Un vocablo que incluyo en mis lúcidos textos, a poco que tengo ocasión, es este de «papanatismo». Viene a ser como aquello del genial Berlanga y el imperio austro-hungaro. Para el que tenga curiosidad, repasad, repasad todo lo vertido aquí negro sobre blanco y puede que acabéis siendo algo más lúcidos e incluso, tampoco es descartable, mejores personas. El caso es que si acudimos a la (¿Real?) Academia de la Lengua, de este inefable reino de España, nos encontramos con la siguiente definición, bastante concisa, para el término de marras: «actitud que consiste en admirar algo o a alguien de manera excesiva, simple y poco crítica». Y es que uno cree que, desgraciadamente, el papanatismo es una actitud o disposición demasiado extendida, lo que explica con seguridad que el personal acabe creyendo toda suerte de estupideces. Ojo, que uno admite que puede que para otros, con un imaginario vital más que cuestionable, la propia creencia en la posibilidad de una sociedad anarquista puede ser también algo más bien necio. Allá ellos. Desde luego, mientras el papanatismo esté tan extendido trabajo no nos va a faltar para que este mundo sea algo un poco más digno.
Seguir leyendo PapanatismoArchivo de la etiqueta: Creencias
Ateos y agnósticos
Hace muchos años, discutiendo estas cosas de la religión y manifestándome abiertamente ateo, me comentó mi interlocutor, que se llamaba… Se me ha olvidado. La cuestión es que me aseguraba que yo era un creyente, ya que tomaba partido por algo que no podía ser demostrado, esto es, la inexistencia de Dios. O sea, que de Dios no se puede demostrar ni que exista ni que no exista. Y si yo digo que no existe, soy tan creyente como uno que se lee la Biblia al revés. La postura racional para mi amigo –dijo– era manifestar una actitud de ni creer ni de no creer, es decir, esperar al momento de la muerte que es cuando se resuelve el dilema.
Seguir leyendo Ateos y agnósticosEste es el jodido camino
De resultas de mis despotriques contra la religión, la religiosidad, la espiritualidad y cualquier cosa que no sea física pura, un colega muy querido y que está como una puñetera cabra, me manifiesta que no puedo entender la Pachamama, porque es un concepto muy profundo. Mucho profundo… Según he conseguido entender de lo que me cuenta, los ríos, montañas, mares, la tierra, son seres vivos (sagrados, divinos, santos). Pachamama representa la idea de una madre tierra fértil y benevolente que provee sustento y vida a todas las criaturas… Menos a las que son comidas, o mueren en el parto (digo yo). Y yo, cuando se me inflama la próstata (también santa –supongo–), lo tengo que ver como un desajuste en mi espíritu, probablemente por actividades poco sanas. La enfermedad es una manera que tiene la Pachamama, de decirme que estoy haciendo algo mal, o sea, demasiada droga me dice el tío. El desequilibrio natural.
Seguir leyendo Este es el jodido caminoAnarquismo y religión, unas nada modestas reflexiones
Alguien dijo, tengo que reconocer que con un tono sarcástico encomiable, algo así como que si los ateos empleamos tanto tiempo en hablar de ese ser de ficción que la historia ha llamado Dios es porque, en el fondo, somos fervorosos creyentes (no recuerdo si dijo exactamente ese adjetivo, pero lo añado yo, que tampoco estoy exento de buen humor). El caso es que, es cierto, a poco que se eche un vistazo a este lúcido blog, se verificará que no pocas veces lo he dedicado a una crítica feroz a las creencias religiosas. Luego incidiré en motivos más profundos, pero también reconozco que me inquieta sobremanera la capacidad que tiene el homo sapiens para arrodillarse ante entes sobrenaturales y generar toda una suerte de ritos disparatados alrededor. Y, efectivamente, no distingo demasiado entre religiosidad, idolatría o creencias fantásticas; creo que los que lo hacen es por intereses muy concretos de defender sus propias convicciones ultraterrenales y adornarlas con una terminología más asumible. En los orígenes de la modernidad, las filosofías críticas con la religión, entre las más radicales se encontraba la libertaria (¡santa anarquía!), observaron algo que parece muy evidente: la creencia religiosa convertía la existencia más soportable a los humildes y trasladaba un posible bienestar a una realidad sobrenatural en forma de paraíso.
Seguir leyendo Anarquismo y religión, unas nada modestas reflexionesEl espejismo de Dios
Richard Dawkins es un reconocido científico, el cual se considera ateo, humanista y escéptico. Una de sus más conocidas obras, y conscientemente controvertida, es El espejismo de Dios (The God Delusion), publicada en 2006, en la que afirma la irracionalidad de la creencia en deidad alguna y el gran daño que la religión produce a la sociedad. Es un libro, en palabras de su autor, escrito para todas aquellas personas educadas Seguir leyendo El espejismo de Dios
La libre indagación
Siempre han existido personas que se han esforzado en pensar libremente, no solo en considerar que la idea de Dios es simplemente un invento humano, sino en señalar el gran mal que se ha hecho en su nombre. Desgraciadamente, no se puede averiguar mucho de estas personas, ya que han estado sometidas normalmente a la aniquilación o al ostracismo. De igual modo, es posible que muchos creyentes en apariencia fueran en realidad escépticos o librepensadores con miedo a proclamar su auténtico pensamiento en contextos muy represivos.
Alegato contra el cristianismo
Esta obra, Alegato contra el cristianismo, del autor Michael Martin, que ya nos brindó otro impagable libro como es Introducción al ateísmo, está dedicada a la que es la religión actual con mayor número de seguidores. Obviamente, lo está de un modo devastador.
Martin considera que las doctrinas cristianas deberían estar basadas en razones epistemológicas, esto es, en lo que Seguir leyendo Alegato contra el cristianismo
Una vez más, las creencias
Hay quien me acusa, no sin cierta razón, de utilizar un tono visceral en los escritos plasmados en este blog. Qué le vamos a hacer, coherentemente, la actualidad política le revuelve a uno las tripas, se produce cierta actividad de regurgitación y las consecuencias son obvias. También se me espeta, con cierto tono admonitorio, que soy excesivamente destructivo, que yo creo que viene a significar que me excedo con la crítica (lo cual, dicho sea de paso, para mí es todo un elogio). Cierto es que el que suscribe se pasa en su enjuiciamento de la realidad y, muy probablemente, uno quiera compensar, reconozco que con una dosis de soberbia y ambición nada desdeñables, la más que lamentable ausencia de pensamiento crítico de gran parte del personal. Y es que la especie humana, junto a la consecución de algunas cosas memorables, todo hay que decirlo, tiene una irritante tendencia hacia el borreguismo y, consecuentemente, a la creencia en cualquier majadería. Sobre la actitud borreguil, poco hay que opinar, desgraciadamente está demostrado que si la mayoría del rebaño realiza cierta actividad, por poco sentido que tenga, un gran porcentaje va a realizar lo mismo (por no sé qué narices de miedo al rechazo social, creo que dice la disciplina esa de la psicología social). No desesperemos, tal vez a los miembros de algún grupo les dé por respetar su propia individualidad, pensar por sí mismos, y el resto del rebaño, aunque sea por mímesis, lo acabe haciendo también.
Seguir leyendo Una vez más, las creenciasCreencias, salvaciones y autoayudas
A menudo se nos recrimina, dado el pertinaz y alto nivel de crítica que exhibimos en este blog, el no aceptar que las personas crean y practiquen lo que les venga en gana para tratar de mejorar sus vidas. Se trata de la primera falacia, creemos que repetida como un mantra, cuyo escollo a veces es notablemente difícil de salvar.
Seguir leyendo Creencias, salvaciones y autoayudasCompendio de pacotilla intelectual
Existe un texto de Bertrand Russell con este nombre, tan lúcido como divertido, que se recoge en la valiosa recopilación Dios no existe, de Christopher Hitchens. Echemos un vistazo a las perlas que en él se comentan, muchas de ellas dedicadas a los hombres religiosos, siendo las épocas en las que mayor poder tenían menos proclives a la sabiduría. Efectivamente, en los periodos caracterizados por el predominio de la fe el clero imponía todo su criterio. Cada etapa oscurantista trata de ser ocultada con el fin de que la nueva etapa oscurantista no se reconozca como tal. Russell repasa algunos ejemplos de irracionalidad en el clero, desde que la ciencia comenzó a desarrollarse, y después analiza si el resto de la humanidad es mucho mejor.