PABLO GONZALEZ DETENIDO

Pablo González y la miseria del periodismo en este inefable país

No, no soy justo al generalizar en el título, ha habido excepciones a nivel individual y algunos medios (los menos) en este inenarrable país, que sí se han ocupado y han denunciado lo que están haciendo con el periodista Pablo González en las prisiones polacas. Por otra parte, Reporteros Sin Fronteras sí ha pedido directamente la liberación de una persona detenida hace dos años, sin que se haya producido ningún juicio tras unas «graves» acusaciones de espionaje para Rusia, que tampoco se han sustentado de modo alguno. Recordaremos que González fue detenido pocos días después del comienzo de la agresión del ejecutivo ruso sobre la población ucraniana, en la localidad fronteriza de Przemyśl en Polonia; allí, se encontraba cubriendo el éxodo de ciudadanos ucranianos hacia territorio polaco. Para mayor ignominia, estamos hablando de un país de la Unión Europea y, en cualquier caso, resulta inadmisible que alguien esté encarcelado, en condiciones infrahumanas, durante dos años sin que haya trascendido prueba alguna contra él.

Pablo González tiene una amplia experiencia, y adquirió prestigio como reportero freelance para diversos medios, cubriendo conflictos en Europa Centro y del Este. Él mismo ha explicado en ocasiones que si se ha especializado en determinadas regiones ha sido por conocer el idioma y la historia del país; no ha querido ser el típico corresponsal de guerra, que acude solo por una subida de adrenalina con crónicas al uso sin conocer demasiado del contexto. Y fue en una de esas rigurosas coberturas informativas, cuando empezó el infierno para Pablo González. El 6 de febrero de 2022, fue retenido durante horas por los servicios secretos ucranianos, todavía no había comenzado la invasión por parte de Rusia y González se encontraba, junto a otros periodistas, en la región del Dombás. El periodista español acabó siendo interrogado en Kiev y acusado de ser un agente de los servicios rusos; nunca había sido ningún secreto que Pablo González nació en Moscú, al ser nieto de uno de los niños de la guerra civil española, lo cual explica que tenga también la nacionalidad rusa.

El 25 de febrero, una vez producida la agresión militar por parte del ejecutivo encabezado por Putin, González decide volver a Polonia para cubrir la crisis migratoria que se estaba produciendo. Tres días después, es detenido por las autoridades polacas acusado de espionaje para Rusia, es encarcelado y aislado en unas condiciones que solo pueden ser calificadas de tortura, ya que durante mucho tiempo ni siquiera se le respetaron unos mínimos derechos. Son ya dos años de esta situación intolerable con el silencio generalizado de los medios del Reino de España, incluso aceptando que el nivel es ya muy bajo per se y que la mayoría están vendidos a intereses muy concretos. Esto produce tanta vergüenza como las declaraciones del ministro Albares a manifestar que los hechos de los que se acusa a González son «muy graves», sin aclarar nada al respecto y pidiendo tolerancia para la justicia y legalidad del Estado polaco. Miserable, muy miserable, máxime viniendo del gobierno más progresista de la historia conocida, que claramente mira hacia otro lado junto a la mayor parte de los medios oficiales, pero afortunadamente se está extendiendo una campaña de apoyo a Pablo González que trasciendo a las instituciones. Resulta primordial informar, como trataba de realizar este reportero de modo independiente, sobre conflictos armados en que priman los intereses de los Estados con el sufrimiento de la población civil.

Juan Cáspar
https://exabruptospoliticos.wordpress.com/2024/02/26/pablo-gonzalez-y-la-miseria-del-periodismo-en-este-inefable-pais/

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