Aunque no siempre lo veamos expresado de esa manera, no podemos estar más de acuerdo con Rudolf Rocker, el anarquismo es la gran síntesis entre liberalismo y socialismo. Las dos grandes corrientes producidas a partir de la Revolución francesa confluyen en el ideal libertario. Ello se produjo cuando determinados autores observaron que «la cuestión social» no se resuelve con cambios de constitución ni de gobierno, y sí llegando al fondo del problema.
Marx es, sin duda, uno de los grandes pensadores contemporáneos; su concepto de la «lucha de clases» fue también asumido por el anarquismo, al fin y al cabo una corriente socialista en origen. Sin embargo, bien entrado el siglo XXI, son las ideas anarquistas las que cobran auténtica vigencia y constante renovación al no subordinarse a condiciones objetivas, ni a ninguna suerte de teleología, y dar importancia a la libertad y la actividad de los seres humanos.
Un espacio en la red para el anarquismo (o, mejor dicho, para los anarquismos), con especial atención para el escepticismo, la crítica, el librepensamiento y la filosofía en general