inserto en las relaciones sociales e históricas y no como una mónada aislada, tal como lo piensa el neoliberalismo económico. Lo habitual es que en la izquierda (con la excepción de ciertas corrientes anarquistas) haya predominado lo colectivo sobre lo individual, dejando el monopolio del individuo en manos del neoliberalismo. Craso error.
La propuesta de este autor es partir de un individuo multidimensional, vinculado a la constitución de solidaridades y exigencia de justicia social, que presta atención a los vínculos entre solidaridad y autonomía individual. Nadie dice que sea un tema fácil, por el contrario, puede generar, como afirma Corcuff, «confusionismo»: múltiples interferencias retóricas entre las posiciones y los temas de la extrema derecha, la derecha, la izquierda moderada y la izquierda radical que contaminan el ambiente político y social en el siglo XXI. ¿Cómo si no podemos catalogar que Isabel Ayuso se haya convertido en la campeona de la defensa de la libertad durante la pandemia y la post-pandemia?
Es importante entender que las singularidades individuales están hechas de soportes sociales, de solidaridades y no de egoísmos individualistas mercantilizados, que indudablemente es como las construye el capitalismo. Corcuff plantea la necesidad de consolidar las articulaciones entre bienes comunes y singularidades individuales haciendo hincapié en que las solidaridades nutren las individualidades de las personas. Así mismo, debemos admitir las tensiones entre espacios comunes y singularidades individuales.
Otro tema presente en sus reflexiones es la relación entre el pensamiento crítico y la emancipación con especial atención al significado de utopía y la necesidad de eliminar pragmáticamente su contenido absoluto y dogmático. Así mismo, otro tema figura como relevante en sus investigaciones: la crítica del capitalismo y sus contradicciones principales en interacción con formas de dominación no limitadas a su lógica. Corcuff señala cuatro contradicciones principales del capitalismo en interacción con formas de dominación no limitadas a su lógica:
La contradicción capital/trabajo que alimenta las desigualdades de clase. El capital se opone al trabajo a través de una relación de explotación, pero desarrolla el trabajo para alimentar su proceso de acumulación. Hay que extender esa contradicción a otras formas de dominación que interactúan con el capitalismo como la dominación masculina y las discriminaciones racistas-poscoloniales.
La contradicción capital/naturaleza que da pie a la cuestión ecologista. La naturaleza es explotada en la dinámica de la acumulación del capital y con el agotamiento de los recursos naturales, el capitalismo pone en peligro sus bases naturales y humanas de existencia.
La contradicción capital/individualidad elaborada por el capitalismo, mejor neocapitalismo, que valoriza una cierta figura del «individuo». El capitalismo contribuye a nutrir el individualismo contemporáneo, estimulando de un lado los deseos de plenitud personal, que limita y trunca al final la individualidad tanto por la mercantilización como por su división del trabajo. Hace nacer deseos de realización individual que no puede satisfacer, creando frustraciones e individualidades lastimadas.
La contradicción capital/democracia que en la fase actual de globalización neoliberal tiende a hacer retroceder los logros democráticos limitados de los regímenes occidentales representativos profesionalizados. Esta fragilización se manifiesta de diversas maneras: desplazamiento de los poderes hacia las empresas multinacionales y las instituciones tecnocráticas desprovistas de cualquier restricción democrática; reducción del pluralismo de expresión debido a la concentración de medios, o bien el ascenso de lógicas de seguridad y antiterroristas que limitan las libertades individuales y colectivas. Existe una dominación política (de los representantes sobre los representados) no reducible a la explotación capitalista.
Por último, tras el análisis del mundo que lleva a cabo Corcuff defiende un anarquismo pragmático, que es una invitación a poner en tensión constante la radicalidad del horizonte utópico y la necesidad de producir efectos emancipadores aquí y ahora, individuales y colectivos, en lo real. El autor plantea por dónde deberían ir los caminos alternativos libertarios:
1.Construcción de convergencias entre intereses sociales, movimientos sociales, experimentos alternativos y deseos personales de emancipación que no requieren necesariamente la unificación.
2.La crítica libertaria de la representación política no presupone necesariamente el retorno a una autenticidad perdida, ni tampoco la transparencia del mundo social. Es importante señalar las lógicas oligárquicas presentes en los mecanismos de representación.
3.La lógica de la lucha no debe dominar la política emancipatoria. Hay que inventar, crear, experimentar, y no solo ganar combates. No hay que abandonar el vocabulario de la lucha, pero sí mezclar, en el lenguaje de una política emancipadora, las palabras de combate y las de exploración.
4.El individuo se vuelve más claramente relacional, hay que apostar por una emancipación que sea inseparablemente individual y colectiva.
5.Conjugar la acción emancipatoria a diferentes niveles: local, nacional, global, en un horizonte cosmopolítico.
Considera que existe en la actualidad un espacio específico para la actualización del pensamiento libertario, pero que en los círculos anarquistas existe una preponderancia del trabajo de exégesis de los «grandes ancianos» (Proudhon, Bakunin, Kropotkin, etc.) y el retorno repetido de eventos gloriosos como la Revolución española del 36, que frenan vigorosamente la actualización de las ideas libertarias.
Para actualizar el pensamiento libertario, Corcuff plantea el establecimiento de espacios plurales de diálogo, cooperación, tensión y confrontación entre movimientos sociales, practicantes de experimentos alternativos, organizaciones políticas, intelectuales profesionales, periodismo independiente, subversivo, artistas y gente común, y esto desde tradiciones heredadas como es el caso del amplio espacio de lo libertario. Para ello, convendría que aquí se abandonaran las luchas fratricidas que asolan muchos espacios libertarios, el dogmatismo, la exclusión del Otro o la idea de la existencia de un principio rector único de lo que es ser anarquista.
Laura Vicente
https://pensarenelmargen.blogspot.com/2023/08/los-espacios-plurales-de-dialogo.html
[1] Esta reflexión se basa en la lectura del libro de Philippe Corcuff (2020): Individualidades, común y utopía. Crítica libertaria del populismo de izquierda. Madrid, Dado; así como en la lectura de algunos textos de la web Grand Angle Libertaire